El cartero de Neruda. Antonio Skármeta

Octavio Paz considera la poesía como el sumo, la esencia del arte.  Esther Hernández plantea que nace con la humanidad, considera que su origen data de más de cien mil años, junto al origen del canto. Hernández, luego de trajinar investigando desde su origen hasta hoy día concluye que la poesía es la única de las bellas artes que ha resistido a la comercialización del capitalismo neoliberal.

Federico Henríquez Grateraux en su discurso a propósito de la Semana Internacional de la Poesía (2020) plantea que esta no desaparecerá, aunque la aplasten como gusano. Esto así, porque su fin ha sido vaticinado más de una vez, lo que se potencia con la irrupción de las nuevas tecnologías, la supremacía de la imagen y la sacralización del entretenimiento vacío. Sin embargo, la poesía se mimetiza por medio de otras manifestaciones artísticas como el cine, la música el teatro y otras formas literarias.

De aquí, que es oportuno traer a colación en esta nueva celebración de La semana Internacional de la poesía la novela El cartero de Neruda, puesto que, aunque como toda novela es un texto narrativo dada su motivación, contenido y recursos está preñada de poesía.

El cartero de Neruda cuenta la historia de Mario quien se decide por dicho oficio a causa de su desinterés por el de pescador y la insistencia de su padre para que busque un trabajo. Su quehacer tiene una particularidad; es el cartero de un solo cliente; Pablo Neruda.

Los personajes de esta novela contienen una carga semiótica que simbolizan las características de la poesía.

Durante su oficio Mario inicia una amistad con el poeta al mismo tiempo que se enamora y le pide ayuda para poder expresar sus sentimientos a la joven de su interés. Surge una relación en la que Mario queda imbuido de todos los valores estéticos y humanos de la poesía, así como las ideas políticas de Neruda. Este despierta una admiración en el joven que luego se convierte en lealtad, cariño y entrega hasta los últimos días.

La historia se cuenta por medio de una prosa poética, diálogos cargados de metáforas, la descripción de un ambiente idílico propicio tanto para enamorarse como para escribir poesía. Dichas metáforas expresan ritmo y musicalidad que sitúan al lector en una atmósfera que entraña la combinación de distintos mundos literarios, indistinguibles los reales de los ficticios, pero en los que subyacen hechos históricos propio de la vida de Neruda su carrera de poeta y la participación política, como son su galardón del premio Nobel, su adopción al partido de Allende y su estadía en París como diplomático del fallido gobierno. Al mismo tiempo que los concernientes a Mario y una parte de los pobladores de la isla.  Brota la poesía de la metáfora del mar, la brisa y el silencio. Pero también brota de la transformación de Mario en un ser sensible, leal, comprometido, buen amigo, marido, vecino y padre.

Los personajes de esta novela contienen una carga semiótica que simbolizan las características de la poesía. Su valor intangible, pero de incidencia transformadora en el ser humano. Su condición perenne a través del tiempo, capaz de replicarse de persona en persona. Su facilidad de adaptación a diferentes contextos, de resistencia ante la comercialización de los principios. Representan los valores y sentimientos que dan sentido a la existencia humana.

En fin, al leer El cartero de Neruda se fijan los ojos, la mente y el espíritu en una historia imperecedera que contiene en su todo  los anhelos más recónditos del ser, el amor, la libertad, la lucha por la sobrevivencia, el deseo de justicia, la amistad y la solidaridad.  Si en un solo lector esta novela puede tocar su conciencia, como dijo el mismo Pablo Neruda: "La poesía no habrá cantado en vano".

 

Andrea Teanni Cuesta Ramón en Acento.com.do