Palabras centrales de la inauguración del Festival

Proyecto Literario CuentaRD: la cristalización de un sueño

Queridos escritores, artistas, amigos…

En un emotivo recorrido por mis archivos personales y por la web, pidiendo las palabras al universo para este día, como suelo decir, enamoré a la lupita del buscador de la PC y a la barra erudita de san Google, con un nombre, y ellos me devolvieron en pocos minutos los casi incontables episodios de una historia de amor, pues es ese, y no otro, el apelativo que mejor describe al proyecto que hoy nos convoca y nos da este regalo. Tan es así, que hoy estamos reunidos en su nombre, en nombre de ese amor, dando a la luz acaso al más grande y hermoso de los hijos nacidos de él: un festival de escritura dominicana.

Lo que puse en la lupa y en la barra de Google, como sospecharán, fue una palabra: Cuenta, soldada firmemente a dos letras: RD. Eso bastó para que se llenara la pantalla de temas literarios, de fotos, de entrevistas, de noticias, de hallazgos poéticos, de talleres, de nombres entrañables, de listas de novelas, de reseñas…

José Arias, autor de Marginalia.

Muchos de los párrafos finales de esas notas de prensa, o diálogos, han llegado a convertirse, para mí, en estos cinco años, en poesía. Su altura de miras, su proyección, su alcance, su humanismo, me sigue emocionando como el primer día en que se proyectaron. Uno de estos finales,  escogido al azar, dice: “CuentaRD es una plataforma que busca desarrollar un cambio social, mediante la literatura, con el objetivo de ayudar al crecimiento cultural, intelectual y espiritual en los dominicanos”. ¡Fíjense ustedes! Este es un presupuesto tan ambicioso, que, visto desde el escepticismo, pareciera escrito durante un rapto de delirio. Sin embargo, ¿hemos avanzado en ese camino y en ese alto objetivo? Una parte increíble de esa respuesta somos todos nosotros, ahora mismo, aquí.

Por eso hablé de amor al principio, porque es él quien pare maravillas. Un nombre, una joven, una dominicana, es el denominador común de todo esto, y el alma y la fuente primera de ese sentimiento: Roxanna Marte, para quien pido un fuerte aplauso.

Me parece escucharla, todavía, hace ya más de cinco años, cuando se unieron nuestros caminos gracias a esas mismas pasiones: “Profe, yo quiero hacer algo por mi país. Profe, yo amo a este país, y a la literatura. ¡Profe, hay que hacer algo, desde la literatura, por mi país!”.

Y así nació. Ella le puso nombre, ello lo soñó, ella lo alimentó como a un niño. Su mente inquieta, su profundo amor por su tierra y por la literatura, su inteligencia, su increíble capacidad de trabajo, su tesón y absoluta resistencia a rendirse, a pesar de los tantos reveses, pero, sobre todo, su vocación de servicio, de ser útil, de ayudar a encausar vocaciones, nos ha traído hasta esta cosecha que, pueden estar seguros, solo comienza.

Rey Andújar.

En esos tiempos fundacionales, fuimos a todos lados llevando la buena nueva de esta semilla, incluso a programas de farándula y show, donde un mensaje así podría desencajar. Pero eso no importó. Queríamos dar a conocer este sueño, queríamos hacer talleres en las escuelas, comenzar a sembrar literatura entre los pequeñines. Nos parecía que era lo más inteligente, y lo más sabio. Y así lo defendimos, con tesón, cuando no pocos preguntaron, a veces, incluso son sorna, como si de un par de ingenuos se tratara. En un reputado programa, y una no menos reputada figura, nos preguntó una vez, a bocajarro, y luego nos dio su acre visión fuera de cámara: “¿Y cómo piensan vivir de esta vaina?” Cómo quien dice: “¿Para qué sirve esto?”

Respondimos entonces, limpiamente, porque estábamos, lo seguimos estando, llenos de deseos, y de respuestas: “Vamos a hacer talleres”, dijimos. “Vamos a trabajar. Vamos a buscar soluciones. Vamos a crear”. Creo que lo hemos hecho. En el interín, crecimos, maduramos, escribimos, nos pusimos en disposición de ser útiles.

Ángela Hernández.

Hay que reconocer que la vida atrapa fuerte, y que aquella visión pragmática planteada por el periodista era tan cruel y certera como una bala. Hay que reconocer que a veces Rox se quedó sola o no todo lo bien acompañada que merecía, sobre todo por mis largos periodos en Cuba; pero, 5 años después de aquel 21 de junio de 2018 en el cual dimos a conocer al país, en la librería Cuesta, este proyecto, CuentaRd ha realizado decenas de actividades en forma de talleres, conversatorios, micrófonos abiertos, charlas, conferencias, y ha graduado a más de 75 escritores en sus numerosos programas, y brindado asesoría y ayuda a más de un centenar.

En este quehacer, y en este camino, nos ha acompañado gente talentosa y maravillosa, algunas de las cuales aún permanecen dando apoyo, y confiando en este sueño, y, especialmente, en Roxanna Marte: María Carla Picón, Elizabeth Villamán, Siddhartha Mata, Ariel Vargas…, y otros muchos que van sumándose cada día. Bastaría mencionar los nombres incluidos en el programa de este Festival. ¿Qué mejor muestra? Ya no somos dos gatos, ni tres, ni cuatro…

¿Qué quiere CuentaRD, que sigue persiguiendo, por qué trabaja? CuentaRD quiere defender y dar a conocer, en primer lugar, la labor de los escritores dominicanos, sus obras, su dignidad, su derecho a estar y a sumarse sin complejos al universo literario regional y mundial, sin exclusiones, sin cotos cerrados, sin discriminación. A Roxanna le gusta mucho una frase que circula por ahí y que no sabemos a quién atribuir, y que dice que escribir en el Caribe es un acto de heroísmo. Es una frase hermosa, sin dudas; entiendo que a veces la usa como un mantra. Caribe y literatura. La misma belleza, la misma profundidad… Eso somos también, y eso queremos poner en valor, con todo orgullo.

Pero, para ello, es preciso, imprescindible, trabajar en equipo cerrado, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes, para usar ese símil martiano. O vamos a decir mejor como la plata y el oro en la cordillera central. Es preciso crear un ecosistema integrado de trabajo para poner en valor a los escritores y a la literatura dominicana, hace falta aunar voluntades, ayudarnos los unos a los otros, apoyarnos, como hoy, como ahora, en este mismo instante y en este festival. El camino está abierto a nuestros pies, CuentaRd ha abierto la trocha, y marcado el sendero a seguir.

Mil formas hay de ayudar, de aupar, de coadyuvar, miren no más los bellísimos nombres de los patrocinadores de este Primer Festival de Escritura, a quien queremos agradecer de todo corazón en nombre de CuentaRD y de la literatura dominicana: Litevisual,  Nuevas Tierras Ediciones, CognitivaRD y Dominican Writers, para quien pido también un fuerte aplauso.

Roxanna querida, aquí tienes al fin a esta maravillosa criatura literaria, ¡tu Festival, el festival de Todos! Gratitud, es la mejor palabra, y la más honda.

Quiero concluir estas palabras con la afirmación de una certeza nacida con los años. Es esta: si alguien me preguntara ahora, como hace cinco años, ante cámaras, para el mundo: pa qué sirve una vaina de estas, un sueño de estos, no suspiraría como la vez primera, escogiendo con mucho cuidado las palabras, sino que respondería al instante, con mi mejor sonrisa y sin sombra de duda: “Para amar, esta vaina sirve para amar. Para eso sirve. ¿Quieren más?”.

Gracias, Roxanna Marte, gracias a todos ustedes, y disfrutemos del Festival.