El primer capítulo de la publicación Dominicana Creativa: Talento en la economía naranja abunda sobre el cine y las múltiples maneras en que incide en el crecimiento de la economía nacional. El proyecto es una iniciativa del Banco Popular Dominicano para promover las industrias creativas y culturales del país.
El punto de partida del análisis que se hace del sector cinematográfico como parte esencial del movimiento monetario y cultural, es la Ley No. 108-10 para el Fomento de la Actividad Cinematográfica en la República Dominicana, popularmente conocida como Ley de Cine; específicamente los artículos 34 y 39. Los datos y análisis que se ofrecen a continuación corresponden a las palabras del autor del capítulo de cine de Dominicana Creativa, Albert Martínez Martín, de la productora Lantica Media.
El artículo 34 de la ley, que promueve el talento nacional, ha provocado un maremoto de producciones. Han surgido artistas con voz, y se ha introducido a una generación entera de trabajadores a la dignidad de un empleo duro y valioso. Desde 2010 a 2019 se han producido 169 películas dominicanas. Se dice rápido. Directores, diseñadores, músicos, actores, arquitectos, vestuaristas, fotógrafos, escritores, ingenieros, sonidistas, peluqueros, publicistas, animadores, carpinteros y pintores, cocineros, electricistas, manos hábiles y de sumo talento. Todos dominicanos.
El pueblo dominicano es de los pueblos del mundo que más ven su propio cine. ¡Quién lo diría!
“Hoy los dominicanos nos estamos mirando a nosotros mismos. Al principio intentábamos imitar estilos e historias de otros. Ya estamos encontrando nuestra propia identidad, viviendo el cine como lo que es: un espejo”, José María Cabral.
El artículo 39 de la ley, que promueve la atracción de producciones extranjeras, es el motor de crecimiento de la industria a largo plazo. El sacrificio fiscal del Estado en las películas dominicanas es compensado con creces por la inversión extranjera a través del artículo 39.
El éxito de las producciones internacionales se traduce en cientos de millones de dólares en inversión extranjera, miles de empleos, mejoría fehaciente de la balanza de pagos, reducción de la deuda pública, exportación de servicios altamente especializados, y un golpe maestro en la promoción del país como destino turístico.
No existe mejor impulso a la marca país que las fotos de Jennifer López, Mark Wahlberg, Sandra Bullock, Daniel Radcliffe o Brad Pitt disfrutando de su tiempo en nuestra hermosa isla, anunciado diariamente en los periódicos, multiplicado millones de veces en las redes sociales. Un sueño hecho realidad para los mercadólogos de marca país.
El cine como aliado para los empleos y la cultura
José María Cabral, Juan Basanta, Marianna Vargas, Tuto Guerrero, Leticia Tonos, Danilo Reynoso y Zumaya Cordero; son de las voces que se escuchan en los recursos del capítulo como representantes del sector cine, una industria que avanza hacia la madurez y ha generado 200 millones de dólares en los últimos 12 meses.
“La gente no se imagina toda la cadena de sectores de la economía que se beneficia de cada boleta vendida en las salas de cine”, dice Zumaya Cordero.
En los últimos años se va visto una democratización de la industria, ha crecido el capital humano. La producción audiovisual aporta al desarrollo comunitario y local al inspirar nuevos hacedores de contenido que ven la posibilidad de crear y recibir beneficios de ese trabajo.
“El cine tiene un impacto transversal en una gran cantidad de sectores en corto tiempo: turismo, generación de empleos, alimentos y bebidas, transporte. Impulsa regiones y da contrapeso por la mano de obra local que trabaja en el área”, Marianna Vargas, directora de la DGCINE.
Para el productor Tuto Guerrero, la industria cinematográfica crea una exposición que cataliza e impulsa la marca país al mostrar uno de sus pilares: la ciudadanía. “La explotación o exportación de los valores culturales de un pueblo te permite transmitir quién eres y fortalecer lo que ya eres. Se trata de nosotros y de vender lo mejor de nosotros”, le secunda el productor y director Juan Basanta.
“En fin… una película genera mucho empleo… y mucha cultura”, concluye José María Cabral, reconocido director, guionista y productor de cine dominicano que fue escogido como historia de éxito para el proyecto.
El camino a seguir
Aunque el cine siempre ha competido con el entretenimiento en casa, e incluso la piratería, las plataformas de contenido en línea están reguladas. Zumaya Cordero ha explicado que para que siga siendo rentable, pos pandemia se ha establecido que las plataformas digitales estrenen 45 días después del cine. En pre pandemia, ese período de gracia para el cine era de 90 días.
En ese sentido, el camino correcto de las salas de cine como negocio sustentable es la reinvención de experiencias. Desde hace años la proyección en la gran pantalla es lo mínimo, porque cualquier persona puede ver una película o una serie desde su celular.