(Ilustraciones del Dr. Odalís G. Pérez)
 
Fui de los primeros en leer los originales de este libro de poemas titulado, "Desenfreno, patria y lodo", de la autoría del poeta y militar activo Nicolás Rodríguez Ramírez, ya que era mi compromiso prologarlo; pero por razones de salud, no pude cumplir. Ahora, he vuelto a leer el poemario, esta vez impreso (Editora Luz de Luna, Santo Domingo, República Dominicana. 104 páginas, bajo el cuido de Luis R. Cunillera M.).
Aquella vez, mientras leía los originales de esta obra, al ver el título, me llené de asombro, al encontrarme con aquel título motinero, el cual, de entrada, como que nos convoca a un discurso poético que nos deja la idea de una voz de reclamos, protestas y repudios; pero no, su decir está situado en la esperanza de un mundo más promisorio y más justo.
 
La obra consta de 90 (noventa) poemas breves, distribuidos en tercetos libres, sin métricas, atravesados por una fina ironía golpeante, que se resiste a seguir entre el ser y no ser, encarando la hipocresía de los sujetos.
Aquí, el poeta se convierte en un ciudadano más, común y corriente, pero con la característica de asumir la voz del creador que repudia los constantes traspiés de su patria. Veamos:
"Soy enemigo de los límites transgredidos/cuando ha sido el transgresor /otro ruin/pero muy amigo de lo que transgredí/soy// No soy amigo ni enemigo de nadie/transgresor de pruritos/remilgos y honras/eso sí soy/aquello que no debiera ser// Dizque inicuo y bichos letal/dicen que soy/porque transgredo la transgresión/ y que hago caer en tinieblas/al mismo sol"//. 08-02-2021 (Ver poema titulado "La luz", pág. 17, obra citada). 
 
Desde su discurso poético, se pone en evidencia al sujeto que se mira a sí mismo, para poder ver a los demás. Él se refracta en el otro, desde su poesía, olvidando al militar ciego y vertical de los cuarteles, para constituirse en ciudadano de la patria, de su patria, de nuestra patria. 
 
En estos poemas, el reclamo de un universo más justo, es la consigna poética. De ahí la insistencia del poeta en representar la imagen de los iguales, sin apariencias, ni caretas, tal cual se es y como se percibe en su existencia.
Portada del libro de poemas "Desenfreno, patria y lodo" (2023), de Nicolás Rodríguez Ramírez.
En su poema titulado "Sin fronteras", pág. 40 del libro citado,  el poeta-militar nos dice:
"Quita oh Dios/los límites y linderos/hoy despoja de bienes y muros los contornos//Haz de la geografía una bastedad infinita//Para que nadie pueda poner valladares/ impedir que hombres y animales pasten/y juntos vayan más allá de la periferia//Oh Creador/quita la ciega ambición/la gula//Haz del mundo un paraíso sin fronteras/para que seamos dueños de todo y de nada"//.
 
Al escuchar estos cantos, olvídate de la voz del militar…mira al poeta creador, al filósofo de la ironía, al que asume al hombre, para poner al desnudo sus virtudes y sus flaquezas humanas.
No todo es reclamo, aquí, y desenfreno, y patria y lodo…no. Aquí también el amor fluye desde estos cantos, para recordarnos que hay un sentir de ternura que se resiste a quedar mudo, en este discurso poético. Veamos:
"Plácidas se arrastran por el cause/las aguas/de un riachuelo límpido y feliz/ que sonríe// Y acaricia tiernamente/ la piel de las rocas//Excitante escena/matiza el febril romance/limo se esparce/por las corrientes eróticas/que bamboleando oscilan sin ningún pudor//Roca y cause/susurran suspiro a suspiro/en fría y cálida celada de amor/se aman/y lujurioso el cándido follaje/les mira"//. (Ver poema titulado "Romance", pág 42, de la obra más arriba cita).
Es el decir de quien se siente en el vacío, a sabiendas de que es el amor el refugio y el horizonte de la humanidad y del espacio vital, donde convive, a pesar de los pesares, para seguir existiendo más allá de la muerte.
Este libro es una expresión de desenfreno estratégico, dirigido al rechazo de las manadas que asedian los sanos espíritus que conviven en la mirada imaginaria del poeta. 
 
Rebaños y lobos medran en la manada/por ciudades/pueblos/colinas llanos/pastan/acechan/depredan y engullen//.
(Fragmento del poema "Desenfreno", pág. 49, obra citada). 
 
No es mi táctica citarle el libro completo, pero sí es mi objetivo que usted, amigo lector, pueda valorar los matices rítmicos de este canto, más allá de la sematicidad poética que en la obra está presente. En esa brevedad de sus poemas, pervive un extenso decir estético a la manera del sujeto-autor, quien ha ido cincelando su voz poética, a fuerza de una rígida y constante pragmática creativa.
Aquí se reitera, lo que es ya una marca en la creación poética de este sujeto-autor: Lo humano y sus cotidianidades. 
Las insignias no obstaculizan su mirada hacia nuestro entorno, para incorporarlo a su cantar, desde la brevedad y la simpleza, a sabiendas de que esos importantes detalles escriturales,  no limitan su poética, al contrario, la consolidan, desde la palabra soñada, desde su decir imaginado, desde el filo de sus metáforas.