Título original: The Zone of Interest. Año: 2023. Género: Drama. País: UK. Dirección: Jonathan Glazer. Guion: Jonathan Glazer. Novela: Martin Amis. Elenco: Sandra Hüller, Christian Friedel, Ralph Herforth, Max Beck. Duración: 1 hora 46 minutos

La nueva película del director de “Sexy Beast” (2000) y “Under the Skin” (2013), Jonathan Glazer, retrata la vida del comandante Rudolf Höss (Christian Friedel) y su esposa Hedwig (Sandra Hüller), éste encargado del campo de concentración de Auschwitz y cuya casa se encuentra precisamente colindante a este campo de exterminio nazi.

“Zona de interés” se enmarca en un tono ambiguo, áspero, hosco por ese paralelismo mostrado entre la familia Höss, que quiere mantener su idilio cotidiano, y lo que ocurre apenas a varios metros afuera de los muros de separación con el desarrollo del plan de exterminio conocido como “Operación Höss”.

Glazer, al adaptar la novela de Martin Amis, necesariamente tiene que recomponer el texto literario en escenas válidas que puedan representar el horror de los campos sin mostrar nada de ello, pues su cámara casi nunca atraviesa el muro del campo de concentración.

La película transita entre dos contextos, el de fuera de campo, lo que en Auschwitz sucedía y el retrato íntimo familiar de los miembros del clan Höss, compuesto por Rudolf, Hedwig, sus hijos y los sirvientes que allí ayudan a los quehaceres de la casa y donde la banalidad de un ritual familiar se concreta en los juegos de piscina, en el jardín de flores y vegetales de Hedwig y las caminatas vespertinas.

Las dos figuras protagónicas se muestran como un complemento uno del otro, aunque con distintas perspectivas de objetivos, mientras Hedwig es celosa de su familia y de lo que ha construido en la casa de Auschwitz, Rudolf ve todo como una obligación y convencido de que su misión va más allá de sus propias convicciones de lo que puede representar para el futuro de Alemania.

Este es el momento en que el director hace un subrayado potente en su tercer acto cuando Rudolf mira ese largo pasillo y se presenta el futuro de lo que hoy es Auschwitz, y donde el aparente malestar de este comandante no es más que un momento fugaz de contrición y nada más, no hay remordimientos ni culpas.

A través de una construcción de una chirriante banda sonora la película utiliza precisamente estos planos sonoros para identificar algunos aspectos del proyecto nazi, en la que el sonido se siente menos o más en el interior de la casa según esta crueldad se hace cada vez más agreste.

Esta selección de Glazer quien a través de la cámara se posiciona en un sentido de visualizar los entretelones familiares, con planos generales y de corta duración, con cámara fija mayormente, hace detener la perspectiva hacia ellos dejándolo establecido como si fueran cuadros de instantáneas.

Aquí el trabajo del director de fotografía, el polaco Lukasz Zal, donde también hace gala de su realismo con la pericia en el lente con “Ida” (2013) y “Cold War” (2018), alcanza a establecer una planificación de la acción como si fuera a través de cámaras de vigilancia haciéndonos partícipes de su vida en el seno de su casa.

Distinta a las propuestas de Steven Spielberg en “La lista de Shindler” (1993) o la de László Nemes en “El hijo de Saúl” (2015), la película de Glazer elimina todo efecto sentimental y deja que las sutilezas de los planos y el sonido cumplan con su función en la diégesis de la narración.

“Zona de interés” es una propuesta audaz, como pocas existen en el panorama cinematográfico mundial. Un discursivo hiperrealista que analiza de forma recia un evento histórico que todavía es un tema de confrontación y análisis.