Debo confesar que leí este libro más de dos veces, no sólo por el compromiso que la ANED-PEN-DOMINICANO, había hecho con el autor de conversar sobre su obra, el 12/12/24, sino porque, me llenó de asombro la estructuración y el desarrollo del cuento "La Paola y los poetas malditos".
A pesar de esas lecturas, escuchando al presidente del ANED-PEN-DOMINICANO, el poeta y narrador Aquiles Julián, puse atención a unas "lluvias y "fuegos" que, según Aquiles Julián, están presentes en el discurso narrativo de su autor, Denis Mota, en este libro de cuentos, ganador del Premio Anual de Cuento "José Ramón López 2023, organizado por el Ministerio de Cultura de la República Dominicana.
Volví a releer la ya citada obra, y en esa cuarta lectura, pude descubrir otros detalles propios del discurso narrativo expuesto allí, por el editor; periodista; poeta; narrador y gestor cultural, Denis Mota Álvarez.
Entre esos detalles que pude advertir están su recurrencia a la memoria, como recuerdo de su vida y de su entorno geográfico y vital, para construir sus historias y narrarla, narrarse y/o narrárnosla, como parte de su cotidianidad vital.
En el narrar de este autor, si bien es cierto que interactúan personajes provenientes de su infancia y que son cómplices centrales de lo que allí se dice o se narra, no menos cierto es que el autor es el personaje central o protagónico, en todo el engranaje de acción que se desarrolla en los entornos sociales, económicos y culturales, presentes en esta narrativa.
Los barrios de su infancia y juventud en San Rafael de Yuma, el mar y los ríos del entorno, se mueven en la organización narrativa de estos cuentos, junto con aquella época de la dictadura que nos sirve de trágico escenario histórico, a todos los que nacimos en los años 50, como es el caso del autor de este libro de cuentos, quien nació en momentos en que la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina ("Chapita"), entraba en su ruta de conflictos nacionales e internacionales, el 1952.
El agua, el fuego y la lluvia, en específico, son recursos naturales de los cuales, el sujeto-autor hace referencia continúa en su discurso narrativo, en esta obra, lo que indica que mi relectura ha dejado sus frutos, a partir de las observaciones hechas por el presidente del ANED-PEN-DOMINICANO, poeta, narrador, dramaturgo y publicista Aquiles Julián.
"A Carolina le encanta bailar" (Cuentos), tiene corrección a cargo de María del Carmen Vicente y Apolinar Liz Rodríguez, con diagramación de Amado Santana; la ilustración y el diseño cubierta, es responsabilidad de Paulo Mota Bernard y Denis Mota Álvarez. Es una publicación coordinada por la Editora Nacional del Ministerio de Cultura. Fue impreso en Amigo del Hogar, República Dominicana. Contiene 162 págs.
Contiene diez (10) cuentos que están situados, a partir del recorrido vital del sujeto por lo que ha sido su transcurrir, como sujeto, por lo que el recuerdo, los amigos, su infancia y su juventud, constituyen los ejes temáticos del sujeto-autor en esta obra.
El recuerdo y su permanencia en la psiquis del ser. La memoria regresiva en busca de los sueños que entrelazan lo vivido y el pasado que nunca pasa, son matrices de interconexión espiritual, a las que recurre Denis Mota, para proyectar desde su narrativa, donde, repito, él mismo es, el personaje central, activo, de sus relatos.
Otro detalle significativo en la discursividad narrativa que recorre los linderos estéticos de esta obra, está en la descripción detallada y precisa que, en este caso, nos expone el sujeto-autor, en cada uno de los cuentos que representan la arquitectura formal de esta obra.
Si detenemos la lectura de esta obra y nos centramos en el cuento que le sirve de título a este libro de cuentos, me refiero al cuento titulado "A Carolina le encanta bailar" (Ver pág. 55, obra citada), vemos y sentimos como nos atrapan aquellas vivencias narradas por el sujeto-autor, asumiendo las fiestas patronales de San Rafael del Yuma, su pueblo natal, como el referente central, para presentarnos a Carolina, como el centro del gozo y del vivir de las fiestas de las patronales.
Con una narración en tiempo pasado, los personajes se entrecruzan en un ambiente que le es familiar al sujeto-autor, por lo que sus referente narrativos forman parte de su experiencia cotidiana, como parte de su transcurrir, ya sea como parroquiano o como sujeto-testigo, dentro del discurrir de sus relatos.
Los amigos, Candé, Güicho y Fernando, entran al escenario narrativo, traídos por la memoria o el recuerdo del sujeto-autor, quien los asume para darle soporte de vivencialidad a su decir.
Es lo que acontece en "A Carolina le encanta Bailar", donde aquella bailadora sostiene la consigna de que "Todo lo malo cantando se te va, se te va bailando" (Ver pág. 55, obra citada). El baile, para ella, es la vida. Y nos vicero: "Dale ritmo al cuerpo" (pág. 56, obra citada).
Es una lección de vida, la que nos deja Carolina, al invocar el baile como alivio vital. Así lo asumió "Manuelito", aquel marimbero, "un Moreno de ojos rojos y saltones," del conjunto típico "Déjame la Puerta Abierta".
En esta obra, la farándula es parte integral, lo que, junto a las patronales de San Rafael del Yuma, redefinen el panorama narrativo, en esta obra, teniendo la fecha del 23 de octubre, en la noche, como el punto luminoso, donde inicia el tongoneo del golpe de cintura, en coordinación con los movimientos eróticos de los senos de Carolina. Veamos:
(….)
" Ella echó una sonora carcajada y puso a bailar los senos en loco compás con el remolino de las caderas; los frotaba húmedo del macho y la cintura se desplazada hacia un lado y otro,de adelante para atrás y viceversa, y de izquierda a derecha; tensas las pantorrillas, dejaba ver los nervios estirados y los muslos de las piernas fuertes y flexibles, sosteniendo aquel remolino humano bailando, "¡sacando lo malo p’afuera!" y girando en dirección a las manecillas del reloj en la mano del acompañante; tirando y halando, mientras el ruedo de la falda se abría como un paraguas poniendo al desnudo la carne morena qué se escondía cuando la falda se recogía y el cuerpo revuelto se detenía al compás de la música ".
(…)
(Ver págs. 58-59, obra citada).
Una viva descripción y recursos comparativos, dan vida al discurso narrativo que se expande por la arquitectura narrativa de estos relatos, para conllevar al lector, a la imagen ritualista y gozosa de Carolina.
La gran pena que nos queda, es que el sujeto-autor, quedó "haciendo bembitas", porque nunca pudo cumplir su deseo de bailar, para también arrancarse las penas, calentando la pista de baile, con Carolina.
No puedo terminar este trabajo, sin observar que, con el premio otorgado a esta obra, fueron dos (2), los integrantes de la Generación de escritores del 70, los galardonados (Aquiles Julián, con el libro "Pájaro que hace cantar al árbol (Poemas, 2024 y esta obra de Denis Mota, "A Carolina le encanta bailar" (Cuentos, 2024). Queda pendiente un estudio especial, sobre la Generación de escritores del 70, tal y como ya lo hicimos con autores de la Generación de escritores del 80).
Finaliz este trabajo, planteando que en la obra "A Carolina le encanta bailar", la narratividad expuesta allí, se impone por la viveza y el ritmo narrativo que el sujeto autor le imprime a sus relatos, apoyándose en sus vivencias y la integración de su memoria o recuerda, como parte central del decir secuencial de los hechos, en cada una de las narraciones que integran este libro.