Nazario (José Carlos Nazario), el escritor y artista, nos ofrece detalles de su propuesta Artefacto Manigua a inaugurarse el próximo 15 de diciembre en el Museo  Memorial de la Resistencia Dominicana. La curaduría está a cargo de Luis Graham Castillo.

Anuncio de una presentación de Nazario.

Artefacto Manigua, es un título que llama la atención. Ya Manigua  refiere a  monte adentro, machete y a jinete dándole de beber agua a su bestia.

Artefacto Manigua  examina la herencia de un pasado muy relacionado con eso.  Las guerras políticas y su impacto en el imaginario social y cotidiano de República Dominicana. El impacto simbólico y real en nuestras relaciones de poder como antecedentes de las subsiguientes dictaduras del siglo XX y la consolidación de una cultura autoritaria vigente hasta hoy.

Busca  abrir varios diálogos: sobre la memoria, la herencia política cultural, la naturaleza del poder político y el impacto de éste en los sujetos. Y lo hace adentrándose en esos montes de maleza tupida que durante mucho tiempo en todo el Caribe fue santuario para las guerras de guerrillas.

José Carlos Nazario.

Por lo que veo Artefacto Manigua reúne varias disciplinas…

Cierto, es una exhibición interdisciplinaria abordada en dos vertientes: el pensamiento y lo inconsciente. Las piezas incluyen: relato de ficción histórica, ensayo crítico, escultura, arte-objeto, mixed-media, dibujo y grabado.

El texto de ficción y el ensayo que recoge la investigación se publican en el libro "²Op cit". El libro es una pieza más de la exposición, su título significa “la obra citada” y pretende tener múltiples sentidos (la obra citada puede ser cualquiera de las pinturas o dibujos, o también la “obra” de Mon Cáceres que no queda muy bien parado en el análisis.

Esos textos sirven de dispositivo a las demás piezas concebidas en el abordaje de una ‘estética forense’. Es el resultado de dos años de investigación creativa que estudia las “guerrillas de la manigua”.

El período histórico que va de 1899 a 1909 (desde el ajusticiamiento de Lilís hasta el genocidio impulsado por Mon Cáceres -uno de sus ajusticiadores- en la Línea Noroeste).

Es un análisis de sucesos, anécdotas y rastros históricos para la comprensión del proceso de avance del poder político militarista, masculino y su relación con el sometimiento de “lo salvaje”.

Luego del estudio de las  texturas, colores, flora, fauna, minerales y paisajes de la línea noroeste se abre una interpretación estética del espacio donde se produjo un arrasamiento genocida (“La limpieza”) de 1906 a 1909. El gobierno difundió la consigna “Vivos, ni los lagartos” y procedió a arrasar toda la zona y apresar, agrupar en campos de concentración y fusilar a todos los mandos medios y de base del partido jimenista.

Además ,  se rescatan datos y elementos que tienen peso en la historia y el presente (memoria sobre hechos, documentos, dichos populares, características culturales de las zonas rurales, formas económicas, entre otros.