El cine de Darren Aronofsky es transgresor, espinoso y difícil de digerir. Siempre lo ha sido y tal vez siempre lo será. The Whale es quizás, su obra menos pretenciosa y aun así nos interpela sobre la intensidad de nuestros prejuicios y nuestra capacidad de conectarnos con personas que pudieran inspirar desprecio y repulsión.

 

A estas alturas para nadie es un secreto que The Whale representa el retorno triunfal de Brendan Fraser al gran ruedo, luego de un prolongado historial de filmes de escala reducida y papeles de poca monta.

Charlie (Brendan Fraser) es un profesor de literatura que sufre de obesidad mórbida y padece de insuficiencia cardiaca congestiva producto de sus excesos alimenticios. Imparte sus clases a través de videoconferencia con la cámara apagada para ocultar sus monstruosas proporciones. Charlie nunca sale de su apartamento ubicado en un segundo piso y apenas puede desplazarse con ayuda de un andador.

El único contacto humano de Charlie es su amiga Liz (Hong Chau), enfermera que monitorea periódicamente su salud solo para descubrir frustrantemente que se encarrila hacia una muerte segura. Le insiste para que busque ayuda médica, pero Charlie se niega por su supuesta imposibilidad para costear sus tratamientos.

Al mismo tiempo, Charlie recibe las visitas compulsivas de Thomas (Ty Simpkins), un joven misionero perteneciente a la misma iglesia a la que pertenecía el ex amante de Charlie, quien termino suicidándose al ser expulsado de la iglesia por su homosexualidad.

Charlie sabe que le queda poco tiempo y su único propósito es reconectarse con su problemática hija Ellie (Sadie Sink) y su gran deseo es tener la certeza que ella estará bien cuando él muera. Ellie es brillante y a la vez, desagradable y repelente y guarda un profundo resentimiento hacia su padre por abandonar a su familia por uno de sus alumnos.

 

 

La película no puede desligarse de sus orígenes teatrales, es una narración de unos cuantos personajes que se desarrolla en la atiborrada sala del apartamento de Charlie. Es notorio el esfuerzo de Aronofsky por mantener el dinamismo de una historia guiada predominantemente por diálogos y expresiones faciales, en tal sentido se vale del montaje y la cinematografía para que su narrativa no languidezca en el confinamiento del lugar.

La otra cara de la moneda son las actuaciones. Brendan Fraser ofrece un trabajo fuera de serie, tan solo su mirada y el tono de su voz reflejan calidez, sinceridad y dulzura más allá de su grotesca imagen y las tendencias autodestructivas de Charlie. Secundado por las soberbias actuaciones de Chau (empática y benevolente) y Sink (Hostil y beligerante).

Todo el filme manipula las emociones del espectador que van desde la repulsión inicial hasta la empatia, poco a poco lo va llevando a desarrollar sentimientos de compasión por un ser humano que en última instancia busca un acto definitivo de bondad como forma de redención.

Ficha técnica:


Título original:
        The Whale (La Ballena)

 

Género:                    Drama

Año:                          2022

Duración:                 1 hr 57 min

País:                          Estados Unidos

Director:                   Darren Aronofsky.

 

Productores:           Jeremy Dawson, Darren Aronofsky, Ari Handel

Guión:                       Samuel D. Hunter

 

Música:                     Rob Simonsen

Fotografía:               Mattew Libatique

 

Edición:                    Andrew Weisblum

Reparto:                   Brendan Fraser, Hong Chau, Sadie Sink, Ty Simpkins,

Samantha Morton

 

Distribución:           A24