Pudiéramos preguntarnos qué motivos tuvo el magnate Steven Spielberg para embarcarse en el riesgoso proyecto de readaptar el clásico de 1961, más aún, de qué manera podría encajar en los zapatos de una obra maestra que había alcanzado la perfección en prácticamente todos los aspectos. El resultado habla por sí mismo, es una carta de amor a una obra que constituye un referente obligado por múltiples razones, el abordaje de temas tan vigentes entonces como lo son hoy en dia; pugna de clases, enfrentamiento entre pandillas, racismo, empoderamiento, brutalidad policiaca, todos estas microhistorias servidas con un diseño de producción que resalta el ambiente callejero del West Side de la ciudad de Nueva York a principio de los 60s, canciones inolvidables, coreografías estupendas y una puesta en escena impecable. Sin embargo, el gran mérito de Spielberg es que no trata de competir con la versión original, en su lugar trata la historia con una gracia y solemnidad.
Hace ya casi 75 años desde que Jerome Robbins concibió la idea de llevar la tragedia de Shakespeare a la realidad de los barrios marginados de Nueva York en la forma de un musical dinámico y moderno. Se nos presentó la historia de Romeo y Julieta en las personas de Tony y Maria. Debutó en Broadway en 1958 y fue llevada al cine en 1961 con los roles protagónicos a cargo de Natalie Wood, Richard Beymer, George Chakiris y la legendaria Rita Moreno.
En la versión actual Spielberg se las arregla para ensamblar un elenco que esté a la altura de las expectativas. Tenemos a la gran revelación Rachel Zegler en el rol de Maria, no sólo transmite la dulzura del personaje y la profunda melancolía de un amor condenado a la desventura, sino que su voz alcanza registros increíbles, el experimentado Ansel Elgort en el papel de Tony demuestra que puede cantar, el papel de Anita está a cargo de Ariana DeBose quien ostenta una nominación al Oscar a la mejor actriz de reparto en el papel que le valió el mismo galardón a Rita Moreno hace 60 años (Primera mujer latina en obtener el premio) y David Alvarez en el papel de Bernardo cierra el cuadro protagónico del remake.
Spielberg transcribe y actualiza el material original, lo hace digerible para las nuevas generaciones utilizando las inolvidables canciones de Stephen Sondheim y Leonard Bernstein y las deslumbrantes rutinas de baile de Jerome Robbins. Extiende el legado del musical más aclamado en la historia del cine para su consumo masivo ahora disponible en streaming en las plataformas Disney Plus y HBO-Max.