Bondyé de Luesmil Castor Paniagua, es una novela verdaderamente fascinante y valiente que desafía abiertamente el canon que ha venido moldeando la prosa dominicana, cuando se trata de la temática mágico-religiosa y de la religión popular, por lo regular desarrollada en lugares fuera de nuestros territorios y siempre abordada desde una óptica marginal y satelital al núcleo de la propuesta.
Cuando digo que el autor de Bondyé aborda valientemente la temática mágico-religiosa en la novela que nos ocupa quiero indicar que maneja el tema liberado del tabú que ha mantenido a la mayoría de nuestros narradores privados y alejados de un recurso tan potente, con tantas posibilidades e incomparables fuerzas, que Luesmil Castor se ha atrevido a poner en el centro y como centro de esta importante obra.
Más aun y tan importante y significativo como lo anterior, lo es el hecho de que los acontecimientos se desarrollan en suelo dominicano- de este lado la frontera- dice el autor.
El sociólogo y catedrático dominicano Carlos Esteban Dieve se queja amargamente de ese desprecio hacia la temática mágico- religiosa; y en su ensayo publicado en el año 1975, titulado Vudú y Magia en Santo Domingo.
Comenta: el mundo que el vudú y la magia evocan, un mundo de sombras implacables, de seres misteriosos y fúnebres, de apariciones y de sortilegios fulminantes no parece haber tentado la imaginación de los escritores dominicanos, la temática mágico religiosa pudo haber auspiciado todo una literatura de los fantástico sin tener que abandonar la realidad social, sin embargo muestras de estas literaturas son bien pobres, prefiriendo, los escritores, bucear en otra fuente, más prodigiosas, según ellos.
A continuación, Esteban Dieve ofrece varios títulos de escritores dominicanos que tratan el tema de la religión popular donde se maneja el vudú con suprema frialdad y siempre como algo ajeno a nuestra cultura.
- Vudú: de Valentín Tejada
- El general tolete: Anónimo
- Compay chano: de miguel Ángel Monclú
- Beliná: de José Jasd
- Guazabara: de Alfredo Fernández Simó
- La Gloria llamó dos veces: de Julio González Herrera
Por otra parte, Sócrates Nolasco, uno de nuestros primerísimos narradores, en su cuento épico-históricos, titulado Ángel Libertad.
<<En el cuento citado, el personaje principal, coronel Libertad Feliz al momento de enfrentarse al general la Gándara levanto la moral de sus combatientes, que tenían una espantosa desventaja numérica y en armamentos, coloco un resguardo a cada uno de ellos, a modo de collar y asegurables que tales artificios fueron preparados por un papa bocó haitiano y que quien lo lleve encima se aria invisible a los ojos de los soldados españoles
Una muestra más de que para una gran parte de nuestros narradores, en materia mágico-religiosa todo lo que pueda tener sentido operatorio dentro de la obra, es de facturación haitiana, esta ha sido una triste realidad que se mantuvo hasta la llegada de Bondyé
Merece resaltar un hecho muy importante y novedoso en materia literaria y es que amen al poder de sanación que tiene el personaje principal tiene también facultades para intervenir en el curso de la naturaleza.
Colocando la historia que se narra ante una interpretación totalmente fuera de nuestra tradición, poder provocar la lluvia, relámpagos, y truenos son alteraciones a la naturaleza que en la literatura mitológica quedaron facultadas solo para Zeus.
Y más aún, que a su muerte su tumba sea elegida espontáneamente por la población como un punto de peregrinaje es algo incuestionablemente nuevo en nuestra literatura.
<<Mientras todo sucedía Bruñe salió al patio, colecto pencas de distintas matitas de sábila y en medio de ellas improviso un espacio justo del tamaño de su cuerpo y allí se acostó y cerró los ojos para siempre y cuando su cuerpo diminuto dejo de respirar toda la comarca se ilumino, cesaron los truenos, la lluvia y los relámpagos.>>
Merece aclarar que en los últimos veinticinco años a literatura mágico-religiosa se ha convertido en tendencia literaria en nuestro país; narradores de todas las provincias han publicado sobre el tema, todos los años se presentan a nuestro público piezas literarias trabajadas de manera directa sobre el tema.
- El despertar de ogun: de amarilis cuesto
- La noche de la conjura: José M. Cruz
- El ojo del hechizo: de Luesmil Castor
- Gande: de Mónica Galleano
- El desfile del cabeza: de Deisy Marte
No me cabe la menor duda de que Bondyé y toda la narrativa mágico-religiosa de este inicio de siglo es y será la portada de la narrativa dominicana que ha colocado en el centro del discurso la temática mágico-religiosa.