La historia, escrita por la Dra. María Amalia León, nos habla de un pequeño y alegre Gnomo quien, con su compañera la cotorra Ciriaca, vivía en una gruta, frente a la Laguna de Cabral, en el pueblo de Polo, Barahona. Tenía unos poderes especiales, que le hacían ver y saber cosas, por lo que era respetado por todos los animales de la zona. Con su rojiza cabellera, o más bien su “greña”, se desplazaba con agilidad entre los árboles…
“Peregrino de ocupación y errante de vocación había recorrido, una y otra y otra vez, todos los bosques de la Sierra de Bahoruco”.
En su narrativa, la educadora, escritora, doctora en filosofía y lenguaje y gestora cultural, nos lleva como el viento por un recorrido a través de la tierra, la naturaleza, la historia y la cultura dominicanas, pero también, por las palabras. Palabras que nos mueven a pensar qué le ha pasado a nuestro mundo.
Con su peculiar personaje, podemos irnos muy atrás, hacia nuestros ancestros, los taínos, y encontrarnos con la vida del bosque, la sierra, la montaña y el camino del río.
Gnomo se alimentaba de piñones, huevos de garza y tuna, pero a veces también de maíz preparado como chenchén. Por las noches, su compañía era la lechuza Orejita, que le avisaba de la aparición de la luna llena, lo que señalaba el inicio de una ceremonia, donde el protagonista entraba en una especie de trance. Este ritual era perfumado por alelíes y orquídeas negras, y presenciada por la cigua amarilla.
Una de esas noches de luna, fueron pasando uno a uno los animales, con sus respectivas emociones o necesidades: Un torico desesperado porque confundía la luz y la oscuridad, un caracol que sufría de depresión al ver sus colores palidecer ante las lluvias incontroladas, o el solenodón que había perdido el olfato por el humo de la zona. Uno tras otro recibían una especie de brebaje para solucionar su situación.
Sin embargo, la más alarmada fue la cotorra Ciriaca, que gritaba lo que había visto en un sueño, o más bien pesadilla: una masa gris que arropaba todo y hombres y mujeres de todos los colores, huyendo.
El lenguaje empleado por la autora es intenso, así como la llama que arde en un bosque:
Y a lo lejos: ¡fuego!, un gran fuego, la tierra abrasada, quebrada por la fiebre que arrasaba sus entrañas.
Pero, en medio de toda esta visión, a través del personaje de Ciriaca, nos muestra el origen del problema:
¡Son los troncos quemados de nuestras lomas! ¡Atrás no queda nada, por los alrededores no queda nadie! ¡Todo está devastado…!
Entonces, una mariposa, posada en el dedo índice de Gnomo, nos da la respuesta: En su ala izquierda, la pesadilla del fuego presenciado por la cotorra, mientras que en su ala derecha, es toda una oda a nuestra diversidad de colores…
…Neblina, los mismos hombres, mujeres y niños, distintos todos, abriéndose paso entre nubes de espuma, unos blancos como la magnolia, otros mulatos como el azúcar parda, algunos tan negros como un café recién “colao”.
Aun así, la clave está precisamente en el cuerpo de la mariposa:
¡El cuerpo de la mariposa… es el cuerpo de nuestra MADRE TIERRA!… que late, transpira y gime el dolor de la impotencia y la incomprensión. Pues ante su ofrenda sagrada de vida hemos cerrado los ojos, los oídos… y sobre todo el corazón.
Esta historia, entre sus simbolismos, imágenes poéticas y palabras diversas, podría ser un mapa del tesoro, una ruta en clave para apreciar lo valioso de nuestros recursos, que nos lleve a nuestros orígenes, en esa búsqueda constante de entendernos y entender el mundo. La respuesta que hallemos dependerá de que podamos abrir nuestro corazón, y todos los sentidos, ante el gemir de nuestra tierra, y que juntos, aun con nuestras diferencias, luchemos por ella hasta que sea la casa cálida, fresca y acogedora que todos necesitamos.
Cuando el viento habla…
León, María Amalia. 2010. Fundación Propagás. Serie Reserva de la Biosfera. Santo Domingo
Ilustraciones: Tania Marmolejo
Este libro cuenta con un rico glosario de vocablos que facilitan la comprensión del lector.
Greña: Pelo alborotado y enmarañado
Chenchén: Plato típico dominicano, hecho a base de maíz
Cigua amarilla: Ave endémica de la isla Hispaniola
Torico: Ave nocturna de la isla Hispaniola
Solenodón: Mamífero endémico de la isla Hispaniola.