Desde su descubrimiento por los hermanos Lumiere, en Francia, el cine ha sido un recurso empleado en múltiples contextos, por lo fácil que resulta la difusión de mensajes, convirtiéndose en una herramienta de enseñanza para cualquier área del conocimiento, esto es evidente en el filme “El gran debate” (EUA, 2007) en el que se presenta el procedimiento para argumentar utilizando como técnica el debate.

En la trama se enseña la forma en que se fortalecen las habilidades y destrezas comunicativas para interactuar de manera argumentativa en contextos académicos. Se tomó como referente el programa de historia afroamericana, impartido por el profesor Melvin Beaunorus Tolson(1898-1966) en Wiley College de Texas, las vivencias de Denzel Washington, el productor, y la de otras personalidades para que estudiantes pudieran comprender y aplicar el procedimiento del debate en entorno académico; contextualiza el momento histórico cuando aún se no aceptaba la libertad de los negros. La cinta sumerge al espectador en el debate, haciendo que se sienta parte y comprenda los roles que se desempeñan en un debate.

Por otro lado, la cinta coloca en un rol protagónico a un docente sensible ante acontecimientos sociales reales, de los afroamericanos, aunque centrado en el debate como contenido del programa para discentes, en una época que los negros habían logrado su libertad por derecho, pero un sector de la clase dominante se negaba aceptarlo, y no se le permitía disfrutar igual que sus pares.  Es en ese aspecto que Denzel Washington, en el personaje del profesor Tolson, ejemplifica el manejo apropiado del proceso de investigación para estructurar apropiadamente los argumentos, con que se enfrenta al oponente, teniendo como única arma la palabra.

En un contexto donde la mujer exhibe un bajo perfil, el hombre desempeña el rol protagónico y se impone una sociedad patriarcal sin diferencia de raza ni clase social, descuellan algunas mujeres como fue el personaje de Samantha Booke que decide no solo empoderarse e ir tras un entrenamiento en el grupo de debate, hasta el momento exclusivo para hombre, sino reclamar los derechos de aquellos que desconocían el arte de argumentar.

En resumen, la cinematografía es un recurso multifacético que se adapta a las necesidades del público, contribuye a estrechar la brecha de la desigualdad socioeconómica, disgrega las fronteras que limitan la construcción de nuevos saberes a través de recreaciones comunicativas que abordan aristas históricas, lingüísticas y filosóficas. Es ideal para emplearse como estrategia de enseñanza en la argumentación.

Minerva González Germosén en Acento.com.do