Título original: Don´t Look Up. Año: 2021.Género: Comedia.País: USA. Dirección: Adam McKay. Guion: Adam McKay. Historia: Adam McKay, David Sirota. Elenco: Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Cate Blanchett, Jonah Hill. Duración: 2 horas 28 minutos
No es de dudar que “No mires arriba” (Don´t Look Up), el nuevo hit de audiencia de la plataforma de Netflix, sea una de las películas más comentadas en este momento.
Es cierto, la película no deja indiferente a nadie. Muchos la recomiendan como una astuta sátira política a la frivolidad postmodernista de los medios y de los gobernantes, haciendo referencia a la sociedad actual en la que vivimos.
Otros la tildan de un fenómeno cinematográfico carente de humor cuyas intenciones no van más allá de las ridiculeces que se le pueden agregar a una historia que no trasciende en su perspectiva argumental.
Ambas direcciones pueden tener razón. No obstante, el foco de interés del filme es que se hable del mismo dejando establecido una historia hipotética que sirve de base para curtir una serie de ideas que ya se han debatido en muchos foros sociales.
“No mires arriba” inicia su discurso cuando Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence), estudiante de posgrado de Astronomía, y su profesor, el doctor Randall Mindy (Leonardo DiCaprio) hacen un descubrimiento que implica la desaparición de la raza humana debido a que un enorme cometa lleva un rumbo de colisión directa con la Tierra.
Su advertencia los obliga a un periplo mediático a través de la emisión de `The Daily Rip´, un animado programa matinal presentado por Brie (Cate Blanchett) y Jack (Tyler Perry) en la que ambos tratan de advertir sobre el peligro inminente llegando hasta la más alta investidura con la presidenta Orlean (Meryl Streep) y su hijo y jefe de gabinete, Jason (Jonah Hill).
El resultado es que a nadie le importa esto, inclusive para la presidenta que, cuando toma algún interés, lo transforma en un beneficio político para su gobierno.
Medios, redes sociales, negacionismo, obsesión, burla, sátira, humor negro se baten en un contexto que promociona una serie de argumentos donde el espectador puede ser partícipe también de las razones que se exponen en la película.
El director Adam McKay (The Big Short, 2015) utiliza todos los recursos que puede tener a mano para no acortarse en ningún planteamiento político utilizando el cometa como una metáfora del calentamiento global y las ínfulas del negacionismo como una crítica a las decisiones egoístas de quienes están al mando.
McKay intenta sortear las trampas que se auto impone en la misma historia pues conseguir un equilibrio perfecto entre el humor absurdo y la historia apocalíptica, no es tarea fácil ni siempre funciona.
Su delirio le hace perder ritmo a mitad de la película evidenciando que no todas las ideas son funcionales ni tampoco pueden ser alargadas. No obstante, “No mires arriba” saca el mejor lado como espectador: que la destrucción de la Tierra puede ser también un asunto divertido y a la vez muy conmovedor.