Los textos literarios son portadores de elementos que permiten a un lectorado valorar su calidad. Esto ocurre porque, como señala Mukarovsky (1977): “(…) la obra artística está destinada a servir de intermediario entre su autor y la colectividad (p.36)”. Por eso, en muchas ocasiones, los aspectos que se destacan de estas producciones responden a criterios relacionados con la forma, estructura, estilo, sistemas de valores configurados y el tratamiento de personajes, los cuales son percibidos por los lectores. No obstante, existen otros vinculados a los efectos que provocan y las construcciones que se realizan a partir del proceso lector, que pueden contribuir a que las obras literarias merezcan algún reconocimiento.

En el año 2020, el Ministerio de Cultura de la República Dominicana celebró los acostumbrados Premios Anuales de Literatura, en los cuales se galardonan manifestaciones en renglones de poesía, novela, teatro, ensayo, literatura infantil y cuento. De estos, el Premio Anual de Cuento José Ramón López le fue otorgado al libro: Antes de que la casa se derrumbe (2019) de José Martín Paulino, un narrador francomacorisano que ha puesto en alto a la literatura cibaeña con la creación de universos imaginativos que luchan por salir del papel, materializarse y cohabitar con la realidad. Por tal virtud, en las siguientes líneas se abordarán algunos aspectos del libro que pudieran haber permitido que recibiera este galardón.

Si bien es cierto que la diégesis de una producción juega un papel importante, el discurso desempeña una función fundamental, porque los autores se valen de diferentes técnicas y estrategias para dar a conocer las historias y provocar sensaciones en los lectores. En el caso del libro que aquí se ocupa, Paulino muestra su versatilidad como narrador porque en algunos textos construye un discurso literario en el que se entremezcla una narración heterodiegética y una homodiegética. También, hace partícipe al lector, involucrándolo en la historia, como se muestra con los siguientes fragmentos:

Días después, doña Eusebia se presentó al taller de don Ángel Fortunato a pedirle que fuera en auxilio de su hijo, quien tenía más de cinco años trabajando con usted, y ahora le ha sucedido esta calamidad, y necesitamos ayuda para hacerle frente a la situación, y mire que soy viuda y Emilio es mi único hijo y mi sostén (…) (Paulino, 2019, El milagro, p.17).

Eddy Suarez no olvida que anteriormente había sido uno de los más entusiastas participantes de aquellas festividades navideñas, pero el día de su desgracia se negó a sumarse al regocijo general, alegando que su jornada de trabajo del día anterior había sido agotadora. Por lo que les pidió a los festejantes que lo dejaran dormir, (…) pero ellos empezaron con aquello de déjate de eso Eddy, que vengas a celebrar con nosotros, que ahora te estás haciendo el cansado, pero lo que sucede es que no quieres juntarte con nosotros (…)”. (Paulino, 2019, Los celebrantes, p.91).

Esta fusión que realiza su autor provoca una ruptura en la percepción de los significantes que se van concatenando, provocando en los lectores una sensación insólita. Al interrumpirse la narración instaurada, causa sorpresa y optimiza la experiencia lectora. En otro orden, la provocación de este efecto deja en evidencia el compromiso que tiene Martín con el oficio de las letras, innovando y experimentando con propuestas narratológicas distintas. Esto no significa que sea exclusiva del mismo, pero la manera en la que lo ha planteado en este libro hace que pueda destacarse.

En otra tesitura, un aspecto a resaltar de Antes de que la casa se derrumbe (2019) es que su escritor da a conocer a la comunidad literaria su incursión en el microcuento y la minificción. Los lectores pueden maravillarse ante la posibilidad de acceder a historias contadas en pocas palabras. Ejemplo de ello puede observarse en: “Descendientes de Caín I”, “La gula”, “Descendientes de Caín II”, “Ramas del árbol sagrado I”, “Ramas del árbol sagrado II”, etc. Estas narraciones hacen que Paulino obtenga atención a la hora de hablar sobre la narrativa breve francomacorisana, como ha sido el caso de los escritores: Noé Zayas, Kianny Antigua, Nathalie García, Bladimir Ramos, Ramón Antonio Jiménez, entre otros.

Respecto al estilo, un lector avezado y estudioso de la narrativa de José Martín puede darse cuenta de la presencia de elementos característicos de su autor en el libro que aquí se ocupa. En este, es evidente la proyección de lo vernáculo por medio de la utilización de sustantivos locales (Rosalía Perdomo, Quintino, Josefina, Pedro…) y la incorporación de toponimia del nordeste (Santa Ana, El Caimito, parque Duarte, El Madrigal, Los Bejucos…). Además, existen variantes lexicosemánticas (jolopero, tumbe, jodió) y sintácticas (La doble negación: Yo no lo doy, no) del español dominicano que ayudan a que el lector comprenda el contexto en el que se encuentran inmiscuidos los personajes. Paulino no necesita plasmar variaciones fonetológicas para ello. Esto quizás se deba a la intención de apelar a la universalidad en el discurso sin dejar de lado las raíces dominicanas.

En ese mismo orden, los personajes caracterizados son un reflejo autóctono del país. El autor de Antes de que la casa se derrumbe ha configurado unos prototipos del campesino dominicano, del creyente, del borracho, de los jóvenes, de los adultos, etc., los cuales se encuentran inmersos en situaciones de abuso de poder y situación económica precaria. También, parecen pertenecer a clases sociales parecidas y tienen las mismas costumbres dominicanas. Por otro lado, la presencia permanente del elemento religioso y el uso de narraciones analépticas y heterodiegéticas se vuelve algo característico en la narrativa de Martín Paulino. Muchas de las mencionadas ya han podido observarse en otros de sus libros, como: Cuadernos de serpientes (2018) y Caballo de la discordia (2009). En adición, ese aliento narrativo distintivo que persigue proporcionar informaciones de los personajes es un elemento particular de este autor. Por tanto, puede suponerse que estos y otros aspectos pudieron haber influido en la valoración de su libro.

En cuanto al lenguaje literario, el lector se encuentra con una prosa que se vale de figuras para nada rebuscadas. A parte de las estrategias de narración y los diálogos, algunas de las descripciones en los textos le ofrecen al lector todos los mecanismos para realizar las representaciones mentales adecuadas a lo que el autor ha querido transmitir. Valiéndose de epítetos, personificaciones e hipérboles, Paulino describe en Bajo el árbol cómo se encontraba el terreno que había intercambiado don Gregorio con tal de no manchar su nombre: “Allí solo encontraron un paisaje seco, en perpetua agonía, una tierra que imploraba a gritos la bendición de la lluvia (p.11)”.

En otra tesitura, recurre al símil, la hipérbole y la metáfora para dar a conocer al lector la magnitud de la tacañería de un señor que, aun teniendo riquezas, es incapaz de gastar en algo tan elemental e importante como la salud:

—¿Cuánto? — preguntó don Quintino, como si la vida se le fuese a escapar del cuerpo.
—Setenta pesos.

Al oír aquello, a don Quintino le entró una palidez de muerte, así como una ira y un frío enormes. Sintió que las molestias estomacales volvían embravecidas, que las brasas y las víboras se unían en una operación avasallante. (Paulino, 2019, Un modelo de prosperidad, p.27).

Lo anterior ha sido implementado por el autor con la intención de presentar la complejidad humana y hasta dónde pueden llevarlos sus ideas y obsesiones. Lo mismo ocurre con textos como: “El derrumbe”, “En la sombra”, “Los cocos del diablo”, “Cirugía del alma”, entre otros.

Por lo antes presentado, no debe sorprender a la comunidad literaria que Antes de que la casa se derrumbe recibiera semejante premio. Con este libro, su autor pone en alto a la cuentística dominicana e instaura una realidad autóctona dentro de un mundo ficcional. Además, se convierte en un orgullo para la literatura del Nordeste porque ayuda a confirmar lo que dijera Carvajal (2019), en una ocasión sobre el referido autor: “Martín Paulino tiene asegurado por lo menos un eslabón de acero inoxidable en la cadena de narradores dominicanos contemporáneos (p.177)”.

Referencias

 

Carvajal, J. (2019). Carta de navegación de literatura dominicana. Orlando, Florida:     Ediciones BAS.

Mukarovsky, J. (1977). El arte como hecho semiológico. Escritos de Estética y Semiótica          del Arte, 35.

Paulino, M. (2020). Antes de que la casa se derrumbe. Santo Domingo, República          Dominicana: Editorial Santuario.