El artista plástico Cristian Tiburcio informó su decisión de desvincularse del Monumento a los Héroes del 30 de Mayo, tras meses de controversia en torno a la pieza y su restauración.
A través de un comunicado, Tiburcio lamentó que el mantenimiento de la obra, de la autoría de Silvano Lora, suscitara polémicas y desavenencias "cuyo resultado ha sido el estado deplorable en que hoy se encuentra, poniéndolo en peligro de desplome y desaparición".
"He tomado la lamentable y triste decisión de desvincularme por completo de la obra, con la única esperanza de que mi acción contribuya positivamente a poner fin a cualquier controversia o malestar que mi insistencia en intentar restaurar el monumento hayan podido ocasionar, dejándolo en manos de las autoridades encargadas de salvaguardar nuestro patrimonio histórico y artístico", indicó el artista plástico.
Señaló que, por esa causa, dejará el tema "en manos de las autoridades, del pueblo y de la familia Lora" para que busquen el mejor desenlace "antes de que se pierda por completo esta magistral obra que, lejos de ser lo que es hoy, debería ser orgullo de todos".
Declaración de Cristian Tiburcio
Cuando en 1991 fui contactado por el maestro Silvano Lora, por recomendación de mi gran mentor y guía Cándido Bidó, para trabajar en el proyecto del Monumento a los Héroes del 30 de mayo, me sentí honrado de poder ser parte de tan importante e histórica obra. El maestro Lora, consciente de que la ubicación del monumento a orillas del mar lo harían susceptible a los embates del salitre, los vientos y el sol, y reconociendo mi trayectoria como ceramista, me encomendó la tarea de ejecutar su diseño utilizando mosaicos de cerámica que pudieran resistir los efectos de la geografía y el clima. Dicha tarea la llevé a cabo con gran amor y dedicación, haciendo realidad la visión del artista y dándole mis propios toques de estilo y creatividad.
Luego de su inauguración, en dos ocasiones fui encomendado por la Cámara de Diputados para hacerle intervenciones al monumento para restaurar muchas de las piezas de cerámica que se fueron cayendo por deterioro normal al igual que por la práctica de algunos desaprensivos de usarlo como campo de tiro, quebrando muchos de sus elementos y poniendo en peligro su integridad física.
Sin embargo, desde que los legisladores de esa época reconocieron que no había nadie mejor para restaurar el monumento que quien lo había creado, mis intentos por contribuir nuevamente con su restauración han sido infructuosos. Su mantenimiento ha suscitado una serie de polémicas y desavenencias cuyo resultado ha sido el estado deplorable en que hoy se encuentra, poniéndolo en peligro de desplome y desaparición.
Es por eso que he tomado la lamentable y triste decisión de desvincularme por completo de la obra, con la única esperanza de que mi acción contribuya positivamente a poner fin a cualquier controversia o malestar que mi insistencia en intentar restaurar el monumento hayan podido ocasionar, dejándolo en manos de las autoridades encargadas de salvaguardar nuestro patrimonio histórico y artístico.
Mi respeto por el maestro Lora, por la gesta patriótica que conmemora este importante monumento, y por mi trabajo hacen que prefiera dejar este tema en manos de las autoridades, del pueblo y de la familia Lora para que busquen el mejor desenlace antes de que se pierda por completo esta magistral obra que, lejos de ser lo que es hoy, debería ser orgullo de todos.
Me complacerá seguir dedicándome al funcionamiento y crecimiento de la Casa Museo Cristian Tiburcio en mi natal Bonao, donde los visitantes nacionales e internacionales han estado acudiendo durante más de una década para disfrutar de mis obras artísticas, incluyendo las de cerámica, hierro, madera y óleos.
Quisiera desearles a quienes se encargarán de rescatar el Monumento a los Héroes del 30 de Mayo los mejores éxitos para el rescate del mismo. Como siempre, estaré disponible para cualquier esfuerzo que contribuya a honrar la memoria de los héroes ahí enaltecidos y el legado artístico del maestro Lora.