Ilustraciones del doctor Odalís G. Pérez

La literatura, siempre ha tenido una relación de intimidad con la historia. No me es extraño que una historiadora, en esta ocasión, nos narre su otra visión del mundo, la de su mundo, narrado desde la estética que le facilita su uso de la lengua.

Desde estos versos, el café, en la cotidianidad de la autora, no es café tinto, aquí es "café con tinta", con la palabra, con la dialogía, con la presencia del otro, en su realidad contextual. "Café con tinta" vertida en el verso que nos narra un vivir, su vivir,  desde la historia compartida, dicha, no por quien nada más ha visto, sino, desde la pragmática referencial de quien ha vivido lo dicho o narrado. 

 "Café con tinta", autora, doctora Luisa Navarro. (Editora Búho, República Dominicana,  2021. Edición de Benjamín García, diagramado por Bega Design ). Es un texto integrado por tres (3) bloques o segmentos. En el primero, está "Café con tinta: poética del barro" (Pp. 10/44); el segundo bloque, titulado "Café con tinta: poética de mujer", (Pp.45/72) y el tercero y último bloque, "Café con tinta: te canto", abarca, desde la página 73, hasta la página 104.
Luisa Navarro.

Es un texto planificado, para una lectura intencional, donde el lector o la lectora, ha de situarse en la perspectiva que más le llene sus emociones, como hice yo, que me vínculé a al "Café con tinta: poética del barro".

Allí, como lector, asumí mi objetivo de recreación,  y, luego, partí hacia una perspectiva filosófica del discurso poético que aquí nos espera. Veamos:
"1955″
Inaugurar mi presencia en esta ciudad antigua/que se proclama nueva con nombre de dictador//Tal vez me arrepentiré de escoger este tiempo //. Solo a un alma loca se le podrá ocurrir//. Donde los cuerpos arden en la silla eléctrica/ en la casa de torturas los valientes calcinados/sin huesos ni músculos ni nervios/perderán la existencia en los campos de arroz//.Confraternidad y Paz han sido proclamadas/donde los que se oponen serán despojos tristes/de hombres y mujeres en perpetua batida/de tormentos a un pueblo que llora soledades//. Los ríos llevan agua turbias y tormentosas/que un día la lluvia lavará con hisopos/y la media isla bañada en este mar de sangre/ será libre como antes proclamaron sus héroes//.
(Pág.19).
No es extraña esa voz libertaria y bronca en esta autora, por su enfoque vital sobre el mundo y su tiempo. Ya en la prosa le es una marca de antecedentes al desentrañar la historia y desnudar los hechos, desde una balanza de justicia y equidad.
Pero esta autora no se queda varada en la proclama, sino que traspasa el limbo y asume su postura de mujer de carne y hueso y se expone ante los espejos, para testificar su sentir:
Bisagras carcomidas/por la espera antigua/del encuentro impoluto//. Machacado en el moho/ajuar olvidado sobre /esquinera menajes// Niveos fueron/los pensamientos golondrinos/del pluscuamperfecto muerto//. Herrumbre de sueños/ y cuerpos perdidos/simba en nuestros poros//. Andamios/ que se derrumban polvorientos/al viento/sostenidos en la fragilidad/de caderas húmedas/empapadas/en la lluvia sempiterna de siempre//. ¡Somos el mismo amor de ayer en otra anatomía!//. Crujen/nuestras bisagras enmohecidas/donde antes se ahogaban los quejidos//.
(Pp. 54-55).
Es la expresión intimista de la autora, la que brota en estos versos. ¿Para quién lo dice? No importa su destino,  lo que importa, por ahora, es su decir de auto-confesión ante la otredad.
 
Debo decirlo, sí, hay aquí un marcado erotismo que no queda soterrado. Sale a relucir más allá de las bisagras y más maderas viejas que anidaron sus quejidos.
Esta es otra historia. He aquí el narrar de los cuerpos, desdibujando el discurso de los (as) amantes.
Así como testifico ese decir, debo dejar constancia que se amerita trabajar un poco más la simbología de las metáforas y el ritmo interno de las palabras. Eso se logra trabajando más el.discurso poético, y ya se inició el camino, lo cual era necesario, para construir el rumbo de un poetizar, más allá de la realidad tangible de la historia.
Lo importante es asumir conciencia del deslinde entre la historia como pasado y presente de nuestro tiempo y la otra historia poetizada, ficcional y sentible que nos aguarda la lengua, desde la metáfora y sus múltiples universos de ritmo y poeticidad.
Bienvenida a este complejo mundo de la literatura y la creativifad. Dejemos que sea la obra la que la represente y nos diga, desde el discurso poético, su permanencia ante la historia de la palabra, entre miradas, palabras…picadas de ojo…abrazos…un "café tinto" y otro "Café con tinta". ¡Salud!
Nota:
1-foto de la autora, doctora Luisa Navarro y una confesión.
2-Portada del libro "Café con tinta".