Desde nuestros ancestros, la familia ha sido la célula responsable de la formación de sus vástagos, inculcar valores que se proyectan en su proceder en su adultez. A pesar de esto, quienes no son reciben dicha formación tienden a mostrar un comportamiento distinto al que se requiere para convivir en sociedad. Esta es la problemática que aborda Emilia Pereyra en su novela Cóctel con frenesí; en la que expone abusos infantiles y sus efectos mentales en la vida adulta.

El texto está contextualizado en la ciudad capital, contada por un narrador testigo, en técnica in media res, compuesta por treinta y cuatro capítulos e igual número de mini relatos, la novela tiene una narrativa dinámica que cautiva rápidamente al lector.

La autora sin alejar al lector de la trama principal presenta zonas históricamente importantes del país, no solo para los dominicanos, sino también para el turista que nos visita, es decir, mercadea nuestro turismo en la narrativa

Cóctel con frenesí muestra realidades comunes a muchos países latinoamericanos donde los gobiernos se lucran de la marginalidad de la mayoría, obligando a los afectados a sobrevivir de las calamidades que trae la cotidianidad.

Burundi es el personaje el responsable de mantener el hilo conductor de la trama, sus recuerdos transportan al pasado, presentando situaciones que permiten una mejor comprensión de su proceder en ese momento. Del mismo modo, los demonios que deben enfrentar quienes padecen algún problema mental, el abuso de poder por parte de las autoridades policiales.

A través de los personajes exhibe problemáticas comunes en la sociedad dominicana. Ejemplificada desde el maltrato infantil, violencia sexual, la autora deja ver la evolución de algunas enfermedades mentales cuando no son tratadas desde que surgen y la negligencia de las autoridades de salud.

La obra es adecuada para humanizar a la población y autoridades gubernamentales para que entiendan el comportamiento y las dificultades que enfrenta una persona que desarrolla trastornos mentales en una sociedad como la nuestra; regida por gobernantes que ignoran sus derechos, en vez de asumirlos económicamente cuando es su responsabilidad, no dejarlos deambular peligrosamente por espacios riesgosos para ellos y los demás.

En síntesis, la obra testimonia las dificultades que padecen las personas con desórdenes mentales en regiones como la nuestra, sin el apoyo de la familia, la indiferencia del gobierno y en ocasiones el maltrato de autoridades. La narrativa humaniza, sin embargo, en algunos capítulos, el nivel lexical resulta un reto en la comprensión para noveles lectores, al final de cada mini relato se siente una leve desorientación de la secuencia temática del capítulo que se leía.

Emilia Pereyra.

A pesar de lo señalado, favorece que por medio de la ficción se muestre lo que es capaz de hacer el ser humano cuando uno de sus órganos principales, el cerebro, no actúa de manera coherente y esperada en un ser humano; y aunque situaciones como estas, no son exclusiva de países en vía de desarrollo, quizás se puedan extrapolar soluciones de espacios que destinan mayores recursos para que estas personas tengan un final digno.

Referencia bibliográfica

Pereyra, E. (2019) Cóctel con frenesí. Santo Domingo, República Dominicana.  Editorial Santuario.

Minerva González en Acento.com.do