Hoy,  como lector, me corresponde darme un baño de pueblo o de cultura de tierra adentro…junto a ustedes, amigos lectores.
 Les presentaré mi mirada, en torno al libro de cuentos titulado "Cuentos con sabor a pueblo"-Mis historias para contar-, escrito por el seminarista y sociólogo Jacinto Sención Mateo (Joaquín) (11-9-1971), San Juan de la Maguana. Editorial Santuario. Editora Búho, Santo Domingo, República Dominicana. 81 págs. Año, 2015.
Esta obra, corregida por el Padre Luis Rosario. Con diagramación e ilustración de Emilio Junior Hidalgo (Pirón). Contiene una estructura  temática de once (11) cuentos, agradecimientos y una presentación, bajo la firma del Mtro. Luis Rosario.
 
La cultura popular es la médula que sirve de aliento y soporte a estos cuentos. La tarea de cura, vinculado con la gente, le ha permitido a este autor, asimilar el pensar y el actuar de la gente común, a partir de la cotidianidad de su convivir con gente de los barrios más empobrecidos, económicamente, o materialmente, pero que son millonarios en aliento espiritual y en esperanzas.
Tenemos aquí una cuentística sumergida en el pensar y en el hacer de la mal llamada "gente de quinto patio" de nuestro país. Es nuestro sur adentro, el que resuena en el centro temático de esta narración. 
 
En el libro, la cábala o el presentimiento bueno o malo de que "algo grande iba a pasar", es algo común en ese contexto social. El imaginario popular se extiende a lo largo del narrar y sobre el contexto ambiental, donde participan sus personajes. 
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Es un narrar centrado en cómo piensa y actúa la gente en esos barrios populosos del Sur. De nuestro Sur. Las creencias en asuntos sobrenaturales, brujerías, hechizos o "malos encantos", son los temas abordados por el sujeto-autor, en los once cuentos que integran el formato del contenido temático de esta obra.
 
En cada uno de estos cuentos, hay un narrador-testigo que mira, participa y se anticipa a los hechos, y presenta el acontecer o lo que allí ocurre, desde un tiempo verbal en pasado. El narrador domina todo el acontecer del contexto social y del ambiente en que participan los personajes.
El libro, contiene ilustraciones en blanco y negro, lo que le resta colorido y visión gráfica a esta obra, salvo la portada que está a full-color, representando una casa en un contexto campesino, donde un burro, matas, gallinas, una casa de amplia galería, un sujeto contemplativo y un amplio solar, le sirven de soporte visual a la portada de este libro de cuentos.
 
La obra inicia con un cuento titulado "Supersticiones", comp advirtiendo al lector la temática central  en estas narraciones, ceñidas en el pensar y en el creer del campesino sureño. 
 
Leer estos cuentos es leernos a nosotros mismos, más, si eres sureño y, aunque no creas en esas supersticiones, en algún momento de nuestra vida, las hemos sentido cerca de nosotros, como me pasó a mí, que conviví mi infancia y parte de mi adolescencia, teniendo como compañía y entretenimiento, estos cuentos de fantasías, Bacáses, hechizos, galipotes y fantasmas, todas las tardes y noches, entre grupos de niños, mientras un cuenta-cuentos nos narraba, llenando de asombro y nuevas vivencias, nuestro corazón. Veamos:
          "Su madre tenía el presentimiento de que algo grande iba a pasar en la familia y ese día muy temprano, sin que el sol hiciera presencia todavía, se lo hizo saber antes de marcharse a su trabajo".
                    ("La Supersticiones", pág. 11. Obra citada).
 
El presentimiento, la elección artística cabalístico, el presentimiento de los hechos y las creencias en el más allá permean la narratividad del sujeto- narrador en estos cuentos.
 La cultura popular dominicana
 y su influencia directa en nuestra sociedad, más el accionar de nuestros innegables genes africanos, fluyen aquí,como parte del entramado estético que sirve de plataforma a este narrar.
 
Estamos ante un libro que se proyecta como una visualización de una parte de nuestras creencias y de nuestro imaginario popular. Hay aquí un referente en torno a nuestras identidades, desde  la narrativa.
El sujeto-creador, recurre a su praxis como sociólogo y a su discurrir de cristiano practicante, como seminarista con oficio de cura, orientador de jóvenes y familias.
 Es el saber y el pensar de la gente pueblerina, como yo y como el sujeto-autor de esta obra, lo que se impone aquí, para poner ante nuestra vista, una secuencia de once cuentos marcados por un mismo bloque temático, centrado en las creencias de nuestra gente, como parte de una cultura judeo- cristiana, caribeña y tropical.
Este es un libro de cuentos que surge de las entrañas de nuestros barrios más pobres de San Juan de la Maguana. Su discurso narrativo traslimita la cotidianidad particular de nuestra gente, para simbolizar nuestro hacer y nuestro pensar, desde la acción creativa de su narrar, desde un enfoque propio de la antropología cultural y literaria.