(Fotografías de Odalis Rosado)
El sociólogo, investigador, catedrático y folklorista dominicano Dagoberto Tejeda Ortiz recibió este jueves el reconocimiento 'Guardián de la Cultura' que entrega el Centro Cultural Perelló (CCP), está vez en su sexta edición, coincidiendo con la celebración de los 13 años de existencia de esta importante institución cultural.
Tejeda Ortiz recibió el reconocimiento de manos de la directora del CCP, la artista plástica Julia Castillo, en un rítmico y emotivo acto -celebrado en el auditorio Manuel de Jesús Perelló- al que asistieron amigos y colaboradores del folklorista, así como autoridades banilejas y un selecto grupo de ciudadanos interesado en la cultura y seguidores del trabajo de "Dago".
"Baní era una sociedad hatera: criaban vacas, toros, chivos, ovejas… pero los montes de Baní se llenaron de café y al llenarse de café, se transformó toda la vida urbana".
De esos tiempos de siembra, cosecha (recolección) de café, tendales y la fábrica de café fundada por Manuel de Jesús Perelló (Don Masú): Industrias Banilejas (Induban), Dagoberto recuerda que a los banilejos les quedó el toque de la sirena por los Bomberos de Baní tres veces al día, la cual era la señal para la entrada y salida a la industria de café en una época en la que los relojes no proliferaban en una población mayoritariamente campesina y de escasos recursos. "…entonces el café transformó la vida de los banilejos", dijo.
En su discurso, Dagoberto habló del impacto del café en zonas como Fundación de Peravia y Pueblo Arriba, entre otras.
Según él, Don Masú quiso aportar a la educación del pueblo que tanto le había dado y le donó una biblioteca, la cual fue luego trasladada al Ayuntamiento de Baní. Pero la biblioteca luego resultó pequeña y el patriarca de los Perelló pensó en hacer un aporte más grande: Un centro cultural, el cual cumplió sus trece años de fundado, apoyando al desarrollo y la cultura de toda la región Sur del país.
La actividad estuvo amenizada por el Ballet Folclórico del Ayuntamiento de Baní, la Sarandunga y Los Guloyas de San Pedro de Macorís.
Dagoberto, con 83 años y una vida más amplia y colorida que sus peculiares túnicas o "batolas", informó ante el auditorio que remitió una correspondencia al alcalde Baní para que someta al Concejo de Regidores una moción con la cual se declare patrimonio banilejo los chuines de El Cañafistol, la sarandunga de El Limonar y la fachada del cementerio viejo.
"La sarandunga es la expresión cultural del cimarronaje más importante de República Dominicana", apuntó el investigador en un momento de su intervención.