Hoy les traigo esta interesante entrevista con un talentoso joven escritor santiaguero, Ryan Santos. Pero antes de leer sus respuestas, conozcamos un poco sobre él.
Ryan Bladimir Santos Roque (Salcedo, provincia Hermanas Mirabal, 20 de septiembre del 2000). Estudia Educación Primaria en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), recinto Santiago. Ha sido animado, reconocido y felicitado por numerosos escritores, críticos y poetas de país y el extranjero. Su cuento Ensueño, fue uno de los seleccionados para participar en la cuarta edición, que cada año realiza la editorial de Colombia MME, siendo premiado por ser el mejor escrito de dicha obra antológica. Pertenece al taller literario Virgilio Díaz Grullón de Santiago, cuyo director es el poeta y gestor cultural Enegildo Peña, igualmente forma parte de la tertulia literaria Miercoletras, dirigida por el laureado poeta y ensayista Juan Matos.
Gerson Adrián Cordero: ¿Qué te inspiró a comenzar a escribir y cómo has desarrollado tu estilo personal?
Ryan Bladimir Santos Roque: Bueno, en realidad no creo que exista una inspiración como tal que nos guíe en este maravilloso mundo de la literatura. Toda grande obra todo es producto del arduo trabajo. Aunque considero que dentro de todo este entramado existe más bien una influencia de alguno que otro autor que nos deslumbra verdaderamente hablando. De esos autores debo destacar a mis dos cuentistas favoritos. Uno de ellos sería Julio Cortázar (a quien considero el cuentista más sólido y versátil que ha procreado Latinoamérica), y a Virgilio Díaz Grullón, quien para mí es el cuentista más extraordinario que ha pasado por la historia de nuestras letras, aunque considero que como otros autores de la literatura dominicana no ha sido tratado como verdaderamente se le debe honrar.
G.C: ¿Cuáles son tus principales influencias literarias y qué obras han marcado tu camino como escritor?
R.S: ¡Ahora sí, hablemos de influencias y no de inspiración! Bueno, además de los autores que te he mencionado en las líneas anteriores, podría mencionar unas cuantas obras y autores que han sido oro disuelto entre palabras para mí. A continuación las siguientes obras:
- Pedro Peix, todos sus cuentos.
- Marrero Aristy, Over.
- Gustave Flaubert, Madame Bovary.
- Jorge Luis Borges, todos sus cuentos.
- Juan Rulfo, Pedro Páramo.
- Carlos Fuentes, Cumpleaños y Aura.
- Mary Shelley, El Inmortal (cuento), y Frankenstein.
- Roberto Bolaño, Los Detectives Salvajes.
G.C: ¿Cómo abordas el proceso de creación de personajes y qué importancia les das en tus historias?
R.S: Tú, hermano Gerson, que has estado conmigo en gran parte de mi proceso literario sabes lo exigente que soy para crear historias. Me vale nada quemar un cuento completo por el simple hecho de no sentir que la estructura de mi historia no rompió en dos mitades el cerebro de su lector. Para mí, un personaje no está en una historia por el simple hecho de darle vida a un tal Príamo Neruda por ejemplo, sino que, más bien para mí un personaje en un cuento debe de tener una personalidad sumamente concreta, un pensamiento, un comportamiento que lo haga auténtico, vida propia. Cada personaje es una vertiente del relato, que lo va conduciendo progresivamente.
G.C: ¿Qué temas o mensajes te gustaría explorar en tus obras y por qué son significativos para ti?
R.S: Aunque yo soy más un escritor de literatura experimental, hay una serie de temas que me gustaría tratar más entre mis relatos. Uno de ellos sería la conexión del hombre con ese futuro incierto que le espera, producto de estar sumido en un mundo completamente plagado de tecnologías y demás. Me gustaría seguir ahondando sobre la infinidad de los sueños. Como es sabido, los sueños son un gran enigma. Considero que todavía no se ha dado con una teoría contemporánea que de con una concepción concreta del mismo, obviamente respetando lo que ya han planeado un sinnúmero de pensadores desde Carl Jung hasta Sigmund Freud. Esos son de los temas que más me gustaría explotar del todo, y esto por el simple hecho de que es el futuro que nos vigilia desde las redes de los siglos.
G.C: ¿Cómo manejas las críticas en el mundo de la escritura, y qué consejos darías a otros escritores jóvenes?
R.S: En la República Dominicana no hay una crítica como tal. La crítica lleva un proceso sumamente riguroso a seguir, es un arte. No todo el mundo puede ser un crítico literario. Y menos aquí en nuestro terruño, donde se leen entre los mismos amigos y hacen una especie de crítica que a veces uno cree que está leyendo a la reencarnación de Virgilio Díaz Grullón o de Borges para citar unos ejemplos. Pero personalmente me quedo con las pocas críticas constructivas que existen. Son jeringas entre selvas, pero las hay. En cuanto a los jóvenes escritores, ya sean contemporáneos míos (que son muy pocos, ya que yo pertenezco a la última generación de jóvenes escritores), como a otros que conozco y sé que harán una buena obra en un futuro no muy lejano, les insto a que trabajen sus obras con esmero y obvien las famosas Críticas Dominicanas, que si un texto tiene un exceso de mierda —que es la terminología que utilizaba el gran Ernest Hemingway para referirse a esa parte sobrante de un manuscrito— la eliminen entre ustedes mismos, siendo sus críticos más feroces, aunque con esto no estoy diciendo que un tercero no aporte nada a una obra literaria, no quiero que se malinterprete. Creo que hasta aquí te he respondido lo que me has preguntado. Como ya te había comentado en privado, hermano Gerson, deseo de gran corazón que este proyecto siga creciendo, y se sigan sumando otros escritores de nuestra lengua. ¡De igual manera gracias a cada leyente que se tomó de su tiempo para leer estas líneas que he expresado! ¡Gracias infinitas, los quiero!