The Beekeeper es un gusto culposo que los seguidores de Jason Statham podrán disfrutar a sus anchas, pues contiene todos los elementos que se pueden esperar de un sujeto que viene realizando las mismas proezas coreográficas y utilizando las mismas expresiones lacónicas de sus primeros filmes.

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La película viene precedida por un sinnúmero de elogios por lo ingeniosas de las escenas de acción y la eficaz dirección David Ayer (End of Watch, Fury y Suicide Squad), de nuestra parte, pensamos que la historia está concebida por y para el uso de la violencia exagerada y gratuita como forma de evasión. Es anodina, ridícula y su punto de partida es cursi y poco realista.

Eloise Parker (Phylisia Rashad) es una profesora retirada en un área rural de Massachusetts acompañada de un inquilino, el pacífico Adam Clay (Statham), dedicado a la crianza de abejas y a la producción de miel. Cuando Eloise descubre que ha sido víctima de una estafa Phishing y ha sido despojada de dos millones de dolares pertenecientes a una institución benéfica que dirige, desesperada comete suicidio. La hija de Eloise, Verona Parker (Emmy Raver-Lampman) es casualmente agente del FBI y le dice a Clay que la organización que estafó a Eloise ha estado bajo el radar del FBI por un tiempo, este, decide tomar el asunto en sus manos y es cuando se desata el infierno. Clay está resuelto a hacer pagar al creador del esquema fraudulento, Derek Danforth (Josh Hutcherson),  aunque en el camino tenga que aniquilar toda una horda de rufianes.

El villano de Hutcherson es atípico, es un hijito de mami, centennial, que hace yoga y bebe leche de almendras, completamente detestable, de lo mejor que tiene la película. Goza de la protección de su padrastro, un poderoso exdirector de la CIA (Jeremy Irons) y su madre es nada más y nada menos que la presidente de los Estados Unidos (Jemma Redgrave).

El concepto resulta ser una versión caricaturesca de John Wick, desprovista de refinamientos ni estilismo, entrega de una manera tosca las imágenes propias de su género: peleas coreografiadas con precisión quirúrgica, efectos pirotécnicos efectivos y sobre todo, el sello personal de Statham que le acarrea suficientes méritos como para iniciar una franquicia.

Como hemos mencionado, el problema de The Beekeeper no es su factura, sino su guión. Kurt Wimmer es responsable de haber escrito historias para cintas nada despreciables como Equilibrium, Street Kings y Salt, sin embargo, pareciera que en Beekeeper haya trabajado trabajó contra el tiempo y terminara por recurrir a una hilera interminable de salidas fáciles e inconexas.

Con tantas debilidades argumentales, lo único que mantiene a flote la película es la dupla Statham-Ayer. Uno haciendo lo mejor que hace, ser convincente en su desborde de testosterona sin ningún remordimiento y el otro, entregando secuencias de acción trepidantes y muy entretenidas.

FICHA TECNICA:

 

Título original:      THE BEEKEEPER (Sentencia de Muerte)

Género:                 Accion, suspenso.

Año:                      2024

Duración:              1 hr 45 min

País:                      Estados Unidos.

Director:                David Ayer

Productor:             Bill Block, Jason Statham, Chris Long, Kurt Wimmer.

Guión:                   Kurt Wimmer.

Música:                 David Sardy.

Edición:                Geoffrey O’Brien

Fotografía:            Gabriel Beristain

Reparto:                Jason Statham, Emmy Raver-Lampman, Josh Hutcherson,

                              Bobby Naderi, Phylisia Rashad, Jeremy Irons.

Distribución:         Amazon MGM Studios