Los ingresos fiscales por actividad económica relacionada a la filmación de audiovisuales en República Dominicana durante el 2020 y 2021 se fijó en RD$ 948 millones; es decir, el 63 % del gasto tributario reportado en RD$ 1,493 millones, de acuerdo el estudio Impacto del sector cinematográfico en la economía dominicana.
Es decir, más de la mitad de los ingresos derivados del cine compensa los recursos que deja de percibir el Estado dominicano por crear la Ley de Cine 108-10, según el estudio publicado por la Dirección General de Cine (DGCine) y la empresa de consultoría Apricus.
El cine es una fuente de entretenimiento, pero además es un sector económico que genera puestos laborales, diversifica las inversiones y estimula el desarrollo social de una nación a través de las industrias culturales y creativas.
Para desarrollar un área, en numerosos casos se requiere de estímulos fiscales para crear el interés del sector empresarial en apostar por un sector al que el Estado promociona a través de leyes.
Las finanzas del sector también se traducen en empleos asociados a la filmación de películas y series. Durante 2022, se proyectó la creación de 26,099 puestos laborales, de los cuales 20,902 (el 80 % del total) fueron indirectos y 4,575 inducidos. En tanto, 622 fueron directos.
Tanto la DGCine como Apricus resaltan que el sector cinematográfico aportó a la economía dominicana RD$ 30,641 millones durante 2022, para un leve decrecimiento de 0.8 % comparado con los RD$ 30,894 millones del 2021.
En 2022, de manera directa hubo un aporte de RD$ 13,332 millones, para el 43.5 % del total, mientras que el indirecto fue de RD$ 11,962 millones y el inducido de RD$ 5,347 millones.
Entre 2022 y 2019 se evidencia un crecimiento de doble dígito, debido a que en 2019 la DGCine contabilizó RD$ 10,533 millones, mientras que en 2022 fue de RD$ 30,641 millones.
El cine como catalizador de fuente de ingresos para otros sectores
La proyección de 234 largometrajes motivó a 4,004,779 dominicanos a comprar una boleta e ir al cine. Desde el estreno de audiovisuales más esperados como Barbie, Oppenheimer y Mario Bros, hasta el regreso de bilogía como Colao 2.
Pero, para llegar a la pantalla grande, un audiovisual pasa por diferentes etapas de producción que conlleva la dinamización de otros sectores al adquirir servicios o contratar personal para la ejecución de su programación.
Apricus destacó que cuatro actividades económicas representan el 85 % de las compras intermedias de las casas productoras. En tanto, el 87.6 % de estas compras son realizadas a micro y pequeñas empresas, que, de acuerdo con la DGCine, “genera un mayor efecto derrame económico, crea una mayor cantidad de empleos en las localidades de filmación y ayuda a reducir la pobreza”.
En el período 2018-2021 se contrataron RD$ 5,083 millones de servicios de producción de filmes, RD$ 522 millones de alquiler de estudios de grabación, RD$ 296 millones de alquiler de equipos de grabación, 289 millones de pesos de servicios jurídicos, RD$ 245 millones de servicios de publicidad, RD$ 162 millones de alquiler de estudios de grabación o producción musical.