Entre hierbas y curaciones

Haffe Serulle. Dibujo,

Antes de que el hombre de la carreta desapareciera de nuestra vista, le sonrió a mi madre y le dijo que le gustaría venir a nuestra casa a bendecirla con hierbas que dan paz y armonía a los hogares.

“Cuando usted quiera”, le contestó mi madre.

Nuestro personaje la miró con cariño y le dijo:

“Vendré en unos días, después que recolecte las mejores hierbas”.

En su voz había un dejo sacerdotal. Al recordarlo, me remonto a la antigüedad, cuando a las plantas se les daba otro tipo de valor, como el de proteger el hogar.

Cierto o no, las creencias son más fuertes que la razón y nos llevan a aferrarnos a símbolos y signos que superan los límites de la imaginación.

Las plantas, como sabemos, se han utilizado siempre para curar a las personas y proteger el hogar. ¿Cuáles hierbas habría de usar el hombre de nuestra carreta en su propósito de bendecir nuestro hogar? Yo era muy niño para saber de esas cosas, que solo el tiempo me haría comprender. Aprendí que la hoja de coca, el tabaco y la ayahuasca son algunas de las plantas ancestrales más usadas por curanderos y religiosos.

De joven leí algo tan elocuente que jamás lo he olvidado: “En medio de la selva, en una maloca, entre cantos, rezos y un fuego inmarcesible, las plantas adquieren todo un nuevo significado” (si no menciono el nombre del autor es porque se ha escapado de mi memoria).

¿Acaso sabía el hombre de la carreta que las hierbas se utilizaron en la medicina prehistórica y que ya en el año 5000 a. n. e., la evidencia de que los sumerios usaban hierbas en la medicina estaba inscrita en escritura cuneiforme?

En el año 162, Claudio Galeno Nicon de Pérgamo, más conocido como Galeno, fue un médico, cirujano y filósofo griego en el Imperio romano, que alcanzó fama por inventar complicados remedios a base de hierbas que contenían hasta 100 ingredientes.

Las hierbas se han utilizado durante mucho tiempo en la medicina herbal china tradicional, y su uso se remonta al siglo I y mucho antes.

Los manuales de botánica nos dicen que en India, el sistema medicinal Ayurveda se sustenta en hierbas, y que el uso medicinal de hierbas en las culturas occidentales tiene sus raíces en el sistema de curación elemental hipocrático (griego), basado en una metáfora de curación elemental cuaternaria (serie de actividades que tiene como objetivo evitar, reducir y paliar el perjuicio provocado por la intervención médica (ver: Revista Mexicana de Urología, Vol. 76. Núm. 6).

Los famosos herbolarios de la tradición occidental incluyen Avicenna (persa), Galeno (romano), Paracelso (alemánsuizo), Culpepper (inglés) y los médicos eclécticos con inclinaciones botánicas de América del siglo XIX y principios del siglo XX.

Los productos farmacéuticos modernos son un híbrido de hierbas crudas. Hasta el día de hoy, algunas drogas todavía se extraen como compuestos fraccionados, aislados de esas hierbas crudas. Después se purifican para cumplir con los estándares farmacéuticos.

De manera que hablar sobre la hierba es referirnos al origen de la tierra y a los comienzos de las diferentes civilizaciones. Intentar hacerlo ahora sería quitarle mérito al esfuerzo de decenas de historiadores de la botánica, que en su tiempo trataron de reunir el vasto material didáctico que nos legaron y sería además un despropósito porque nos alejaríamos demasiado del hombre de la carreta, quien, si mal no recuerdo, se presentó en nuestro hogar doce días después de aquel encuentro con mis padres y conmigo. Para sorpresa mía, vino con la carreta vacía, cuando yo creía que sería lo contrario. Sin embargo, trajo con él, colgado del cuello, un bolso de tela con hierbas mágicas que relumbraron en mis ojos.

Haffe Serulle en Acento.com.do