Con el visionado de Thor: Amor y trueno tengo la sensación de que el cine de superhéroes de Marvel ya no tiene nada novedoso para contar y lo único que queda, dicho sea de paso, es la zona de confort de repetir la misma fórmula insulsa al servicio ahora de ideologías impuestas por la fuerza. Porque no solo creo que se trata de la peor de la película de Taika Waititi, sino, además, de una que ocupa un lugar privilegiado en la cima del olimpo de las más aburridas del UCM; en casi dos horas que avanzan a un ritmo atropellado y donde no se ofrece nada que sea emocionante con el refrito de pirotecnia aparatosa que solo me produce serios efectos letárgicos.

 

En esta ocasión, la trama se sitúa tiempo después de Thor: Ragnarok y narra la odisea de Thor cuando abandona su puesto en la tripulación de los Guardianes de la galaxia para luchar al lado de Valkiria, Korg y, también, de su ex novia Jane Foster, la cual, para sorpresa suya, empuña su martillo mágico, Mjolnir, para intentar frenar el avance de un tumor cancerígeno que le impide retornar a sus actividades como famosa científica.

 

En términos generales, Waititi estructura el viaje con esa narrativa manoseada del héroe al que le sale todo bien y derrota fácilmente a cualquier enemigo que represente un obstáculo, pero con un tono autoparódico que termina siendo infinitamente desequilibrado cuando repite los mismos chistes sin gracia que infantilizan a los personajes más allá de lo necesario con los excesos de ironía y las referencias de la cultura pop que incluyen la canción "Sweet Child O' Mine", de Guns N' Roses, como leitmotiv.

 

Todo me resulta bastante plano y previsible desde las primeras secuencias en la que Thor y Jane desarrollan su historia de amor duradero, mientras se enfrentan de forma responsable al villano de aspecto siniestro llamado Gorr que desea matar a todos los dioses con una espada maldita para vengarse por la muerte de su hija luego de que la fe que tenía por ellos fracasara, con el fin de rescatar, asimismo, a unos niños encarcelados que, metafóricamente, desean ser libres de los prejuicios culturales de identidad de género que andan de moda por todo el espacio sideral.

 

Encuentro algo de química entre Chris Hemsworth y Natalie Portman cuando ejercen el contrato de la pareja del trueno con bíceps de dioses griegos, como ya lo habían demostrado en las predecesoras. Y Christian Bale interpreta un villano que es creíble en su apariencia, pero al que le faltan unas cuantas capas de desarrollo para ser memorable lejos del maquillaje sobre su cara para una noche de Halloween. Desde luego, rescato unos cuantos artilugios visuales que se generan por ordenador como una caja de fuegos artificiales, pero que, desafortunadamente, no sirven de nada para avivar un argumento cadavérico en el que no funciona ni el romance ni la comedia ni la acción. Es una secuela que refleja en todas sus dimensiones al anticipado declive del Universo Cinematográfico de Marvel.

 

Ficha técnica
Título original: Thor: Love and Thunder

Año: 2022

Duración: 1 hr 58 min
País: Estados Unidos
Director: Taika Waititi
Guion: Taika Waititi, Jennifer Kaytin Robinson
Música: Michael Giacchino
Fotografía: Barry Idoine
Reparto: Chris Hemsworth, Natalie Portman, Christian Bale, Tessa Thompson,
Calificación: 3/10