El dar a conocer a mayor número de personas, tanto a nivel local como internacional, nuestra literatura y a sus creadores, es parte de la Misión del Centro PEN República Dominicana.
Esa tarea se une a ampliar la colaboración con otros centros PEN e instituciones, la amistad y el entendimiento mutuo, la defensa de la libertad de pensar, crear, divulgar e intercambiar información y creaciones, la defensa de los escritores perseguidos, encarcelados o exiliados por sus ideas, todos valores fundacionales del PEN Internacional desde 1921.
Los cuatro tipos de escritores a nivel editorial
Hemos compartido en distintos foros e intervenciones que existen, desde el punto de vista editorial, cuatro tipos de escritores:
1-Los mayormente inéditos, aquellos que publican uno o dos libros con sus propios recursos, pero cuya mayor producción permanece inédita y suele perderse cuando el escritor fallece.
2-Los que autopublican sus obras, llamados escritores independientes y en cuya categoría, junto al anterior, encajamos el 100% de los escritores dominicanos residentes en nuestro país, aunque algunos paguen a editoriales para que les impriman sus libros y pagan figurar, en la portada, el nombre de la editorial en un vano empeño por impresionar. Los escritores dominicanos no tenemos un mercado lector, no hay en RD un circuito de circulación del libro, por lo que no representamos para ninguna editorial una oportunidad.
3-Los publicados por editoriales pequeñas y medianas de alcance limitado, que no suelen ni siquiera alcanzar distribución nacional, cubrir el propio país, por lo cual tampoco trascienden internacionalmente.
4-Los que son firmados y promovidos por las grandes editoriales, que figuran en sus catálogos y son promovidos y comercializados por las editoras, tienen agentes literarios y suelen ser las vedettes (sin ánimo denigratorio), las figuras sobre las que escriben los reseñistas de libros, los dueños de las recensiones y los nombres que prestigian ferias y cónclaves.
El 99% de los escritores en todos los países cae dentro de las primeras tres categorías.
Una tarea que nos toca
Hay un concepto que se ha extrapolado desde la microbiología a las ciencias humanas. Visibilizar. Inicialmente significaba “hacer visible de manera artificial lo que no puede ser visto a simple vista”. El concepto, aplicado a las personas, es por igual, hacer visible a alguien por lo regular pasado por alto. Bien, tenemos que actuar para que nuestros creadores y sus obras se visibilicen.
Ni siquiera en nuestro propio país los escritores dominicanos somos conocidos y, mucho menos, leídos.
La idea escolar de la enseñanza de “Literatura” era el “estudio” de “biografías”, en vez de la lectura, el conocimiento y el análisis de las obras.
Todo eso agravado por el desconocimiento y la falta de lectura de los propios docentes y las carencias y pobrezas de las bibliotecas escolares, allí donde existen. Más la falta de un programa que lleve a las aulas a los escritores para que dialoguen e interactúen con los estudiantes.
Ahí hay un espacio de colaboración entre los Ministerios de Educación y Cultura, con las organizaciones literarias representativas de nuestros escritores, como lo son el Centro PEN Rep. Dominicana, la Unión de Escritores Dominicanos y las demás organizaciones que agrupan a escritores, como los talleres y grupos.
Se han hecho actividades, encuentros, participaciones. No los negamos. Lo que decimos es que hay que instituirlos de manera regular, sistemática, continua y como parte del currículo de enseñanza de la lengua y la cultura dominicanas, de la identidad nacional. Y que las obras de los autores deben ser adquiridas y distribuidas, avaladas por las instituciones literarias (incluyo al capítulo dominicano de la Academia de la Lengua), de forma que los estudiantes desde temprano tengan un conocimiento de primera mano de los autores contemporáneos y sus obras.
Eso es comenzar a visibilizarnos.
Es una tarea que nos toca. Y que hay que asumir.
Ampliar el alcance de nuestra literatura
Si el 99% de los escritores no alcanzan el reducido coto de los que son firmados y promovidos por las grandes firmas editoriales, que en el caso de República Dominicana es el 100% de los autores radicados en el país y casi la totalidad de los radicados fuera del país con dos o tres honrosas excepciones, nuestra responsabilidad como organización literaria es buscar vías de visibilización, proyección y promoción de nuestros creadores y sus obras.
Trabajar incansablemente para que también tengan oportunidad de ser conocidos, valorados y disfrutados. Equilibrar un poco la oferta, por decirlo así.
Es obvio que, como organización, no podemos consagrar al Centro PEN RD a la promoción y proyección de un autor individual. No sería ni justo ni equilibrado.
Nuestro compromiso y nuestra responsabilidad es con nuestra literatura, como cuerpo de obras y creadores.
Ahora bien, al promover en grupo a nuestros autores, proyectamos la riqueza, diversidad, amplitud y fertilidad de nuestras letras, porque habrá una pluralidad creativa que permitirá aquilatar las distintas corrientes que inflaman nuestras prácticas escriturales.
Y cuando mostramos los géneros y subgéneros que trabajan nuestros creadores, por igual.
Bueno es entender, además, que una literatura se proyecta y gana respeto por su conjunto, más que por individualidades aisladas. Es algo que nos cuesta entender, porque los escritores solemos escribir de manera solitaria (aunque casos como Carmen Mola, el resultado de la colaboración de tres escritores españoles de novela negra que ha sido un éxito editorial en España, y muchos otros libros en colaboración, muestran que eso del autor que enfrenta solo el desafío de la página en blanco es una realidad parcial, no general). Los movimientos que han marcado época siempre han sido el resultado de una presencia diversa y plural de creadores, nunca de la acción o el talento de un autor aislado.
Como Centro PEN RD nuestro compromiso no es con individuos, sino con los creadores como conjunto, y con nuestra literatura como un cuerpo de obras que defendemos en su diversidad, pluralidad y riqueza. Y así vamos a proyectarlos.
Las diez iniciativas
Para esos fines, desde el Centro PEN RD nos proponemos diez iniciativas, teniendo en cuenta, recalcamos y dejamos constancia, de que, como institución, no vamos ni podemos ni nos interesa promover a un autor individual, sino al conjunto de autores. A cada autor que lo proyecte y defienda su obra.
Veamos las iniciativas que ya empezamos a implementar:
1-Realizar antologías temáticas, por género y subgéneros. Es importante que cultiven los géneros y subgéneros, pues es un código universal por el que se clasifican los textos. Queremos que los escritores incursionen y produzcan textos noir, fantásticos, de terror, de ciencia ficción, románticos, thrillers, etc.
Y al reunir y difundir muestras temáticas en antologías tanto físicas como virtuales, conectaremos con los lectores que disfrutan estos subgéneros y eso contribuirá a la formación de un mercado lector nacional, tanto dentro de nuestro territorio nacional como con las comunidades de migrantes dominicanos en Puerto Rico, Estados Unidos, España y otras naciones.
Empecemos por nuestros conciudadanos, a los que nos une un repertorio lingüístico, un imaginario cultural, una idiosincrasia, y desde allí expandámonos a otras audiencias.
2-Promover antologías compartidas binacionales o regionales. Ya comenzamos con nuestra primera publicación conjunta con el Centro PEN Puerto Rico, al que nos unen fuertes lazos. Esa iniciativa, que puede profundizarse también con recopilaciones y muestras temáticas por género y subgénero, se puede extender hacia muestras de textos antillanos y caribeños, y publicaciones tanto combinadas entre dos Centros PEN nacionales, como con muestras regionales o latinoamericanas.
Hay maneras en que estas publicaciones pueden financiarse y hacerse circular, promocionarse y lograr mayor alcance. Si unimos experiencias adquiridas, creatividad y entusiasmo, podremos convertir a los Centros PEN de los distintos países en un pulmón por el cual la inmensa mayoría de los autores puedan respirar, darse a conocer y ampliar el radio de alcance de sus obras y su renombre.
3-Incentivar las lecturas conjuntas con otros Centros PEN. Una manera útil de ir acercando a los autores a nuevas audiencias son las lecturas conjuntas, aprovechando las facilidades que las plataformas digitales, las redes sociales y los medios electrónicos nos permiten.
Las lecturas conjuntas nos permiten apreciarnos mutuamente y proyectarnos como diversidad de voces en toda su riqueza.
4-Organizar eventos y actividades, como SEMARD 2025 (Semana del Autor de la República Dominicana). En República Dominicana, el Centro PEN RD por una iniciativa de José Rafael Sosa que endosamos y que, juntos, empezamos a propiciar, estamos en el proceso de celebrar la Semana del Autor de la República Dominicana, SEMARD 2025, a finales del mes de abril, coincidiendo con el Día Internacional del Libro.
5-Elaborar una revista virtual. La edición virtual y la producción de PDFs son una poderosa democratización del trabajo editorial, permitiendo dos cosas: 1. Que cualquier individuo pueda editar digitalmente y 2. Que lo que se edite pueda difundirse globalmente.
6-Iniciar un sello editorial virtual para ebooks. Es importante amparar las publicaciones bajo un sello editorial virtual propio, al igual que físico. Eso, independiente de que se gestionen y logren acuerdos de distribución con otros sellos editoriales mejor establecidos.
7-Instituir Premios y Reconocimientos, incluyendo los mejores libros publicados cada año. Para República Dominicana, es oportuno empezar a instituir premios, reconocimientos y galardones que honren, certifiquen y destaquen a nuestros creadores y sus obras.
8-Postular a nuestros escritores a distintos galardones y premios internacionales y locales. Una función importante del Centro PEN RD es proponer de manera consistente a nuestros escritores y creadores a las distintas distinciones y galardones tanto a nivel nacional como a nivel internacional, tarea que iniciamos en el 2023 cuando postulamos a Efraím Castillo, Mateo Morrison, Soledad Álvarez y Jeannette Miller al Premio Cervantes y a otros más al Premio Hemingway.
Postular manda un mensaje. No hacerlo manda implícitamente otro, y ese segundo ni es justo, ni es sano, ni es bueno.
9-Participar en distintas Ferias Internacionales del Libro. Las Ferias del Libro son espacios claves para la presencia y promoción de nuestros creadores y sus obras. Y por igual, para proyectar las obras que como Centros PEN produzcamos. Y no solo las ferias internacionales, sino también las regionales y provinciales. Estos eventos son valiosos, meritorios y merecen presencia y respaldo. Creo útil compartir algunas de las existentes en Rep. Dominicana, que nos aportó el escritor, editor y gestor cultural, miembro del Centro PEN RD, Luesmil Castor:
1) Feria internacional del libro de SD.
2) Feria del libro de Yuma… 27 al 30 noviembre 2025
3) Feria del libro de Neyba. Octubre 2025
4) Feria del libro de San Pedro de Macorís, noviembre 2025
5) Feria del libro de Sabaneta, diciembre 2025.
6) Feria del libro de Baní, sin fecha definida
7) Feria del libro de Dajabón, sin fecha definida
8) Poesía en el Lago, Cotuí, Miércoles Santo 2025.
9) Festival Poesía en la Montaña. Jarabacoa. Noviembre 2025
10) Festival de la playa, Miches, sin fecha definida
11) Feria del Este 2025, Octubre En San Pedro de Macorís.
12) Festival del Mar, 29 al 31 de agosto 2025.
13) Festival Sur, sin fecha ni provincia.
14) 5 días con la Cultura, Villa Altagracia.
15) Festival Internacional de Narradores San Francisco de Macorís
Faltan provincias por incorporar. Ese circuito de eventos literarios de promoción del libro y la lectura debe enriquecerse, ampliarse y profundizarse. Es el camino más expedito hacia la difusión de nuestra literatura y la proyección de nuestros creadores a nivel local.
10-Establecer una Red de Lectores asociados, impartir Talleres de Lectura Eficiente y tener un programa de Preventas. Este punto congrega varias iniciativas. A la ausencia de librerías, de un circuito nacional de circulación de libros y de acceso a ellos, podemos responder con una red de distribución directa de los libros, aprovechando los mecanismos de transferencias de pago existentes, de promoción virtual y de distribución y envío vía couriers, conformando una red de lectores afiliados.
Igualmente, mediante esa red de lectores (que es amplia y puede incluir a instituciones, empresas y personalidades dispuestas a apoyar a los creadores, y para la que hay que establecer algunos beneficios y privilegios atractivos), se pueden hacer preventas y otras acciones que respalden al creador, al editor y a la literatura.
Por igual, es clave, es estratégico, fomentar la competencia lectora. Para eso, desde el Centro PEN RD, amparado en la bandera de movernos Hacia una Nación que Lee, hemos comenzado a promover los Talleres de Lectura Eficiente. Y vamos a formar los especialistas en lectura eficiente capaces de replicar y entrenar a más y más personas, de manera que creemos una nueva generación de lectores que produzcan la base material a nivel humano para que germinen las librerías y el circuito de circulación y distribución del libro.
Ahí están, someramente explicadas, las guías para ir construyendo un circuito de difusión y circulación de libros y ampliar la proyección de nuestros creadores tanto dentro del país como a nivel internacional.
En nuestra opinión, son viables, logrables y constructivas. No son las únicas. Y siempre serán bienvenidas nuevas ideas e iniciativas para ampliar la proyección, el reconocimiento y la difusión a nivel local e internacional de nuestra literatura, su diversidad, y sus creadores.
Vamos, con esta guía, de manera abierta, flexible y receptiva, a buscar vías de acción conjunta con otras organizaciones e instituciones nacionales, desde el Ministerio de Cultura al Ministerio de Educación, desde la Academia de la Lengua a la Unión de Escritores Dominicanos, UED; desde CEDIBIL a los Departamentos de Humanidades de nuestras universidades, desde la Alianza Cibaeña y a la Sociedad Renovación, desde Amantes de la Luz a la Sociedad Athene de Azua, solo para citar algunas de las entidades, instituciones y sociedades con los que tenemos intereses en común y conviene aunar energías y esfuerzos.
Tenemos un compromiso con eso.
Y ya definidos esos lineamientos, toca ahora, actuar en consonancia.