Para mi amigo Raúl Abinader
Da vueltas y vueltas. Te empequeñeces. Eres el pingüino que en un patín traza el Bosco y hay que imaginarse al Bosco tomándose algo caliente luego de esas horas frente al lienzo. El disco da vueltas. No sales de la magia del disco dando vueltas y tú cada vez más hormiga.
Suena "Girl from the North Country". Ya lo sabes: Dylan y Cash. También lo sabes: patinas en alguna tarde cruzando el puente y rumbo al Ensanche Ozama para ver qué pasaba en los predios de Raúl y de Josefina Abinader, nombres que igualmente podrían ser el tuyo, oh desocupado lector.
Es riesgoso un Dylan sesentero en los momentos del atardecer de marzo. No sólo es Dylan: son las carátulas de sus discos desperdigados por tus amigos, por tardes de tabacos y ansiedades ya redimidas.
Pero esos discos de Dylan se van multiplicando como tus problemas por la cinta de Moebius.
Discos, libros, citas, palabras, frases, colores, olores, todo te va amueblando alguna habitación todavía iluminada en tus neuronas, algunas por bajar o por subir o cruzar por Santo Domingo.
Tantas cosas y tantas instancias donde todo se va confluyendo en 3 minutos y 40 de una canción, o lo que es lo mismo: momentos hermosos volviendo a salir por alguna lámpara de Aladino en alguna tienda de discos viejos.
Se navega. La brisa a estribor te da en plena cara. En la mesa quedan tragos. Hay que recoger algunas hojas del patio. Pero tampoco es que ya sea hora de irse. La mesa ya no tendrá su mantel de plástico. Tus pasos ya no sonarán en otra esquina remota, como en el poema de Paz: sólo llegará hasta tus oídos.
Se parte para otra tarde, alguna esquina en el Donwtown, mientras tu hermana se ha esfumado en Santo Domingo y tu otro hermano en Miami ya se ha unido a coros de ángeles en el Día de San Cristóbal.
Tocas la guitarra, sigues tratando de devolvernos tu Silvio Rodríguez de siempre, tu alegría de siempre, pero no te preocupes en cantar, querido Raúl, que igual siempre habrá deseos de darte larguísimos abrazos, bajar por la Hostos en esas tardes de hablar pendejadas y al final esperar vuelva el otro sábado para lo mismo.
Ya sabes, mi querido, que ahora está sonando "Shelter from the Storm". Espero te guste.
Miguel D. Mena