Título original: La sociedad de la nieve. Año: 2023. Género: Drama. País: España. Dirección: J.A. Bayona. Guion: J.A. Bayona, Bernat Vilaplana, Jaime Marqués, Nicolás Casariego. Libro: Pablo Vierci. Elenco: Enzo Vogrincic, Agustín Pardella, Matías Recalt, Esteban Bigliardi. Duración: 2 horas 24 minutos
La tragedia inició un viernes 13 de octubre de 1972 cuando el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, que llevaba a un equipo de rugby a Chile, se despedazaba en un glaciar en el corazón de los Andes. Atrapados en uno de los entornos más inaccesibles y hostiles del planeta, se ven obligados a recurrir a medidas extremas para mantenerse con vida, sobreviviendo solo 16 de los 45 ocupantes desde el accidente hasta los 72 días que permanecieron en la cordillera antes de ser rescatados.
Resumida la historia de esa manera puede resultar una historia que tenga un cierto interés en la ficción, pero conociendo el hecho real difundido a través de la prensa mundial de aquella época y los vestigios que han llegado hasta nuestros días, la connotación del relato va más allá de la pura apreciación de una película.
Quizás este sea uno de los accidentes más abordados tanto en el relato audiovisual a través de reportajes, documentales y ficción para tv como aquella “Stranded: The Andes Plane Crash Survivors” (Gonzalo Arijon, 2009) y en la parte del periodismo y literatura, a través de una gran cantidad de entrevistas y algunos libros como las publicaciones hechas por Piers Paul Read, Héctor Suanes, Nando Parrado, Vince Rausey, Roberto Canessa, Eduardo Strauch y el de Pablo Vierci el cual se basa esta película en la que Netflix la aporta a través de su plataforma, obteniendo nominación a Mejor Película Extranjera por el Oscar en representación de España.
Ya en el cine el hecho ha sido afrontado por otras películas como: “Alive!” (Frank Marshall, 1993) o “Supervivientes de los Andes” (René Cardona, 1976). Ahora el trabajo de J.A. Bayona quien ya había abordado la tragedia humana en el filme “Lo imposible” (2012) donde muestra el tremendo tsunami que destroza gran parte de la costa del sudeste asiático, encuentra un motivo más para encauzar un rito narrativo que permita enfocarse en lo esencial del relato como lo es el valor humano y la perseverancia ante las adversidades, pero también al pasado que es lo que más cambia.
Bayona no hace un despliegue de definición de roles dentro del relato, no esquematiza los personajes a perfiles estáticos, más bien se centra precisamente en esa comunidad de humanos que tiene que superar todos los obstáculos que las inclemencias le impone.
Al manejarse desde la óptica del grupo, casi coral, se aparta de esas arquetípicas modalidades que muchos relatos de esta característica suelen establecer y que arrastran las miradas de los espectadores hacia roles específicos.
Por eso, el filme habla más de los que no pudieron salir de este entorno hostil que de las proezas realizadas por los sobrevivientes. Esto define la capacidad de un autor de remarcar nuevas miradas frente a un tema ya muy expresado en el terreno cinematográfico.
La capacidad de transportar la angustia y la desesperanza que ofrece el filme hacia la comprensión de los espectadores, es un punto hábil y adecuado en su narrativa el cual es apoyado por el uso de una cámara que nunca se desprende de esas pequeñas acciones que hacen los personajes en pos de su supervivencia.
Este estilo refuerza el sentido de ir a lo trascendental, hacia las reflexiones profundas y de convicciones que marcan la idea de un director que busca a través del poder de la imagen y el discurso, una representación ficcional, pero no muy alejada de la verdad de una catástrofe real que demuestra la fuerza narrativa que este evento todavía mantiene a través de los años.