*Primer quantum
El propósito que nos mueve a participar esta parte no solo es la voluntad creadora, sino también la necesidad de ser útil, de hacer para poder ser; y lo hago porque es una comunidad y no un movimiento literario de quien escribo: hace tiempo que la poesía se alejó del abismo de los ismos. Escribo porque la Comunidad Literaria Taocuántica es una manera de ver el mundo, similar a la que Octavio Paz describe al referirse a la Comunidad Surrealista, en su Ensayo-Conferencia, dictada en la Facultad de Letras de la UNAM, en el año 1957:
… “El surrealismo es una comunidad del espíritu más que un movimiento literario, acaso el más antiguo y constante en la aventura humana”. De igual manera, Ramón Antonio Jiménez describe la Comunidad Literaria Taocuántica: (…) “Más que una estética, es un estilo vida en gratitud, dicha y respeto, sagrado en cuanto ya sabemos que todos estamos energéticamente entrelazados, en una red espiritual que todo lo vincula al Todo…”
Aquí, nuestras consideraciones están regidas por la ley del tres como estructura en su composición ternaria. En el primer quantum se describen los propósitos, los objetivos y la metodología que utilizamos; el segundo quantum es la relación que existe entre la poesía y la ciencia. Y el tercero, es una mirada breve al taoísmo y su relación con los tres principios fundamentales de la mecánica cuántica. El cuarto quantum es una variación en forma de coda del tercer quantum. Estos acordes se unen al tono principal, en donde se afinan los poemas escritos por los poetas de la Comunidad Literaria Taocuántica, como fragmentos a su imán; aconteciendo, los poemas mutan en partículas que aparecen y desaparecen, saltan y vuelan desde la página al poema y desde el poema a los ojos de quien los lee y, desde ahí, al agujero negro del corazón de quien lo escucha, para que todo comience de nuevo, danza que perpetua el viaje a través del Universo.
En tanto debo agregar que no es por azar que escojo el sustantivo aproximaciones como el núcleo de sentido que le da nombre al título del presente ensayo, al nombrarle de esta manera es un acto de honestidad creadora; ya que en el mundo de la ciencia, de la filosofía, de la literatura y del pensamiento no hay verdades absolutas, no hay teoría que permanezca; la física clásica newtoniana es una aproximación, la teoría de la relatividad Einsteniana, es una aproximación, la mecánica cuántica, junto a Planck, Heisemberg, Niels Bohr y Schrondinger son también aproximaciones… lo que podamos aquí decir, también será una aproximación a la poética y al ideario que nos ocupa.
*Segundo quantum: El coito de la poesía y la ciencia
Un poema taocuántico salta de la página que ya no es página, de partículas a onda, de gato vivo a gato muerto, Big Bang al revés, y en ese silencio, el Tao es la poesía y el poema es un quantum. La poesía es metáfora y la ciencia es una imagen del poema. Esto nos dice María Zambrano, filósofa española, que se lo escuchó decir al también filósofo español José Ortega y Gasset, en una de sus cátedras.
“Toda la microfísica tiene que ver con la poesía, y no solo tiene que ver con la poesía, sino que es pura poesía”, escribe en su ensayo Poesía, ciencia y función social, S. Eliot. Las incertidumbres, las paradojas, el gato que puede estar vivo y estar muerto… todo es ambiguo, todo es y no es partícula y onda. La nueva física, más allá de la filosofía, se encuentra en el reino de la poesía, de los enigmas, de la paradoja y el misterio.
En su discurso, al recibir el Premio Nobel, Saint John Perse habla del coito de la poesía y la ciencia. Citamos: "A la ciencia de pie ante el misterio y los enigmas solo le queda hablar en símbolos, en imagen en analogías. Todo es cierto e incierto, lo real es un torbellino de rayos azules, rojos y amarillos, enjambres, espirales cercanas y lejanas al mismo tiempo; ascienden y descienden (las palabras), partículas que saltan, zumban, explotan; torbellinos de formas que son cualquier forma, partículas-ondas, que al ser colocados en el territorio cuántico, tanto al científico como al poeta, solo le queda hablar en lenguas, en ecuaciones, en imágenes, en poesía”.
De tal manera les sugiero leer, con toda su atención, uno de los más hermosos poemas que se haya escrito por poeta alguno, el cual se escribió en forma de ecuación (E=MC2), la cual se lee: E es igual a Movimiento por Velocidad al Cuadrado”, escrito por Albert Einstein. Leamos también, para establecer semejanzas entre el lenguaje de la poesía y la ciencia, un poema con el mismo nombre de la ecuación, escrito por Ramón Antonio Jiménez, padre de la taocuántica:
“De luz el grano de maíz está hecho
los tomates y los peces
la mujer que sin prisa
termina el cigarrillo
mientras espera el autobús en París
todas las uvas y los erizos
el agua que es sangre de la Tierra
y es memoria
que siempre vuelve al propósito
a su pozo de polen aleatorio
el brilloso caballo y el paciente gusano
los ojos de la niña etíope
en la portada de National Geographic
Borges y su bastón egipcio
los jóvenes que protestan
testificando la aventura de ser jóvenes
la flor que abre su párpado
para mirar de este lado
el hombre recio y solo
que tira su red a la niebla
Todo cuanto es
de luz condensada está hecho
singularizada en partículas que se aman
(E=MC2, Del Tao a la cuántica, Pág. 19).
No puede haber una respuesta que no sea poética sobre la posición del hombre en el Universo… Y más adelante escribe Nel Bohr:” Vivimos suspendido en el lenguaje, no podemos hablar de los átomos y las partículas en un lenguaje cotidiano. Una ecuación científica no es un poema pero se le acerca, escribe Husserl, en su ensayo, Lenguaje y mecánica (Pág. 326).
“La realidad existe porque la nombramos”, dice por su parte Wittgenstein…"¿Existe la Luna cuando no la veo?”, se pregunta Einstein; y más que la afirmación de un científico es la afirmación de un poeta: “I dont not create”, afirma Bertrand Russel. “Somos instrumentos de fuerzas y energías que se expresan a sí mismas”, escribe en su texto, Filosofía y ciencia.
La teoría de la relatividad existía antes que Einstein; la mecánica cuántica, también existía antes que Max Planck; y la poesía antes del poema: el hombre no inventa nada solo descubre. Y esto último se pone de relieve en el poema, Resplandor, del poeta José Miguel Regalado, quien prevalido de una luminosa intuición, accede a una verdad poética, que testimonia casi sin palabras:
Nácar,
no eres luz aún,
y alumbras mis manos,
Iluminas el sendero que se niega.
Soy quien retiene la mirada
que de tus ojos no sale.
Tus brazos se deslizan
entre los fierros de mi alma,
como un carbón se enardeces y te quemas.
En tus lágrimas se mitiga tu luz,
te apagas, no llegas y te vas.
Desfalleces.
Y ni siquiera naces.
apenas brillas, nácar.
“En el lenguaje de la ciencia y en el lenguaje de la poesía no hay proposición que no implique el Universo entero”, escribe Jorge Luis Borges, en su ensayo, Conferencia sobre la poesía; mientras que Heidegger sentencia: “La poesía es el lenguaje de un pueblo primitivo. La ciencia anda buscando el bajío del Universo. El campo de la ciencia es el mismo de la poesía; el territorio de lo ambiguo, de los enigmas, la paradoja y la incertidumbre… “La mecánica cuántica -dice el físico argentino, Caparrós-, es como la poesía, que no se escribe para entenderla, sino para vivirla; así como un poema es una partícula que se altera cuando se lee. Leamos”:
“Cerrados los ojos respiro consciente
Y comienza a danzar
en la espiral de subpartículas
el amor que soy
sin separación de todas las cosas
todo lo que apartado me hacía ver la ilusión
ese espesor de niebla
que bifurca la mirada”
(Darse cuenta, fragmento, Ramón Antonio Jiménez, Del Tao a la cuántica, Pág. 21).
Estar atentos con todos sus sentidos, en alerta, como redes lanzadas al vacío es el impulso más alto de los poetas que se abrazan al ideal taocuántico e integran la Comunidad Literaria Taocuántica. Esto lo postula el manifiesto taocuántico. Veamos:
… “La comunidad Literaria Taocuántica es una institución que, como lo avanza su nombre, tiene por razón de ser la ejercitación literaria en todos los géneros y tiene entre sus objetivos hacer de su estética una visión taocuántica, en la cual todo emana del Todo y al Todo regresa; así como potenciar la sensibilidad y la capacidad creadora entre sus miembros y remozar las letras universales”. (Del Tao a la cuántica, Pág. 217. 214)
*Tercer quantum: El Tao
La perplejidad y el asombro es propio de la poesía, de la cuántica y del Tao.
La naturaleza última y primera, el ying y el yang; es similar al principio de la incertidumbre, al principio de la complementariedad y al quantum que los une, las partículas ondas-luz de la mecánica cuántica.
Más allá de sabios y doctos de mitos y leyendas, solo se puede definir al Tao desde la paradoja y desde los enigmas… “Mis palabras son fáciles de entender y de poner en práctica; sin embargo nadie bajo el cielo las entiende”, postula Lao Tse, en el Tao Te King. La naturaleza de las cosas es de tal modo, que quien va adelante acaba yendo detrás, quién sopla sobre una cosa para calentarla acabará enfriándola y, quien sopla sobre una cosa para enfriar, acaba calentándola. Quien trata de fortalecerse acaba debilitándose y quien desea seguir siendo débil se torna fuerte; quien está a salvo, corre peligro y quien se salva acaba en el peligro. Todo el mundo considera bello lo bello, en estos reside su fealdad: todo el mundo considera bueno el bien, en esto recibe su maldad. Estos principios de los textos taoístas son similares a los conceptos del principio de complementariedad y de la incertidumbre de la mecánica cuántica. El Ser y La Nada se engendran a sí mismos; lo fácil y lo difícil se complementan, lo largo y lo corto se forman uno al otro. El antes y el después se siguen. Estos son conceptos similares al principio de incertidumbre de la mecánica cuántica… Estamos, pues, en el universo del Tao, en el cielo de la paradoja, en el universo de lo cuántico, en donde solo se puede hablar desde la poesía, desde la ciencia y desde el poema y desde el silencio.
*Poética taocuántica: variaciones para un final
“Todo poeta construye previamente su discurso del método”, concluye Lezama Lima, en su Diario del día 18 de octubre de 1939. Todo poeta engendra su poética, si entendemos como poética al conjunto de normas y principios que formulan el valor poético de un poema o de una obra; pero en verdad, todo sucede al revés, el poeta, el verdadero creador, primero escribe desde el caos y luego organiza el cosmos: la razón poética primero que la razón práctica.
Estudiar una poética es observarla desde la hondura de un mar sin fondo, ese mar que sostienen las imágenes, las formas, la danza de las palabras, el ritmo y la música del poema. Para percibir este mar invisible, es preciso darse cuenta, leer con atención la desnudez del poema. Hay que leerlo desde el presente de la imagen y del verso, junto en el tiempo en que las palabras aparecen y desaparecen, y dejan de vez en cuando y de cuando en vez los principios, las ideas, allá entre las tinieblas. Es necesario afirmar que es desde el interior, desde el ahondado Yo Soy que nacen los principios de la Comunidad Literaria Taocuántica, como dijera Jiménez; y cuando se escribe, lo vivencial se dice a sí mismo: Tao, quantum, poesía, esa miniatura, ese corpúsculo de inmensidad íntima de donde surge la verdad entrañada en el poema.
Pasamos ahora a enumerar las características que definen la poética taocuántica, a partir de lo que postula el ideal que le orienta, y de lo que refiere el poeta Ramón Antonio Jiménez, padre de la taocuántica y director de la Comunidad Literaria Taocuántica:
1-La poesía es una mirada antigua, diciendo una verdad de vida que se asoma a través de la belleza como expresión de la verdad poética.
2- A través del protolenguaje, el poema se empina para mirar dentro de las cosas, mediante un discurso lexicosemántico que testimonia la vivencia que recrea la creación poética.
3- El ideal taocuántico es un estilo de vida que modela a sus signatarios, haciendo de ellos una versión mejorada.
4- El creador taocuántico se sabe entrañado con el Ser de todas las manifestaciones, expresión del Todo entrañada en todo.
5- El cultor de la cuántica arriba a su identidad esencial prevalido de la intuición, la revelación, la reflexión, sueños luminosos, epifanías, el entrelazamiento cuántico.
6- El poema es un testimonio de una experiencia vívida.
7- El abrazo del Tao y la cuántica es una certeza intuida, una vivencia que perfila la mirada taocuántica.
8- El orbe léxico de la taocuántica da cuenta del arte, la ciencia y la espiritualidad como componentes sustantivos de la esencia de la creación postulada por el ideal taocuántico .
9- La taocuántica no es un movimiento, es la espiritualidad del futuro.
Veamos resaltadas estas características en el siguiente texto del poeta Ramón Antonio Jiménez:
Decir taocuántica
Hagamos
de tal modo nuestra Verdad
que estando
cuándo y dónde
fuera de la ilusoria forma
nos podamos reconocer
siendo ambos y todos y todas las cosas
la Pura Realidad
sin nombre
Neils Bohr, el físico danés, aborda el principio de la complementariedad, en el cual establece que las partículas y las ondas son dos formas complementarias de una misma realidad simultánea. En atención a esto, apreciemos el siguiente poema del poeta Noé Zayas, en el cual es sustancia el principio de complementariedad:
Mi sombra
Ahora mi sombra y yo nos sentamos en un banco vacío de la plaza. Los dos estamos solos. Tú y tu sombra acarician el satín rojo que cubre tu cama, el cálido placer de los refugios. Yo y mi sombra sentiremos el frío hierro y la espantosa espera, no hay lugar para nosotros que no sea la grotesca noche y la sobria espesura del día, el hueco atardecer en que toda acción humana se hace amarga. Tu sombra y tú despertarán mañana, irán a jugar como cachorros sobre el tapiz de flores de cerezos. Luego tu sombra se refugiará en ti y lamiendo tus manos prometerá obediencia. Mi sombra, perra maldita y sin consuelo, morderá mis manos si intento explicarle tu ausencia. Irá corriendo como loca, maltratando a mis amigos, a los objetos que encuentra a su paso… ¿Qué hago yo sin sombra -me pregunto- y sentado en la plaza?
Veamos el poema siguiente del poeta Félix García, y en él de relieve los rasgos antes señalados:
De Raca a Siri
Del borde de la estrella pende
un espejo de mapas.
No ser gatillo ni bala, piensa Raca.
Mejor jura, ser agua.
El espejo sigue intacto.
Los mapas van cayendo.
Van goteando fronteras.
Hay una presencia tuya en cada voz
con barba augurando estaciones
Te ases al tiempo o en él te absorbe,
besas su frente y bendices sus pasos
Me vale y valgan los fuegos, sus cenizas
Sobreviven llamas
como esa ala de murciélago
ese olvidar desierto
talvez aleteo
suspenso extraño
rara manía trunca ilusión
Me vale y valgan los fuegos
sus cenizas
Sobreviven llamas
como esa ala de murciélago
ese olvidar desierto
talvez, aleteo
suspenso extraño
rara manía, trunca ilusión
(Félix García, Mar Divino Espejo, fragmento).
Consideremos también el poema que sigue, de la poeta mocana y cofundadora de la Comunidad Literaria Taocuántica, Mikenia Vargas:
Crezco dentro de la llama
antorcha de verdad
La claridad profunda me llamas
por mi nombre
sin intermediarios
ni espacio entre mi sed y tu hoguera
Susurro lo sagrado de tu nombre
otea tu presencia
ondulación ardorosa es tu fuego (de su poemario, Rumor sagrado, tal Pág.)
Werner Heisenberg, físico alemán, establece el principio de la incertidumbre. Este principio recoge la imposibilidad de establecer con exactitud al mismo tiempo, posición y velocidad de las partículas cuánticas, de si está o no está, si es o si no es, si el gato está vivo o está muerto, si se está lejos o cerca, si se está adentro o está fuera. Y en cuanto a esto, la poeta taocuántica Reina Lisset Ramírez encuentra el principio de la incertidumbre desde su misma incertidumbre:
Las energías…
Las energías cuánticas perfectas,
llama que arde sobre sí misma,
toda la materia desbordada
hacia la unidad absoluta.
Ellas mismas provocan
sus alegrías y sus tristezas;
tienen la cicatriz oculta de todo viviente
y la indescriptible fortaleza
de los seres mitológicos.
Están en el mar
y sus profundidades se filtran,
en las venas frías y calientes
de todos los seres vivos
y de los por existir
sujetan a la Luna y al Sol,
al Universo planeador:
juego de tierra, agua, fuego y viento.
Toda esta energía de la presencia,
del vacío….
Por su parte, desde la estatura de su voz, el poeta Enmanuel Taveras testimonia su encuentro con el enigma mediante su aliento singular:
Epitafio norte
Un árbol es casi sensible,
ignoro la memoria de sus hojas,
ignoro también
la información genética en sus raíces.
Bajo éstas,
su sombra me cobija
mientras observo aquella estatua
con rostro de mujer
incendiando con su antorcha el siglo.
… Incertidumbre que también se aprecia en los que siguen, todos signatarios del ideal taocuántico:
Ramón
Un epígrafe soleado por el costado oscuro de la luna anuncia que nada es imposible de ver, que basta con cerrar los ojos para despertar en el milagro, en el temblor de los astros o en la comisura reticente de un diluvio de aves.
Se puede ser más frágil y evasivo, lluvioso, encantador, un fabulador de rostros y el verde junco que nada contra todo de espalda al rio. Y es un poco de nada y un poco del Cosmos. Necesitaremos una eternidad para escalar su ritmo y sus pendientes de sueños. Empero, cuánta luz cuando cruza y se expande… va floreciendo el camino
(José Miguel García, Ahora que todo pasa, Pág. 75)
Aleteo
En el temblor de mis manos aletea un verso,
deambula en órbita hacia el recóndito silencio que padezco.
Es carne de mi carne, laberinto azul,
donde el cielo en un parpadeo.
Entonces la boca es una canoa de mares, encendiendo cigarro a media luz.
El poema es un pez que salta hacia mi pecho. Y se amamanta de soles nocturnos
de lirios con espinas que flotan
en revés del tiempo.
Es una metáfora en el ocio de este instante.
En el que la lluvia vuelve a su origen, buscando de reojos las piedras
que parten en mitad el agua.
La poesía es luz que enerva mi nombre
en el subsuelo de voces que gritan
desde la otra orilla de la noche,
cuando los pájaros encienden la ciudad y buscan desde las alambradas
el giro del viento para inventar los cantos. Aquí en mis manos,
oculto un puñado de palabras
y vuelve el aleteo.
la ciudad. el temblor, el poema…
(Rosalina de la Cruz, inédito)
El Ser
Tú que en mí acomoda la mirada
sin saber que uno somos
que la identidad es una ilusión
para no aterrarnos
en multiplicidad de formas
y esencia singular
no percibes que soy
un poco de ti
y que eres parte esencial del todo
(Fraylin Esteban Pérez, poema inédito)
El sabor del adiós
El adiós es un vacío que llena
el más cobarde de los dioses
un sinsabor que flota en el aire
y en el agua un presentimiento
que habita en las pupilas de una inocente pena sin resolución
una culpa sin remisión
el aroma del miedo y del disturbio
el dolor de lo vivido
el sabor de un amor que abandona
(Elena Ramos)
Apostillada a la muerte
Huelo muerte
a coronas de lirios blancos
cera destilada de cirios florecientes
Huelo tanto de una vida
que se extingue
como trenzo las cortinas
que separan mis espacios
Mientras el viento aliciente toca mis huesos
huele a muerte arrinconada
a tierra fangosa
a miedo
Hambrienta la tierra
se curte de negro nuevamente
cerca mi garganta su mano
ansiosa atina en mi espacio
disuelta por anegarme de encantos
engañoso me tienta
Huelo muerte o la muerte ha olido de mí
(Martha Villa, Húmedas ataduras, Pág. 16)
Lunares de luz
Saluda con las manos de las hojas cuando caen tu grandeza es como clonarte en la soledad multiplicándose.
Expansiva en los vacíos para dotar a los cielos de ti te disuelve para preñar el todo depositándose en esencia eterna.
Cuajándose para poder germinar se concretiza para volar en los fotones y arcoíris lluvias de partículas te caen en la profundidad de un agujero.
(Jesús Castillo, fragmento)
Sindicato Sexual
Amelia,
basta con saltar
la empalizada de tus ojos,
con ir a tu piel,
para formar parte
de la propiedad privada
que registra tu cuerpo,
panal de estrellas
donde residen las luces,
cielo público,
mar de vapores.
Basta con que palomas
vengan volando,
desde la hacienda de tus labios
hasta mi boca,
para que mi instinto
se vaya a tus graneros,
centelleos de recién nacidas estrellas,
nido de arpas y violines,
campo magnético de mi sangre
(Lorgio Núñez, Sindicato Sexual, Pág. 18)
Afirmar que el principio de incertidumbre de la complementariedad, la no dualidad de partícula-onda, fundan una poética en estos poemas; como debe ser: el ideal taocuántico no solo postula su naturaleza y propósitos, sino que también testimonia, como lo consagra su manifiesto, a través de la producción literaria de sus cultores, los que procuran vivir en función del referido ideal, pues estilo de vida es este.