Podríamos llamar Literatura de Posguerra a una literatura que busca ofrecer un retrato de una sociedad que ha sufrido los estragos de un conflicto armado (guerra), los escritores plasmarán en sus obras las durísimas condiciones de la vida de aquellos años y de cómo la sociedad ha quedado después de culminado el enfrentamiento entre vencedores y vencidos.

La Guerra Civil dominicana, también conocida como La Guerra de Abril, o la Revolución del 65, o simplemente: La Revolución de Abril, tuvo lugar entre el 24 de abril y el 3 de septiembre del año 1965, en Santo Domingo, República Dominicana. Fue una ocupación estadounidense que generó el levantamiento en armas de la sociedad dominicana. Este conflicto, en ámbitos literarios,  produjo una serie de denuncias sociales tanto en el país como en el extranjero; varios reconocidos autores dominicanos de la época, en el calor de la batalla y después de culminado el conflicto y estabilizada la soberanía nacional denunciarían su  descontento por medio de sus obras, tal es el caso de los reconocidos poetas: Miguel Alfonseca (con su libro: La guerra y los cantos), Héctor Inchaustegui Cabral (con: Diario de una guerra), Manuel del Cabral (La isla ofendida), René del Risco y Bermúdez (El viento frío) entre tantos otros que dieron a luz a estos valiosos libros justo en el mismo año que se desarrollaba el conflicto armado.

Como era de esperar, terminada la guerra, aparecería una literatura que seguiría denunciando los horrores de la misma, este tipo de literatura es la que llamamos Literatura de Posguerra, porque nace de la guerra. Narradores y Poetas armados con sus lápices y cuadernos darían vida a diferentes sucesos reales que, maquillados con ficción, nos mostrarían el rostro abusivo, en la guerra del 65, de los Estados Unidos tratando de controlar la soberanía de una patria libre; muchos jóvenes escritores pondrían a disposición de la bibliografía literaria de la Posguerra del 65 sus obras; solo para mencionar algunos de ellos: Manuel Matos Moquete, Mateo Morrison, Rafael García Romero, Tony Raful, Apolinar Nuñez, Andrés L. Mateo; Enriquillo Sánchez, Soledad Álvarez, entre otros.

Para la sociedad dominicana, esta intervención Yanqui del 65 no era nada nuevo; recordemos que, en el año 1916, tomando como escusa la endeble inestabilidad política de los gobiernos revolucionarios que se hacían del poder en la joven República Dominicana, los Estados Unidos nos invadió hasta el 1924 y plantó un gobierno provisorio que, mutilaría en varios aspectos sociopolítico la sociedad dominicana. También en este caótico escenario político, los intelectuales de la época, denunciarían los abusos cometidos por los Estados Unidos al país. Algunos de los intelectuales que no dieron tregua a las denuncias para que nuevamente fuéramos libres, podríamos mencionar: Tulio M. Cestero, Américo Lugo, Fabio Fiallo, Dr. Francisco Henríquez y Carvajal, Max Henríquez Ureña, Dr. Federico Henríquez y Carvajal, Enrique Deschamps, Pedro Henríquez Ureña, Manuel M. Morillo, Rafael C. Tolentino, Manuel F. Cestero, M. Flores Cabrera; Fernando Abel Henríquez, Emiliano Tejera, Francisco Prats Ramírez, entre otros.

En la República Dominicana hay cuatro acontecimientos políticos que han generado el mayor desarrollado de nuestra literatura en todos sus géneros:

La independencia nacional, La intervención de 1914, La dictadura de Trujillo y La guerra de abril de 1965, son a mi juicio los escenarios que han inspirado la creación y aparición de una desarrollada literatura, y todavía siguen apareciendo obras inspiradas en esas décadas.

Por ejemplo, La dictadura de Trujillo ha inspirado a generaciones de escritores y escritoras dominicanos, a tal punto que, resulta difícil encontrar un escritor o escritora dominicano que, no haya escrito, aunque sea una línea de esos 31 años dictatoriales.

En nuestra bibliografía literaria existe una amplia producción que abarca todo nuestro desarrollo político, social y cultural. Y cada año aparecen excelentes obras, en su mayoría, que nos recuerdan nuestro pasado y nos muestran el desarrollo de nuestro presente.