El 18 de noviembre de 2010 marcó un hito en la industria cinematográfica de la República Dominicana con la promulgación de la Ley No. 108-10 para el Fomento de la Actividad Cinematográfica (Ley de Cine en República Dominicana). Este esfuerzo legislativo surgió de la necesidad de impulsar una industria cultural con características económicas especiales y profundas barreras estructurales que habían limitado su desarrollo durante décadas.
Antecedentes y motivación
La idea de crear una ley que fomentaria la industria del cine comenzó a gestarse un 17 de septiembre 2004, cuando el Consejo Nacional de Cultura bajo la resolución 4-04 que crea la Comisión de redacción de la ley de cine, reconociendo la importancia de la cinematografía como una expresión cultural y un motor económico. El gobierno dominicano, consciente de la dificultad económica y técnica que enfrentaban los productores nacionales, identificó la necesidad de ofrecer incentivos y apoyo estatal para nivelar el campo de juego en un mercado competitivo tanto a nivel nacional como internacional. Así nació la Ley de Cine, un pilar fundamental para el desarrollo de la industria cinematográfica.
Promulgación de la Ley 108-10
La promulgación de la Ley 108-10 en 2010 fue un paso decisivo hacia la creación de una industria cinematográfica robusta en el país. Esta legislación no solo buscaba eliminar las barreras económicas y estructurales, sino también promover la diversidad cultural y estimular la inversión extranjera. La ley estableció un régimen de incentivos fiscales para atraer inversiones y facilitó los trámites aduaneros y administrativos, consolidando a la República Dominicana como un destino fílmico estratégico.
Creación de la Dirección General de Cine (DGCINE)
Con la ley en vigor, se creó la Dirección General de Cine (DGCINE) en 2011, una institución descentralizada del Estado Dominicano adscrita al Ministerio de Cultura. La DGCINE fue instituida con la finalidad de administrar los incentivos fiscales, promover el desarrollo de una industria nacional del cine y posicionar al país como un destino atractivo para producciones extranjeras. El primer director de la DGCINE, Ellis Pérez, fue nombrado el 13 de junio de 2011, y su liderazgo sentó las bases para el crecimiento y desarrollo de la industria cinematográfica dominicana. Posteriormente, Yvette Marichal asumió el cargo, y actualmente, Marianna Vargas Gurilieva es la directora general de la DGCINE.
La actualidad
Marianna Vargas Gurilieva, designada en febrero de 2021 por el presidente Luis Abinader, ha fortalecido significativamente la DGCINE. Vargas colaboró en la elaboración, revisión y modificación de la Ley No. 108-10 y cuenta con amplia experiencia en derecho corporativo y comercial. Anteriormente, fue directora de Negocios y Asuntos Legales de Pinewood Dominican Republic Studios, asesorando en producciones internacionales y nacionales.
Durante su gestión, la DGCINE ha crecido exponencialmente, aumentando los ingresos de producciones cinematográficas internacionales de cincuenta millones a más de doscientos cincuenta millones de dólares anuales. Su enfoque estratégico está en la internacionalización del cine dominicano, la formación orientada a las necesidades de la industria y el posicionamiento del país como un hub cinematográfico regional. Estos esfuerzos han llevado a la República Dominicana a recibir varios reconocimientos internacionales, como el Global Production Award por el proyecto "Film Friendly Samaná" en el Marché du Film de Cannes en 2023.
Logros y evolución
Desde su creación, la DGCINE ha jugado un papel fundamental en el crecimiento del cine dominicano. Hasta 2024, se han filmado cerca de 900 producciones, de las cuales más de 400 se realizaron en los últimos cuatro años. Esta cifra impresionante refleja el éxito de la Ley de Cine y los esfuerzos de la DGCINE en atraer producciones de alto perfil y en promover la cinematografía local. Figuras de renombre como Brad Pitt, Vin Diesel, Sandra Bullock y Jennifer López han trabajado en producciones filmadas en la República Dominicana, lo que ha aumentado la visibilidad y el prestigio del país en la industria cinematográfica global.
Impacto en la economía y cultura
La Ley de Cine no solo ha beneficiado a la industria cinematográfica, sino que también ha tenido un impacto significativo en la economía y la cultura del país. Desde 2014, la industria ha movilizado más de RD$62,692 millones en inversiones para producciones locales y extranjeras. Las producciones extranjeras, atraídas por los incentivos fiscales y los escenarios naturales, han recibido más de RD$46,030 millones, mientras que las filmaciones nacionales han sumado RD$16,662 millones.
A pesar de que no todas las producciones se acogen a los incentivos fiscales, muchas pequeñas producciones, como videos musicales y cortometrajes, encuentran en el país condiciones ideales para filmar debido a la infraestructura y el talento local. La directora Marianna Vargas destaca que estas pequeñas producciones son una señal positiva del atractivo del país más allá de los incentivos fiscales.
Perspectivas futuras
A medida que la industria cinematográfica dominicana continúa creciendo, la Ley 108-10 seguirá siendo un pilar fundamental para su desarrollo. Con una infraestructura cada vez más robusta y una reputación consolidada como destino fílmico, la República Dominicana está posicionada para atraer aún más producciones internacionales y continuar promoviendo el talento local.
El fortalecimiento de FONPROCINE y la creación de líneas de ayuda para la distribución de coproducción minoritaria son algunos de los logros recientes que demuestran el compromiso de la DGCINE con la internacionalización y la diversificación de la industria. La readecuación y reapertura de la Cinemateca Dominicana, así como la inauguración de la Mediateca Dominicana Arturo Rodríguez, son testimonio del esfuerzo por preservar y promover el patrimonio cinematográfico del país.
La historia de la Ley de Cine en la República Dominicana es un testimonio del poder de la legislación bien diseñada y del compromiso gubernamental con el desarrollo cultural y económico. A 14 años de su promulgación, la Ley 108-10 ha demostrado ser una herramienta crucial para el fomento de una industria que sigue creciendo y prosperando.