Clodo, Clodomiro. Mi jefe de redacción en el antiguo y vital periódico El Sol cuando era pasante. El Sol, escuela de periodismo y vida.
Siempre recuerdo una de sus expresiones cuando el cierre del periódico se retrasaba : "Jódete Clodomiro, para eso viniste al mundo". En esos tiempos análogos, manuales y casi artesanales, cerrar un periódico era una labor, una tarea eléctrica, un tren sin estaciones. Es bueno recordar aquí que la tecnología que conocemos en estos días turbulentos y extraños no existía .
Cerrar un periódico a finales de los 70s era una expedición en alta mar con la tormenta en contra. Clodo, Clodomiro era un amigo de mi padre , Fermín Arias Belliard (creador de los Pique y Sin Pique por Radio Popular… humor político del bueno en la radio. Locutores de la tal de Pedro Pérez Vargas y Jorge Herrera teatralizaban con sus voces el guion de mi padre que en la gloria esté).
Clodomiro leyó el embarre de dos cuartillas . “Ahh pero mira, lo hiciste bien. No escribas más. Saca el papel y entrégamelo”.
Clodo, Clodomiro y yo teníamos diferencias, encuentros y consensos. ¡Un gran gestor cultural ! En la revista Vetas me ofreció la oportunidad de publicar una entrevista al amigo e intelectual Fidel Munnigh sobre la tecnología y su incidencia en el futuro.
En la redacción del Sol, de Clodomiro, laboré como Un reportero, novato, acabado de sacar de los hornos académico. Lo más parecido a un gatito recién nacido que mamá gata todavía lo ayuda a tomar leche y a estarse tranquilo, gatito, que la vida que viene es dura. Duerme.
Mi primera prueba de fuego, en la que Clodo me ofreció la oportunidad de cubrir una actividad de envergadura, más allá de las notas de prensa y los refritos, fue la Feria del Libro de 1987 en la Plaza de la Cultura.
Si mal no recuerdo, al presidente Balaguer en esos días le iba a montar una huelga en la capital de esas que paralizaban la ciudad: quemadera de gomas, tiros, basura en la calle, muertos de los más jodíos, como siempre y amenazas de extender el paro de labores más de 24 horas.
Toda la prensa nacional estaba atenta a la llegada de Balaguer al Museo de Hombre Dominicano, lugar previsto para la ceremonia protocolar de apertura a la Feria.
Pues quien suscribe, abandonó la “yuca” de los reporteros esperando a Don Elito y cometió el error de recorrer los estantes de librerías cercanas al Museo.
Suerte a Tatica, a Santa Marta La Dominadora y a todos los luases y divinidades de los inframudos que la veterana periodista Juana Rubio divisó mi distracción y me jaló por un brazo “Mete la grabadora en la cara de Balaguer, muchacho del carajo ¡ y graba todo lo que diga , juyeeee ¡
Así mismo lo hice. Sudado y presuroso llega a la redacción. Transcribí en la maquinilla todo lo que dijo Balaguer de la huelga que ahora no recuerdo.
Clodomiro leyó el embarre de dos cuartillas . “Ahh pero mira, lo hiciste bien. No escribas más. Saca el papel y entrégamelo”. Casualidades de la vida. Aquí le decimos chepa.
Ya estamos en el futuro. Ya se fue Clodo. Ya nos iremos nosotros. Llegarán las horas. Paz para Clodomiro Moquete @virginiaMoquete