El «cadáver exquisito» es una dinámica creativa que surge en el contexto del movimiento surrealista a principios del siglo XX. Se trata de un ejercicio de escritura colectiva en el que varias personas contribuyen con frases o palabras a un texto, sin conocer completamente las aportaciones previas de los demás. La regla principal es que cada participante sólo puede ver una parte del escrito antes de agregar su propia contribución, generando así un resultado inesperado y cargado de originalidad. El nombre proviene de una de las primeras frases creadas bajo esta mecánica: «El cadáver exquisito beberá vino nuevo».
En el ámbito educativo, esta actividad se convierte en una herramienta valiosa para fomentar la creatividad, la colaboración y el pensamiento lateral. Además, permite explorar el lenguaje de manera lúdica y desarrollar competencias literarias en un ambiente inclusivo y dinámico.
En mi clase de Apreciación y producción literaria, decidí implementar esta actividad para explorar la creatividad de mis estudiantes y propiciar una conexión distinta con la literatura. La dinámica se llevó a cabo de la siguiente manera: cada estudiante escribió una línea en una hoja de papel, doblándola de modo que el siguiente participante sólo pudiera ver la última palabra o frase. Al finalizar el ejercicio, desdoblamos las hojas y leímos los resultados en voz alta.
El cadáver exquisito es mucho más que un simple juego: es una ventana hacia el potencial creativo de los estudiantes y una herramienta pedagógica que fomenta el aprendizaje
La experiencia fue sumamente enriquecedora. A medida que leíamos los textos, nos dimos cuenta de cómo nuestros pensamientos creativos se habían entrelazado de forma espontánea, generando historias cargadas de simbolismo, humor y belleza. Lo que comenzó como un simple juego terminó siendo una representación de la interconexión de nuestras ideas y sensibilidades.
Mis estudiantes expresaron su entusiasmo y sorpresa ante los resultados. Algunos señalaron cómo el ejercicio les permitió liberar sus ideas sin preocuparse por juicios o reglas estrictas. Otros destacaron que la actividad fomentó el trabajo en equipo de una manera no convencional, pues, aunque cada uno escribió de forma individual, el producto final era el reflejo de un esfuerzo colectivo.
Incorporar el cadáver exquisito en el ámbito educativo tiene múltiples beneficios como: fomenta la creatividad, impulsa la colaboración, promueve la confianza en la expresión,despierta el interés por la literatura y refleja la diversidad de pensamiento.
En conclusión, el cadáver exquisito es mucho más que un simple juego: es una ventana hacia el potencial creativo de los estudiantes y una herramienta pedagógica que fomenta el aprendizaje significativo. Mi experiencia aplicando esta dinámica en clase no sólo fue divertida, sino también transformadora, tanto para mis estudiantes como para mí como docente. Sin duda, seguiré explorando actividades como esta para enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje y seguir cultivando el amor por la literatura en las aulas.