(Ilustraciones de Kilia Llano)
Escribir para niños, no es una tarea tan fácil, como algunos lectores y autores piensan, porque, se trata de un público especial que, en la mayoría de los casos, no está en etapa de dominar la lectura, pero puede ver y escuchar.
"De la A a la Z", del poeta, narrador y dramaturgo dominicano César Sánchez Beras, es una obra para niños y niñas, publicado por la editorial Santillana, Santo Domingo, República Dominicana. Año 2017. Colección o serie Roja, loqueleo. 62 págs. Con ilustraciones de Kilia Llano.
Aquí, el sujeto-autor hace un recorrido por las letras que integran el abecedario de nuestra lengua materna. Como bien lo dice el título de la obra, el sujeto-autor inicia con la letra A hasta seleccionar la Z, para ir escogiendo, los títulos de sus poemas, desde conceptos que, previamente, han sido seleccionados por el autor y que inicien con esas letras de nuestro abecedario.
Con la letra A, seleccionó palabra Areito y organizó un rejuego rítmico, a partir de la palabra y su base semántica y su valor histórico y social, cerrándose en lo que podemos llamar un tratamiento antropológico y cultural. Veamos:
"Según la historia relata
los taínos, gente buena,
hacían una fiesta amena
en frente de una fogata.
Era una tertulia grata
donde todos los menores
escuchaban pormenores
de un libro jamás escrito:
era el ritual areíto
contado por los mayores".
(Ver pág. 6, obra citada).
Sigue con la B, de bohío, y así sucesivamente, centrando su poetizar en una construcción poética tradicional, donde la mayoría de los poemas para niños están organizados en una combinación rímica, donde el primer verso rima con el cuarto verso y el segundo rima con el tercer verso.
La mayoría de esos versos tienen una métrica de arte menor, de ocho (8) o menos de 8 sílabas, siempre procurando mantener una combinación fónica musical y/o armoniosa. Eso hace que esa música, al ser pronunciados los versos, desde una lectura en voz alta, llegue al receptor o al que escucha de una forma agradable, al ser captado su sonido.
En ese truco de búsqueda de armonía rímica y rítmica, el sujeto-autor, en este caso, se ha especializado, y, se ha convertido un destacado decimero nacional.
Cada una de las palabras que se han escogido en este libro, para responder a cada una de las palabras de nuestro abecedario, encierran, en sí mismas, un significativo valor cultural que nos induce a una marcado perfil identitario, respecto a las costumbres de la nación dominicana.
No se trata de un rimar por rimar, sino que hay yn razonamiento previo en la escogencia de la palabra, vmcuya primera letra responde a nuestro abecedario. Aquí todo está previamente planificado, con miras al gozo y al deleite.
Con la letra C, dedicó un poema al casabe; con la letra D, escribió un poema dedicado a Duarte (26 de enero de 1813-15 de julio de 1876): resaltando el valor patriótico de quien es considerado el padre de patria Dominicana, junto con Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez. Veamos:
"Un niño tuvo el gran sueño
de que en la paz o en la guerra
hay que defender la tierra
con bravura y empeño.
Era un pequeñín isleño
que tuvo la gran quimera
de ver antes que otro viera
una nación, un baluarte.
Se llama Juan Pablo Duarte
y fundó la patria entera".
(Ver pág. 12, obra citada).
Se trata de un libro para ser degustado, tanto desde lo visual, por las vivas ilustraciones de Kilia Llano, como por la combinación armónica de sus versus, aparte de los constructivos mensajes históricos y culturales que proyectan en cada poema.
Continuando con las letras del abecedario, el autor sigue con la E, y de ahí escogió la palabra Español, para, desde la lengua, resaltar nuestra identidad cultural y racial, teniendo en cuenta la combinación de razas que conforman al sujeto dominicano, como ente pensante caribeño de habla hispana.
Con la F, el poeta le escribió al flamboyán, resaltando el colorido "de luz florecido". Eso nos acerca a una visión de nuestro paisaje, sus árboles y sus innumerables riquezas naturales.
Al elegir la G, le canta a la garza, exaltado de así, nuestras aves y su actuar desde su color y su volar. Eso nos aproxima a una idea del sujeto-autor de vincular al niño a su mundo, con ideal de que aprenda a amar lo suyo, su entorno geográfico y el universo de nuestra fauna.
Con la H, le canta a la hamaca; con la letra I, le canta a la iguana, pintando con palabras a ese reptil. Con la J, le dedica un poema a la jicotea, y su lento caminar…
Con la K, el Kiosco es el concepto elegido para el poema.Y, es el momento para exponer donde el niño visita, cuando va al mercado, o cuando pasa por algunas calles y compra sus golosinas o un helado.
Es el mundo cotidiano de nosotros, el queda registrado en estos poemas. Es nuestro entorno vivencial, el que se registra en estos poemas. Al momento de seleccionar la L, el poeta le canta al lechón, es el momento para el poeta conllevar, desde el poema para niños, a proyectar los personajes y sus acciones, al festejar los días de carnaval.
Al elegir la M, el poeta encuentra el momento adecuado, para, desde el poema, cantarle al merengue, y recordarnos nuestra música folclórica, como parte de nuestra identidad como dominicanos.
Con la N, le dedica un poema al pueblo de Nagua y a su potencial turístico. Le canta a sus playas, porque le gusta completa, resalta sus cocos y a su gente contenta.
Al tratar la Ñ, le canta al ñame, y aprovecha para proyectar la cocina nacional, con su yautía, sus plátanos verdes, sus papas y cebollas y el sancocho que hierve.
Estamos ante una obra, donde su autor nos deleita con sus rimas, y, en este caso, familiariza a los niños y a las niñas, al sabor de la cocina Dominicana.
Con el uso de la O, el poema le canta al río Ozama y aprovecha para decirnos, que (…) "El ozama corre/parece serpiente/arriba los barcos/ abajo los peces//".
(Ver pág. 36, obra citada).
Con la P, le canta al pico Duarte, a su altura y a la belleza de su paisaje natural.Mientras que, con la Q, le dedica un canto a nuestra Quisqueya. La idea es ubicar los ojos, la mente y la imaginación de sus lectores, ya sean niños o adultos, en la epidermis de lo nuestro.
En esta obra obra se hace lo que se esconde o se deja de hacer en nuestras escuelas. Aquí se pone ante la mirada de los niños y las niñas de nuestro país, lo que tenemos y lo que somos, y, se le dice cómo debemos amarlo y defenderlo.
Al llegar a la R, el sujeto-autor nos sitúa frente a nuestro folclore, nos pone a jugar el "Robalagallina", y, junto con los niños, nos pone a corear y vocear alegres… "Robalagallina"/ a palo con ella…"
(Ver pág. 42, obra citada)
Ya les he dicho, se trata de un libro para niños, donde vualquier adultos queda imbuido en su ritmo, para disfrutar su musicalidad fónica.
Desde el uso de la S, le dedica un canto a nuestro Santo Domingo, y conlleva al los lectores, a conocer de donde somos, quienes somos y por que somos. Hay una base de entrega, para que los niños asuman su razón y conocimiento de Ser y su plenitud de pertenencia, como seres humanos que debemos saber qué somos, por qué y para qué somos.
Para ahondar más en esa vertiente de poner en nuestras manos, nuestro origen, aprovecha la T, para dedicarle un poema a la tambora.
Aquí todos los textos transcurren, desde una estrategia creativa organizada, No sólo con un fin comunicativo, nada más para informar, sino también, para formar y deleitar.
Al elegir la U, lo hace escribiendo un poema dedicado a "La uva de Neiba", del cual, por razones de espacio, les voy a presentar las últimas dos estrofas. Veamos:
(…)
"Al final del año
viene la cosecha
el fruto más dulce
que tuvo la espera.
La familia toda
de nuevo celebra
que tiene en la mesa
Las uvas de Neiba".
(Ver pág.48, obra citada).
Por ética y respeto a mí mismo y a ustedes, no voy a comentar sobre ese poema. Ustedes saben mis raíces, mis amores y desamores, con sabor a Uvas 🍇 de Neiba.
Con la V, el poeta escribe sobre el Valle y sus alturas, su posible río, una loma y algún pastoreo.
Con la w, le canta al deporte de los windsurfistas. Al turismo, al viento, al mar, a las olas y a nuestro turismo. Con la X, le canta al xilografista, como creador o "artista de tinta y papel".
Con la Y, escoge para cantarle a la Yola, y le canta al río, al mar, a los peces, a los cangrejos, al puerto. Y ya como fase final, elige la Z, y cierra su libro con un poema, donde cantándole al Zumbador. Veamos:
"Sobre la tierra la rama
sobre la rama la rosa
sobre la rosa una fuente
fuente de la miel sabrosa.
Vino a visitar la rosa
un alegre zumbador
que realiza su labor
apoyado sobre el viento…
Vino a recoger contento
el néctar de cada flor".
(Ver pág. 58, obra citada).
Cada concepto elegido, a partir de las letras de nuestro abecedario, tiene una breve explicación, al pie de página, lo que me permite expresar que es un libro sustentado en el concepto de deleitar… enseñando, y enseñar…deleitando.