No se le debería pedir a una novela que expusiera el ideario de un personaje, pues su propósito es narrar acontecimientos ficticios. Pero, una novela puede caracterizar personajes describiendo sus rasgos físicos y psíquicos; también puede incluir pensamientos atribuibles a esos personajes.
De cualquier manera, la ficción narrativa es un excelente recurso para el conocimiento de la naturaleza humana, de sus grandes motivaciones y retos; sobre todo si se trata de una novela biográfica y de carácter histórico como la de Edwin Disla, Manolo (Yan impresos, 2007, Premio Nacional de Novela 2008) tal como se anuncia en la contraportada de ese voluminoso texto: “Manolo es una novela que muestra con rigor histórico la fascinante vida del líder revolucionario Manuel Aurelio Tavárez Justo.”
En ese relato las acciones discursivas se combinan con las acciones fácticas, aunque con una marcada preeminencia de las acciones discursivas, que el autor expone en orden cronológico. En los trece capítulos de la novela, interesa rastrear algunos tópicos e imágenes sobre Manolo, particularmente a partir del capítulo 8, en el cual se inicia la secuencia de hechos posteriores al ajusticiamiento de Trujillo. Manolo fue excarcelado el 26 de julio de 1961 y se enfrentaba al nuevo panorama político de la era postrujillista.
La asamblea del 14 de Junio el 30 de julio de 1961 es el marco de la primera acción discursiva de Manolo. Escenificando la participación del líder en ese evento, Disla reconstruye los gestos y las palabras pronunciadas, las cuales se centraron en los ideologemas democracia representativa y Dios-Cristo:
Él, sonriendo, sacó de la chaqueta la exposición, y frente al micrófono exclamó:
–Compañeros en nombre del Comité ejecutivo Central de nuestro querido 14 de Junio, movimiento que, bajo el apremio de circunstancias adversas, se estructuró en la clandestinidad…Habló de su firme determinación de luchar para satisfacer las legítimas aspiraciones del pueblo. Afirmó que la ideología de ellos estaba inspirada en los nobles postulados de la democracia representativa. Que esperaba compartir con todos el patrimonio imperecedero que les legaron Washington, San Martín, Duarte, Martí otros. Que mantendrán una postura vigilante como lo hace la UCN al través de sus altruistas pronunciamientos de censura. Y para finalizar, invocó al Dios eterno, Padre de bondades infinitas, e imploró sus bendiciones para su agrupación naciente (p.276).
El mitin del 14 de septiembre de 1961, en el parque Colón sirve de contexto a la siguiente acción discursiva: el discurso pronunciado por Manolo en esa ocasión. De esa pieza oratoria el novelista resalta otra vez el tópico religioso en la figura de Dios, el antitrujillismo y tópicos sociales e históricos que fueron nutriendo el pensamiento político de ese líder:
Juró de pie ante Dios, su compromiso con las presentes y futuras generaciones del país de ser: ¡libres o morir! Aseguró que permanecen siendo esclavos del hambre, de la miseria, del desempleo, de los latifundios, de los monopolios comerciales y de la ignorancia. Que un grupo de familia, desde el inicio de la historia dominicana, con distintos nombres, venía explotando inmisericordemente el pueblo. Que sólo por sus bastardos intereses desgobernaron Santana, Báez, Heureaux y los norteamericanos—Subió la voz para afirmar: “Por esos bastardos intereses desgobernó 31 años al pueblo dominicano el más funesto y cruel de todos los tiranos(p.287).
Una reunión en la que se creó La Infraestructura, organismo estratégico y secreto a lo interno del 14 de Junio, es el contexto de otra importante acción discursiva de Manolo reconstruida por Disla en su novela .El autor reconstruye la discusión en la que Manolo habla del tópico lucha armada, de la guerrilla, al servicio de los tópicos antiimperialista, democrática y nacionalista y se configura el ideologema guerra de guerrillas, elemento fundamental del pensamiento de Manolo y el 14 de Junio:
Máximo (Bernard) dijo las palabras introductorias haciendo hincapié en que sólo a través de la lucha armada se podría alcanzar el verdadero poder y realizar los verdaderos cambios que necesitaba el país para alcanzar su liberación e independencia. Manolo lo secundó, y explicó el objetivo de la reunión: dotar al partido de un organismo capaz de trabajar tanto en la actual coyuntura como en una eventual adversa, en la que tuvieran que desenvolverse clandestinamente. Ese organismo tendrá la responsabilidad de crear las bases en la Agrupación para la lucha armada, y a la vez, concientizar a sus miembros de la línea antiimperialista, democrática y nacionalista. La lucha será larga y sangrienta, pero el triunfo será de ellos. Al enemigo lo enfrentarán en la táctica de la guerra de guerrillas en el campo y en la ciudad. Pronto regresarán al país los primeros compañeros que están entrenándose en Cuba. Ellos conformarán la espina dorsal del proyecto guerrillero (p.340) .
El mitin del 14 de junio de 1962 en el Parque Independencia en conmemoración del tercer aniversario de la expedición de 1959 en Constanza, Maimón y Estero Hondo es el marco de la cuarta acción discursiva destacada por Disla, quizás el más importante discurso pronunciado por Manolo, desde el punto de vista político y conceptual. En ese discurso, los tópicos históricos y sociales se resumen en el tópico central, elevado al nivel de ideologema principal del pensamiento de Manolo: revolución de liberación nacional, herencia de los héroes de 1959:
Retomando el discurso, resumió la historia dominicana hasta la gesta inmortal del 14 de junio de 1959.Los indios estaban organizados bajo un régimen llamado comunismo primitivo. O sea, no existía el funesto derecho a la propiedad privada…Tras la conquista de la isla por España, la sociedad cambió bruscamente por un régimen de explotación del hombre por el hombre. En 1844 arribaban a la independencia exclusivamente en el orden político, porque se mantenía el régimen feudal. En esa época surge el imperialismo norteamericano, el cual se lanza, como ave de rapiña, sobre los pueblos de América.En1916 interviene en el país, y crea la Policía nacional, donde se gesta el monstruo, la bestia de Trujillo, quien desgobernó el país treinta y un largos años. Esa era la sociedad existente cuando llegó la más trascendental de las expediciones por su contenido ideológico y nuevo espíritu el 14 de junio de 1959.Este espíritu nuevo ,es el espíritu de la revolución de liberación nacional, sintetizada en el programa mínimo ;programa que pondrá fin al latifundio criollo. El espíritu de esos hombre fue recogido por el pueblo, prueba de ello fue la existencia del Movimiento Revolucionario 14 de Junio (p.p.369-370).
En relación con ese discurso, Disla escenifica el tópico más prestigioso del ideologema guerra de guerrillas, en el pensamiento político de Manolo, “escarpadas montañas de Quisqueya”:
Óiganlo bien los señores de la reacción, óiganlo enemigos del pueblo, enemigos del progreso, si los bienes del pueblo son sustraídos a ese pueblo y entregados a los enemigos y sigue en vigencia y se pone en práctica la Ley de Emergencia, y se pretende en consecuencia golpear en esa forma al pueblo y a sus organizaciones más honestas, identificado con la lucha del pueblo, el 14 de Junio sabe muy bien donde están las escarpadas montañas de Quisqueya.
La multitud frenética, gritó, ¡revolución, revolución, revolución! “ Y a ellas”, continuó Manolo, ”y a ellas iremos, siguiendo el ejemplo y para realizar la obra de los héroes de junio del 59,y en ellas mantendremos encendida la antorcha de la libertad, de la justicia, el espíritu de la revolución ,porque no nos quedará entonces otra alternativa que la de la de libertad o muerte (p.370).
La quinta acción discursiva resaltada por Disla es el discurso pronunciado por Manolo en el mitin del 14 de junio de 1963 frente al Altar de la Patria en conmemoración del cuarto aniversario de la gesta del 14 de junio de 1959, el último antes del alzamiento guerrillero de septiembre de 1963.
En esta exposición el novelista destaca el ideologema que describe el pensamiento político de Manolo en el momento más decisivo: “la revolución de liberación nacional no es comunista, sino nacionalista, revolucionaria, antiimperialista, antifeudal y democrática.”;
“…el líder empezó a hablar de la lucha de los exiliados integrados en el MLD, del programa mínimo y de Gregorio Luperón, quien dijo que servir humildemente a la patria es más bello que dominarla. La revolución de liberación no es comunista, sino nacionalista, revolucionaria, antiimperialista, antifeudal y democrática. “La economía nuestra depende de los Estados Unidos, de donde proviene el 80 por ciento de nuestras importaciones .Ellos son los dueños también de grandes plantaciones azucareras en el este y controlan las fuerzas armadas desde 1916”(p.411).
Subió la voz para afirmar:
“-La revolución no es una palabra, la revolución es el resultado del trabajo consciente, del trabajo constante de cada uno de nosotros. Y esa labor debe estar orientada.”
“-Las causas que determinaron la lucha de junio de 1959 están intactas. Por ello, nuestro pueblo debe estar dispuesto a incurrir en sacrificios.-Respecto al gobierno de Bosch dijo preocuparle que las medidas revolucionarias no acaban de producirse. En esas condiciones, no habiéndose materializado los objetivos planteados en el programa mínimo de liberación, nuestro deber es continuar la lucha por los medios y formas que el desarrollo de los acontecimientos en el país así lo determinen” (p.412).
Ahí también la obra Manolo sugiere el ideologema guerra de guerrillas que se concretará en el alzamiento en las montañas meses después. Justamente, una acción discursiva trascendental es el Manifiesto de la Insurrección, que se centra en el ideologema constitución, en el que se exponen los motivos de la lucha guerrillera en respuesta al golpe de Estado que derrocó al gobierno de Bosch el 25 de septiembre de 1963.Disla reconstruye las secuencias de la concepción y elaboración de ese documento, que el líder corrigió, enriqueció y estampó con su firma, aunque manifestando ciertos desacuerdos:
Dispuesto a inmolarse, dio la orden de manos a la obra. Acordaron que todos los frentes iniciarían la salida hacia los puntos de donde partirían el 23 de noviembre, más el 22 mataron a Kennedy, tragedia que los detuvo (p.478).
Manolo se decía que ya era imposible dar marcha atrás. La suerte estaba echada. Acompañado de Miguelina, corrigió el Manifiesto de la Insurrección escrito por Polo. Le agregó pensamientos de próceres criollos y del cubano José Martí: “Es criminal quien promueve en un país la guerra que se puede evitar, y quien deja de promover la guerra inevitable (p.482).
Él se veía tranquilo y optimista. Aunque no estuvo de acuerdo con el momento escogido para iniciar el levantamiento, confiaba en que obtendrían el apoyo del pueblo, y a pesar de que la mayoría carecía de entrenamiento, aprenderían a luchar ayudados por los que entrenaron en Cuba: se aprende a pelear en la guerra misma (p.486).
Una acción discursiva capital de Manolo es la conversación en Las Manaclas, luego del alzamiento guerrillero. Disla reconstruye el intercambio en que el líder expresa su estado de ánimo y su decisiones en los difíciles días de marchas y ante la situación insostenible en la que mayoría de los hombres se planteaba la salida de entregarse al enemigo, creyendo que les iban a respetar la vida:
—Manolo le preguntó a Jaime:
—¿Quiénes son los que están con la entrega y quiénes no?
—Todos, menos José Daniel, Polón, Pitafiá, joseíto y Luis Peláez (582).
—Quiero que se lo entregue a mi hija-Y con lágrimas en los ojos añadió-: He tomado la amarga determinación de acogerme a la decisión de la mayoría (p.584).
A la hora del asesinato del grupo que se entregó, encabezado por Manolo:
Manolo explotó de impotencia.
— ¡Asesinos!-les bramo-¡Asesinos! ¡Mátenme a mí! ¡Yo soy el único responsable de todo! ¡Esos muchachos no tienen la culpa de nada! ¡Asesinos! ¡Asesinos! (p.593).
¡Asesinos! ¡Asesinos! ¡Mátenme a mí! ¡Yo soy el único responsable! ¡Esos muchachos no tienen la culpa de nada! (p.594).
¡Asesinos!, ¡Asesinos! ¡Mátenme a mí! (p.594).
¡Asesinos! ¡Asesinos!…
El quinto se lo dio el capitán a Manolo por el costado derecho, de donde salió disparando una hilera de sangre caliente y continua. El líder sólo sintió el golpe de la boca del largo cuchillo al penetrar por completo, rozándole el corazón. La voz se le esfumó y perdió la visión” (p.595).
Esos reclamos de Manolo hacia sus verdugos, en los que él asume toda la responsabilidad, son en la novela de Disla, la expresión del ideologema de tipo ético, heroísmo y martirologio, que ese personaje encarna como ningún otro.
Sin lugar a dudas, Edwin Disla ha seguido muy de cerca en su novela Manolo, de acuerdo con sus propósitos, los acontecimientos tanto fácticos como discursivos protagonizados por ese líder en el accionar revolucionario de los años 1961 a 1963.La ficción ha consistido, básicamente, en imaginar o evocar algunos elementos contextuales que permiten anclar al personaje en su psicología y en su ambiente social: expresiones, datos, gestos, movimientos, etc.
Pero, el aporte más importante de esa obra es permitirnos descubrir-sin que medien razonamientos ni explicaciones, solamente por la secuenciación y los énfasis puestos en los momentos principales de la vida del personaje-las acciones discursivas principales en las que se descubren los grandes ideologemas que constituyen los ejes de su pensamiento.
Nos referimos a los conceptos con los cuales Manolo se identifica en sus primeros discursos: democracia representativa y Dios.
También al marxismo, que introduce en discursos posteriores al emplear tópicos de esa orientación, cuando critica la propiedad privada y la explotación del hombre por el hombre.
Sobre todo, al ideologema principal de su pensamiento, liberación nacional, tal como lo entendieron los expedicionarios del 14 de junio de 1959 en su programa mínimo.
Luego guerra de guerrillas, ideologema que en la novela se enuncia claramente en el momento de la creación de la Infraestructura, se despliega y desarrolla en los intercambios de puntos de vista y decisiones previos al alzamiento guerrillero el 28 de noviembre de 1963.
El ideologema constitución es sugerido cuando se escenifica el momento en que Manolo corrige el documento que expresa las motivaciones del alzamiento guerrillero.
Ese momento culmina en el trágico desenlace del asesinato del líder, que, en forma terriblemente expresiva, se corona en la desesperante exclamación de Manolo ¡Asesinos!, ¡asesinos!, manifestación del ideologema heroísmo y martirologio, que se potencializa en el fracaso del ideal que llevó a la lucha y a la muerte de Manolo.
En base al conjunto de aspectos reseñados en esa obra, se puede afirmar que la novela de Edwin Disla es un documento fundamental para la restauración de los discursos de Manolo y el conocimiento de los tópicos y los ideologemas de su pensamiento.