Título original: Transformers: Rise Of The Beasts. Año: 2023. Género: Aventura. País: USA. Dirección: Steven Caple Jr. Guion:  Joby Harold, Darnell Metayer, Josh Peters, Erich Hoeber, Jon Hoeber. Historia: Joby Harold Elenco: Anthony Ramos, Dominique Fishback, Lauren Vélez. Duración: 2 horas 7 minutos

“Transformers: el despertar de las bestias” retoma la historia del reinicio, tratando de presentar un nuevo arco argumental a través de la colocación inmediata de su protagonista Noah Díaz (Anthony Ramos), un experto en electrónica y ex soldado del ejército de los Estados Unidos quien se ve envuelto junto a la arqueóloga Elena Wallace (Dominique Fishback), en un conflicto entre los los Maximals, los Predacons y los Terrorcons.

El mismo se desprende por una llave mística que es la clave de la recuperación del mundo de estos seres quienes ayudan a Optimus Prime y los Autobots en una guerra para proteger la Tierra ante la llegada de Unicron.

Este nuevo episodio se focaliza en el año de 1994 y sigue la línea de la historia de Bumblebee, siete años después. Situarla en este año, por lo menos, le permite hacer referencias a la cultura popular de la década, además de los guiños a Sonic y Super Mario.

El director Steven Caple Jr., (Creed II. La leyenda de Rocky, 2018) busca imprimirles cierta emotividad a los personajes a través de la dinámica entre ellos y los robots, pero narrativamente se comete los mismos errores por la repetida estructura y un guion previsible me impiden ofrecer cosas nuevas a la historia.

La eterna lucha entre los Autobot y los secuaces de Unicron sigue los mismos lineamientos maniqueista que no permite ampliar el espectro de un relato que ya desde sus cinco anteriores entregas, ya ha agotado todo el arsenal argumental.

Posiblemente esta séptima entrega pueda frustrar al espectador que esperaría un cambio de tono tras las debilidades que generó las influencias de las cinco películas dirigidas por Michael Bay quien se empecinó en un ritmo abigarrado de acción que no permitía la limpieza del espacio dramático para fijarse en los detalles.

Este pseudo-reinicio, aunque trata de desvincularse de las asperezas mecánicas de sus anteriores aportaciones, lamentablemente no profundiza en las interioridades de los personajes ni en la práctica de un argumento que solo se limita a robots buenos versus robots malos, dejando una trama a la simpleza y a la posibilidad de hundirse en la larga lista de películas con buenas ideas y solo eso.