En El contador de cartas, Schrader pone sobre la mesa sus tópicos habituales sobre la redención para criticar el lado oscuro de las políticas estadounidenses, pero las cartas de su propuesta, lentamente, pierden el impulso cuando apuesta por la jugada segura de repetir el abismo psicológico del protagonista atrapado en la jaula del vicio y la culpa.

En esta ocasión, Schrader presenta la atormentada existencia al límite de un jugador profesional de póker que deambula por varios casinos en los Estados Unidos, donde demuestra sus habilidades innatas para el veintiuno y, a la vez, recuerda el pasado traumático como exmilitar y presidiario que lo mantiene llevando una rutina ascética con la que rechaza las posesiones materiales para redimirse por los pecados del pasado.

La vida de este protagonista, fiel a los principios de Schrader de retratar a derrotistas que buscan el perdón por medio de la violencia abrupta, tiene momentos que solo me causan abulia cuando cuenta cartas y juega al póquer de forma metódica en unas mesas que usualmente están pobladas por nacionalistas de extrema derecha que vociferan con orgullo y cargan banderas estadounidenses, así como el vínculo que lo une a una mujer afroamericana ligada al juego y a un joven que busca vengarse del que era su antiguo jefe en las cárceles donde torturaba terroristas. Los personajes secundarios tienen un desarrollo algo esquemático que solo sirve para esbozar superfluamente la justificación moral del protagonista. A pesar de todo, noto cierta tensión cuando recuerda su participación en los programas de interrogación del gobierno estadounidense.

Oscar Isaac consigue una actuación más o menos creíble como ese protagonista hermético y de mirada impasible que parece tenerlo todo calculado en los torneos de cartas. Schrader lo encuadra en una puesta en escena bastante precisa que a menudo ejecuta recursos que amplían el espectro de frustración y los estados de ánimo de este, donde se destaca la voz en off, la música extradiegética, el encuadre móvil (notables los travellings con ojo de pez dentro de la prisión), el fuera de campo y las imágenes de documental. Pero ni siquiera el estilo solvente impide que, a fin de cuentas, su narrativa se desmorone como un castillo de naipes. No alcanzo a sentir la claustrofobia o la supuesta intensidad de lo que plantea. Y su discurso es tan obvio que pierde profundidad. Es una cinta regular de Schrader que falla cuando reproduce inútilmente la senda de El reverendo.

Ficha técnica

Título original: The Card Counter
Año: 2021
Duración: 1 hr 51 min
País: Estados Unidos
Director: Paul Schrader
Guion: Paul Schrader
Música: Robert Levon Been, Giancarlo Vulcano
Fotografía: Alexander Dynan
Reparto: Oscar Isaac, Tye Sheridan, Tiffany Haddish, Willem Dafoe,
Calificación: 6/10