Vi por primera vez a la autora de este libro en el desarrollo del VI Festival Literario sur realizado en Barahona, en el mes de septiembre del año 2024, y fue cuando subió al escenario al ser reconocida por dicho evento, por sus aportes al arte y a la literatura de su provincia, Jimanì. Después participamos en la segunda Feria internacional de Escritores del Este, llevada a cabo en Higüey, fue en ese momento que adquirí su libro.
Un par de día después le escribí, «estoy leyendo tu libro» y me escribió «¿Qué tal te parece?», le contesté, «veo una gran madurez de tu parte». Ahora al adentrarme en sus páginas, lo confirmo, que las reflexiones incluidas en el libro, si las vemos desde el punto de vista de su juventud y muchas escritas en la adolescencia, muestran inteligencia emocional y una capacidad de resiliencia de la autora.
Este libro para salir a la luz pública pasó por muchos tropiezos, según lo explica la misma autora, aunque no tenía los recursos económicos estaba decidida a su publicación y optó por usar los canales que le ofrecía el internet y encontró en Amazon la facilidad para obtener el sueño que casi vio desvanecerse.
A mal tiempo, lápiz y papel, un título que lo dice todo. Ya esta expresión encierra un mundo por descubrir y llama al lector a introducirse en sus páginas para ver cuales fueron esos vientos, esos terremotos que movieron las simientes y generaron tempestades, y cuáles fueron los resultados de esos malos tiempos, pero algo mejor, qué soluciones se trae la autora de tan lapidaria expresión.
Este libro, de inicio me parece interesante. Su autora demuestra una gran valentía y se presenta como una persona: libre, natural. Comparte intimidades que la gran mayoría prefiere que se quede en la historia oculta del pasado, sin embargo, Lorena Abreu, lo expone con el único motivo de dar a conocer cómo ella en esos momentos difíciles logró salir de esa trampa a la que estamos todos expuestos, y ahí radica su importancia.
Leer la primera reflexión, Atrapada, presenta una realidad que pueden estar viviendo miles de personas que quedan encerradas en sus propios pensamientos por algo que pasó o están pasando, sin que puedan buscar la salida, y al fin, lograr la libertad de aquella cárcel que solo está en la mente, en el cerebro humano.
Si analizamos otras de las reflexiones como El baúl de los recuerdos, no es más que un llamado a ser paciente, mientras trabaja y realiza esfuerzos por superarte. En el mismo momento que eso sucede, debes disfrutar y captar en el subconsciente los detalles más importantes de esos acontecimientos, para cuando llegues a la meta no olvidarte del esfuerzo realizado y las lecciones aprendidas que fortalecieron los deseos de alcanzar el éxito
No hay nada más pragmático que Cicatrices, otra de las reflexiones que nos incluye la joven autora en su libro, cito sus primeras palabras: «Tan perfecta como cualquier otro ser humano, estoy llena de defectos y cicatrices, Sin embargo, he aprendido a aceptarme y amarme con cada una de ellas. En lugar de permitir que mis defectos sean mi punto débil, los he convertido en fortalezas poco a poco. A través de ellos he aprendido que siempre hay espacio para mejorar, sin buscar la perfección, si no, de ser una mejor versión de mí misma».
Reconocer nuestros defectos y virtudes nos hace más humanos, pero también más sabios y nos aligeran la carga. Muchas veces por no aceptar nuestras cicatrices y nuestros defectos nos volvemos seres humanos infelices, y es aquí donde está el valor de las palabras y el mensaje dejado por la autora, que repito, a pesar de su juventud nos da lecciones de madurez.
Al final la autora remata con estas expresiones de resiliencia y superación: «Comprendí que quejarse constantemente no era productivo, pensar que había personas enfrentando situaciones fuertes con una actitud positiva y construyendo cosas maravillosas, decidí mejorar aceptar y superar mis propios desafíos y sigo con ese camino de crecimiento y mejora».
En el Principio de las posibilidades, otra de las reflexiones, Lorena aborda de manera sencilla temas complejos como el poder de los pensamientos y las decisiones que el ser humano tiene sobre ellos. Los pensamientos se incrustan en la mente inconsciente y deciden por las personas, por tanto, es necesario dominarlos hacia donde favorezcan, como los pensamientos positivos, que son los que nos llevan al éxito y a la felicidad.
La autora de este libro no va con los estereotipos cuando dice Encajar me suena a caja, prefiere ser fiel a sí misma, a su esencia, y enrumbarse por sus propios caminos, mantenerse apegada a sus principios y a sus sueños, en ese sentido expresa:
«Así que me he libero de las expectativas impuestas y abrazo mi ser. Me abro paso a ese mundo siendo yo misma, sin miedo a destacar, a expresar mis opiniones y a perseguir mis metas. Encajar en una sociedad limitada no es mi objetivo, mi objetivo es vivir plenamente y dejar una huella única en el mundo».
La felicidad es algo personal, es una decisión abrazarla como una alternativa consciente en la vida.
En Metamorfosis, la autora envía un mensaje de esperanza, aun te encuentres en momentos difíciles, y pone el ejemplo del proceso o trasformaciones de la oruga a mariposa. Te indica que en esas dificultades puedes estar viviendo un proceso de transformación a mejores momentos, en ese sentido expresa:
«Cuando te sientas abrumado por los cambios y desafíos, recuerda el ejemplo de la metamorfosis. Mantén la fe en ti mismo y en el poder transformador de la vida. Sigue adelante. Abraza la incertidumbre y confía en que, al final, te convertirás en una versión mejorada y más radiante de ti mismo».
Superar es un proceso gradual y personal. El pasado no debe definir el presente, y bien lo expresa la autora cuando dice: «A medida que te alejas de las sombras del pasado, descubrirá que tienes la fuerza y el poder para construir un presente lleno de alegría y plenitud».
Este es un libro muy realista y muy motivador. Es sin dudas un libro de superación personal. Quiero felicitar a la autora, la joven Lorena Abreu, por mostrar en él una madurez que sorprende en una joven de su edad.
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