Creyeron ser
la nacán donde todo comenzó:
habitantes de un mundo de árboles y agua
y tierras de disimiles colores.
Los decidió el amor y los extingue el odio.
La desgracia que asoló a su pueblo
fue advertida primero por los dioses.
Pero antes de los designios avisados
disfrutan del tureiro y sus idilios.
La comprensión e interpretación de este poemario nos conduce, primero, a las raíces del acto poético en su doble dirección: el poema y la poesía y a Platón y La República y Aristóteles y La poética, y Platón, La República; segundo, a los románticos, Filosofía de la composición de Edgar Allan Poe y, dentro de lo muy moderno, a Octavio Paz: actualizar, refrescar la concepción de la circularidad.
Y esta vuelta a los orígenes, porque este poema Areytos es una totalidad dentro del universo complejo, simétrico y degradado de la existencia misma en sus múltiples fases, según las necesidades intimas del autor ante lo que ya fue, se conecta virtualmente con esa esencia vital, mágica en las cosas concretas de la realidad actual. En los cantos sagrados, Giovanny Cruz busca en los alientos primigenios para la construcción del poemario una luz en estos momentos de altas confusiones y oscuridades. Y otra razón, tercera, en cada poema participa la proporcionalidad tanto en lo épico como en lo lírico.
Poeta y poesía
Entre Platón y Aristóteles, en los fundamentos de la teorización del mundo occidental, se halla la base teórica del poeta y de la poesía. Ambos se disputan la concepción del poema y de la poesía, de la dualidad que se encuentra en el acto poético. Aristóteles pone la base del ropaje, la forma externa del significante cuando anida en su construcción el concepto de metáfora que prevalece hasta hoy. Así pues, vemos la metáfora como una entidad que se produce por la relación que existe entre un A y un B para dar resultado a un C. Es decir, un hecho A que tiene relación con un hecho B en virtud de la semejanza que prevalece o existe entre esos dos elementos trae como resultado el nacimiento de un hecho C.
Partiendo de este ejemplo se construye la metáfora, que es el recurso retórico por excelencia que acarrea a los otros, porque a final los recursos retóricos que existen vuelven o se ciernen en ese concepto de relación primaria entre un A y un B.
En su Poética, Aristóteles determina esa realidad, porque toda su reflexión sobre el hecho que surge de la obra acabada, sobre todo, la de Homero y la de Hesíodo, de los sofistas, de los pitagóricos la reflexión teorética de Aristóteles parte de una cuestión ya existente, es decir, de la realidad en sí, los son poemas homéricos, los poemas de Hesíodo y otros cantos anónimos, no se puede teorizar de la nada, se teoriza y se fija el precepto y las realidades que van a conducir a partir de hechos. Ahí tenemos nosotros ese primer momento histórico que determina esa realidad primaria del acto poético.
Concepto de poesía
Platón se dirige a la semántica, a la educación del poeta y a la estructura, a la sugerencia, a los elementos constitutivos del significado, el concepto. Hay una idea muy socorrida de que este echó de la República a los poetas. Cierto. Pero resulta que esta actitud respondió a otra realidad: la utilidad. Uno de los estudios últimos sobre la conceptualización de la poesía, desde el punto de vista de Platón, lo tiene el filósofo español Emilio Lledó, ganador de la primera edición del premio de ensayo que otorga la Academia Mexicana de la Lengua y que lleva el nombre de Pedro Henríquez Ureña. Este libro se titula: El Concepto Poesía en la Filosofía Griega (Heráclito-Sofistas-Platón) donde se pone de manifiesto la concepción platónica que reposa en la República. Es cierto que se apartaron a los poetas por un hecho sencillo: no se ajustaban al sistema de conocimiento, al estudio de la poesía, de la práctica poética.
Cuando los poetas comenzaron a descartar la didáctica, la enseñanza, una obligación: había que formarse en la escuela, conocer los elementos constitutivos del poema y de la poesía en sí. Esas exigencias fueron echadas al olvido, y se inició la experimentación. Así, pues, los poetas no tenían razón de ser en el sentido de que no le servirían al Estado. Se entendió como una inversión inútil.
De modo, que tal alejamiento de parte de Platón ante sus discípulos no vino por puro capricho, sino por pura convicción y práctica.
Creación poética
Hago este preámbulo, porque para nosotros, los que trabajamos en la parte reflexiva del acto poético, nos resulta beneficioso cubrirnos de luz sobre una concepción muy llevada y traída de la práctica poética que se traslada, se reproduce a través de la historia, es muy difícil escribir poesía real desde la parte de lo didáctico si no hay un sometimiento al conocimiento. El poema en sí, como una construcción cerrada, psíquica, cada elemento, cada señal, cada gesto está sometido a un proceso de creación encadenada.
Giovanny. Un pulso
Giovanny Cruz es un escritor, un productor de textos literarios, de textos imaginarios en las diferentes modalidades que se ha enfrentado, por ejemplo: al cuento, al ensayo, al artículo. Giovanny Cruz da muestra concreta de que estudia y estudia, hasta donde sea posible, los elementos constitutivos de cada renglón al que se ha enfrentado. Así lo vemos en su amplio trabajo en el campo dramático, así en sus cuentos. "Los cuentos del otro" es un magnífico libro donde maneja los elementos constitutivos que requiere la composición circular del cuento y llega a emplear procedimientos muy antiguos, pero muy modernos desde el ángulo narrativo de la oralidad hasta la exaltación o la yuxtaposición o la conciencia de los procedimientos de cuentos fantásticos a moverse en espacios, tiempos, personajes, lenguas en un golpe expresivo.
Giovanny Cruz es un escritor con total conciencia del oficio, de géneros y de la naturaleza misma de la literatura. Sabe perfectamente que ante la página en blanco siempre se encuentra un temblor que solamente la persistencia, el trabajo y la conciencia de que toda obra literaria responde a un lenguaje imaginario, se convierte en entidad, en una luz que muchas veces toma ruta fuera del pensamiento racional de quien pervive esa realidad paralela a la nuestra en el campo de la invención. Por consiguiente, la modificación permanente del signo lingüístico, es decir, la palabra, lo que conduce a ese hecho nuevo que se llama el poema, el cuento, el ensayo, el drama…
El poemario: Areytos
Y en eso él ha dado muestra concreta de que cada enfrentamiento con la página en blanco, en el género que aborda ha logrado resultados concretos, sostenibles y testimoniales.
En este caso específico de su libro Areytos, hay un hecho que nos da la razón inmediata del conocimiento que él posee y que lo aplica: la estructura del poema.
Todo el libro responde a una concepción primigenia de circularidad del acto poético. La construcción del poema requiere exactamente ese movimiento circular que corresponde al baile de areítos, a la gestualidad primera en el ámbito dominicano, como subraya, precisión, el poeta Pastor Es esa concepción primigenia de areíto responde precisamente a la concepción actual arrastrada en el poema. El poema es una construcción circular que viene remontando desde las escuelas griegas pasando, sin mutar, sin perder esencia, por prácticas y tiempos hasta llegar al romanticismo donde se remoza con un texto fundamental: Filosofía de la composición, de Edgar Allan Poe, donde él fija la base de que toda composición poética corresponde a una circularidad y que cada elemento del texto está sometida a esa experiencia de circularidad que posibilita el hecho y que esa circularidad no es un azar, sino una conciencia muy viva que se tiene del hecho.
Filosofía de la composición se sustenta en un análisis detallado, pormenorizado de ese poema suyo: El cuervo, donde aplica su concepción del poema y analiza precisamente ese fundamento circular, y el mismo cuento El escarabajo de oro.
Luego, más adelante, ya fijada esa estructura circular del poema, uno de los más lúcidos poetas y ensayista: Octavio Paz, toma esa concepción y desde su prosa hermosa la ratifica, la remoza. Para Paz, el poema es una imagen, una estructura dramática donde el primer verso insinúa el último y el último invoca el primero. De modo que hay esa circularidad de hecho: fónica, morfológica o sintáctica, que es el poema.
Hablamos del poema como construcción. Todo poema es una construcción fónica, una construcción fruto de la lengua, del lenguaje. Desde luego, la poesía es otra cosa. La poesía es una instancia que vuela, una intangibilidad. La poesía está en todo acto poético. La poesía es asombro. La poesía es belleza.
La poesía es ese sentido, esa sensación inefable, pero que está ahí. Usted la siente y le produce emoción, sentimiento. Tanto si la sensación es hacia arriba, hacia lo bello, hacia lo limpio, hacia lo inefable; tanto como si fuese hacia abajo: hacia el fango, hacia el sucio, hacia la tiniebla, porque todo es posible en la vida.
Pero es asombro y es sorpresa y es belleza, porque ante una obra de arte lo primero que hay es ese exalto. Entonces, conjuntado con el poema, ahí tenemos el acto poético en sí, la obra. Claro está que una práctica consistente que con sustanciar permanente atraviesa toda la historia es que se le dice poesía al poema. Indistintamente poesía y poema es lo mismo y como ese es un apelativo didáctico, pues se queda como el poema.
De modo que, dada esta explicación, vuelvo a conectar con la realidad de nuestro poeta Giovanny Cruz. Hay aquí, en Areítos, la concepción primera del poema que la conecta directamente con una de las manifestaciones primarias de nuestra comunidad, de nuestra colectividad, que era el baile, la ceremonia ritual de los indígenas, los taínos. Esas gestualidades, esos bailes y esos cantos, prácticamente, se constituyen en el poema.
Además de ese concepto de circularidad que prevaleces, es también cierto que Giovanny Cruz echa mano, se aferra, resurge y retoma quizás el concepto de poema que tenemos, que es la circularidad del baile de areíto. Y con ello, dentro de otro ámbito del acto poético, la parte que le corresponde al manejo, a la metáfora; tenemos el concepto sagrado, el concepto primigenio de la concepción, de la articulación, del acto y de los hechos y de los actos humanos con las divinidades, con los seres de las luces, con Dios. Eso es lo que se evidencia en ese ritual. Hasta ellos llegan esas manifestaciones e invocaciones y se establece un flujo de ida y de venida. No podemos desdeñar esa concepción de la presidencia de lo sagrado, de lo idílico, pues está implicado en este tipo de ceremonia, de esta gestualidad trascendida, que es el poema, en fin. Lo que quiero subrayar es que este poema de Giovanny Cruz, además de estar sustentado en esa realidad primigenia, pone en manifiesto la concepción clara que tiene él de que todo acto creativo requiere de una lúcida conciencia del hecho, es decir, para crearlo debe de tener una plena luminosidad del acto poético en sí. Y eso está muy evidenciado en esta concepción del acto poético que conduce al poema y a la poesía.
En primer lugar, el poema, el libro se sostiene en su construcción como elemento fónico-sintáctica- morfológico, así como en su parte de la expresividad, que es el uso de la palabra.
Parte II
Participan en proporción tanto lo épico como lo lírico en este poema. Lo épico en la escritura, los asuntos, los personajes, las tramas, los conflictos:
Sobre pocos asuntos no tenían
ellos, los taínos, una respuesta
Ante su pesarosa consecuencia,
en los últimos de sus días.
Su reina regresó con una pregunta,
al más antiguo de todos sus enigmas.
¿Es el tiempo un camino pedregoso
que recoge, presuroso, la pequeña Vida
hacia su rae mayor: ¿la definitiva muerte?
En la palabra "asunto", apertura del poema, descansa toda la carga épica del poema. La otra cara del signo lingüístico: el significado. El significante, el ropaje. Siendo el primero la historia, la leyenda, los deberes de la temática que reafirma. A su designio final, la muerte, Giovanny nos ofrece la naturaleza del poema, el exterminio, la naturaleza que se poetisa. Lo épico en la estructura, en los asuntos. La palabra ´´asunto´´ la vemos muy clara en el poema cuando en este fragmento ya citado, inicio, umbral del poemario con este verso:
Sobre pocos asuntos no tenían.
Es decir, la palabra "asunto" refiere a lo épico, a la historia, a lo que se va a contar, a lo que se va a decir, al cuerpo temático, esta misma palabra luego la reitera más adelante.
En la otra cara de esa moneda, del signo lingüístico, palabra:
Lo lírico en el ropaje, en la morfología, versos que fluyen como las aguas de los ríos que vertebran también la obra. Un lenguaje preciso que posibilita lo multívoco y pleno de evocaciones significativas. Revisto por las sensaciones que proceden de lo que construyen los sentidos. Olores, sabores, texturas sensoriales que proceden de flores y plantas de las planicies de las cáscaras, de los accidentes, de los árboles, de serpenteos de las yerbas en la tierra, de las energías que encogen los sentidos, los amorosos adjetivos, la sintaxis que al verso aroma imprime, fluidez de líquidos, sensaciones totales en un ritmo que va entrelazándose, construyéndose en sí mismo. Verso que conforma todo ese mundo de sensaciones múltiples y que, a través de ellos, va reconciliando, removiendo las esencias primigenias de la tierra en que habitaron los primeros hombres y mujeres.
Creció feliz, sonriente y juguetona,
como cualquier guailí en un paraíso.
Tenía para ella sola-
las aguas saltarinas de los ríos
donde limpiaba su cuerpo como un digo
bosques perfumados con orquídeas
llanuras verdes
y en el consagrado batey para entregarse.
Este poema, en su conjunto y en cada una de sus partes, representa un golpe de luz, luz que nos lleva hasta la fuente inicial de nosotros como seres humanos en esta isla, en este plano de tierra que forma, a su vez, parte igual del universo.
Oportuno el nacer de este poema, por parte de su autor, Giovanny Cruz, en este momento del mundo en el que el despertar de conciencias, lejos de credos y de ideologías y de religiones, va arropando la tierra, sólo el hombre consigo mismo, frente a sí mismo a la naturaleza por la gran realidad humana con la que cohabita, es oportuno señalar su ser imaginado dejado en papel, en las líneas, en el verso. Pues ello constituye una herramienta eficaz, luz que nos conecta con esos otros para ser nosotros fluyendo en la misma dirección y luego reconciliarnos con nuevas voces, aguas frescas, cielos templados y sin manchas, verdes florestas y colores cálidos que saltan de los centros de las rosas, gardenias, eucaliptos, naranjos, limonares, yerba buena, la tierra…. en fin, con esa tierra breve y fuerte de la que narra, en la que pisan y dejan de pisar los pies. Así nació la naturaleza, la otra realidad dentro del plano terrenal con la que cohabitan los ojos contemplativos.
Hay que advertirlo, porque el vuelo de este hermoso canto descansa fuera de la sensibilidad e imaginación del poeta en una amplia y honda investigación sobre la historia de nuestros humanos primeros: los taínos, investigación del cuerpo general, pero subrayando estos aspectos:
-La vida ordinaria
-El fluir de los días con lo mínimo
-La costumbre y, en ella, la forma de divertirse: el baile, el areíto, el tambor.
El lenguaje
El inventario de términos al final, más la suma de sugerencias sobre el plano de la lengua sobre la naturaleza del decir, del cuerpo sonoro de la palabra y de ese mundo fónico, fervoroso que el decir en versos fluidos, concretos; que se conectan con los cantares primarios, con la épica, el octosílabo predominante en verso libre, a veces un verso de once pero, sobre todo, la preeminencia del verso libre le dan ese todo heroico, pero también, esos adjetivos precisos convirtiéndose, prácticamente, en epítetos, en sustancias tan iguales como el sustantivo o construcciones sustantivadas imprimen ese poder expresivo a este poemario.
Esa investigación, por otra parte, nos indica que este poemario, distante de intenciones didácticas como propio lenguaje imaginario, sino únicamente lírica, es decir, crear un mundo imaginario desde la lengua a partir de lo sociolingüístico, constituye, conforma un texto inédito o sustancial en la literatura criolla, el cual no debe faltar en las bibliotecas vivas de la República Dominicana. De esas que se visitan continuamente, porque en ello los estudiantes, los jóvenes encontrarán legado de su vida, pero, al mismo tiempo, razones para seguir la vida con nobleza, altivez, firmes, con anhelos y esperanzas. Este libro de Giovanny Cruz, nos sitúa en el presente, nos lleva al pasado, pero también nos lanza a un futuro inmediato del aquí y ahora hermoso, limpio.