«¡Machete, carajo! Todo sobre Santana» es la biografía del general Pedro Santana (1801-1864), escrita por José Miguel Soto Jiménez (Santiago, 1956), quien conoce como pocos la trayectoria vital del hatero convertido en jefe militar y luego en mandatario, cuyo carisma, coraje y autoridad hicieron posibles la consolidación de la Independencia Nacional y la expulsión definitiva del invasor haitiano, a golpe de cruentas batallas, libradas en los campos y ciudades del interior por gente del pueblo: las muchedumbres de seguidores incondicionales que le obedecían ciegamente.
Los hilos de la trama los teje y deshila el «machete» del guerrero nacido en Hincha en 1801, y en cada capítulo asistimos al despliegue de los mecanismos interiores de su personalidad; sus hábitos cotidianos, sus pasiones amorosas («La venezolanita, 1845»), sus debilidades y sus fobias, y las hazañas de aquel indomable luchador, definido, entre otras muchas cualidades, como honesto, enigmático, callado, ignorante, abstemio, terco, implacable con sus adversarios hasta el desvarío más irracional, quien llegó a tronchar las vidas de María Trinidad y Francisco del Rosario Sánchez, Antonio Duvergé («La mala hora de Antonio Duvergé»), entre otros; pero indulgente y generoso con sus más cercanos colaboradores y sus protegidos, sus compadres, ahijados y peones («Yo soy el que soy»).
Hay segmentos de la obra muy esclarecedores, que amplían las investigaciones de ilustres predecesores como don Emilio Rodríguez Demorizi, arrojando Soto Jiménez luz adicional, sazonada de anécdotas, refranes y dichos populares, sobre los misterios insondables de ese tozudo combatiente que, después de garantizar con su machete invicto la soberanía nacional, cometió el imperdonable yerro de anexar la patria en 1861 a España, una metrópoli decadente que no podía sostener con dignidad la tutela de un pequeño país tan pobre como el nuestro, solo para recibir el título de Marqués de las Carreras, otorgado por la reina Isabel II en reconocimiento a su acción en favor de la metrópoli.
Ese solo error le costaría muy caro al general Santana, siendo execrado por valientes coetáneos que le adversaban y por muchos patriotas que condenaron la entrega del país. Nadie pudo hacerlo cambiar de opinión antes de dar ese mal paso, ni siquiera los razonamientos disuasorios de monseñor Fernando Arturo de Meriño. Salvo el retrato del general Gregorio Luperón en sus «Notas autobiográficas», lo que ha caído sobre la memoria del general Santana es el peso de la ignominia y el repudio casi unánime, siendo vilipendiado por la posteridad, porque muchos no le perdonan todavía, bajo ningún alegato o excusa, su alevosa traición a la patria, y hoy claman a gritos para que sea exhumado ‒expulsado sería el término más justo‒ del Panteón Nacional, donde sus restos no han podido descansar en paz desde que fueron llevados allí.
Habría mucho más que comentar sobre este libro, «¡Machete, carajo!», del militar, historiador y escritor José Miguel Soto Jiménez, que recomiendo leer, estudiar más bien, porque, a través de su mirada totalizadora, su incisivo relato histórico, que no ficción, se convierte en un ensayo atractivo y dinámico, escrito en su inconfundible estilo, el cual fluctúa, como siempre, entre lo popular y lo culto. En fin, se trata de una elocuente narración de mucha actualidad sobre la vida y las acciones del general Pedro Santana, un gobernante alabado y despreciado con similar intensidad, pero ignorado en su compleja catadura moral y sus decisiones. Pero lo más penoso es que, ciento cincuenta y nueve años desde su muerte, permanezca casi desconocido para la mayoría de las presentes generaciones. (21/08/23)
Jose Miguel Soto Jiménez
¡Machete, carajo! Todo sobre Santana
Santo Domingo, Impresora Soto, 2023