Título original: Twisters. Año: 2024. Género: Acción. País: USA. Dirección: Lee Isaac Chung. Guion: Mark L. Smith. Historia: Joseph Kosinski. Guion original: Michael Crichton, Anne-Marie Martin. Elenco: Daisy Edgar-Jones, Glen Powell, Anthony Ramos, David Corenswet. Duración: 2 horas 8 minutos

Después de la magistral “Minari” (2020), el realizador nominado al Oscar Lee Isaac Chung se involucra dentro de un terreno pedregoso al asumir el trabajo de un blockbuster de verano con todas las reglas que debe cumplir para entretener a un público ´palomitero´ que solo busca el entretenimiento y nada más.

La actualización de éxito de la película “Twister” (Jan de Bont,1996) en las manos de Chung es como remolcar un camión sin ruedas, pues este debe desempeñar una función práctica dentro de los estándares del cine hollywoodense para llevar a cabo esta misión industrial.

La intención de este filme es no ser una secuela propiamente de la anterior, más bien se decanta por una forma de reboot actualizado para las nuevas audiencias que apenas tienen referencias de aquella historia.

Esta vez Kate Cooper (Daisy Edgar-Jones), una ex cazadora de tormentas perseguida por un devastador encuentro con un tornado durante sus años universitarios; ahora estudia los patrones de tormentas en las pantallas de forma segura en la ciudad de Nueva York.

Pasado el tiempo, Kate conoce a Tyler Owens (Glen Powell), un cazador de tormentas que además posee una gran cantidad seguidores en YouTube quienes se entretienen con sus proezas para cazar los tornados.

Ambos se unirán en una sola misión para encontrar la fórmula de derrotar a estos salvajes fenómenos atmosféricos dentro de una versión que carece de los elementos intrínsecos que favorecieron la anterior como la relación de los personajes de Helen Hunt y Bill Paxton, quienes estaban a punto del divorcio en medio de este panorama de desastre natural, convirtiéndose en un excelente paralelismo con sus vidas y de la importancia en todo momento del elemento humano.

La versión de Chung no logra crear el encanto con sus protagonistas y secundarios pobres y con poco propósito argumental, sirviendo solo como soporte narrativo para insuflar la imagen del actor Glenn Power cuya industria lo está cocinando al vapor para mostrarlo como el nuevo galán del momento.

Pero también trae a la anodina actriz inglesa Daisy Edgar-Jones que venía de protagonizar “La chica salvaje” (2022) y de encarnar a la Marianne en la serie “Normal People” (2020).

Otro detalle es que aquí no se ofrece novedad en la puesta en escena que, a pesar de la inclusión de buenos efectos especiales, estos no brindan la fuerza y la capacidad de integración emocional con los espectadores.

En resumen, estamos frente a un producto industrial dentro de un verano poco atractivo que solo convierte la experiencia de la sala de cine en una justificación de puro consumo.