Los pasillos se inundan de gente, mientras las vendedoras exclaman varias veces “siguiente, siguiente”, y la multitud señala las carteleras.

El olor a palomitas, niños correteando y el bullicio de los presentes conforman una estrepitosa melodía que se silencia cuando prenden las luces para proyectar el próximo largometraje.

El fotógrafo de La 40 (2024), una producción que contó con un presupuesto aprobado de RD$ 41.7 millones, según la Dirección General de Cine (DGCine), tuvo una ejecución de RD$ 18.1 millones.

El documental de Orlando Barría y Erika Santelices narra la memoria fotográfica de Pedro Aníbal Fuentes y los retratos que mostraron el horror de la cárcel durante el régimen de Rafael Leónidas Trujillo.

La dictadura de Trujillo (1930-1961) sigue imponiéndose en el cine a través de los documentales. Entre 1961 e inicios del 2024, se han filmado 13 largometrajes nacionales y extranjeros basados en su período presidencial.

Tuto Báez proyectó la toma de posición de Trujillo en 1930, siendo el primero en llevar un audiovisual a la pantalla grande referente al tirano. Pero no fue hasta 1996, cuando estos documentales se volvieron más frecuentes de la mano de René Fortunato.

El cineasta proyectó El poder del jefe, seguido de La herencia del tirano en 1998 y en el 2003, presentó La violencia del poder. Mientras, el libro de Julia Álvarez inspiró al director Mariano Barroso a crear En el tiempo de las mariposas, en 2001.

El audiovisual narró cómo las hermanas Mirabal fueron asesinadas por su participación clandestina para derrocar la dictadura de Trujillo en 1960.

Si bien El misterio Galíndez (2003), no aborda a Trujillo como figura principal, el director Gerardo Herrero ofrece una perspectiva desde la desaparición del nacionalista Jesús de Galíndez en su apartamento en Nueva York, Estados Unidos.

El argumento establece que Muriel Colber, estudiante de posgrado, decide investigar y viajar a Santo Domingo, donde el agente Robars, intenta frustrar su proyecto.

En 2005, el chileno Luis Llosa presentó en el Festival de Cine de Berlín (Berlinale), La fiesta del chivo, donde Urania regresó a Santo Domingo a visitar a su padre, quien fue marcado por el dictador. En tanto, Del fondo de la noche (2007), plasmó la historia ocurrida entre 1930 y 1961. Fue producida por Javier Balaguer.

El documental Codename: Butterfly (2009) exploró la vida de las hermanas Mirabal, al igual que el drama Trópico de sangre (2010), que contó con Michelle Rodríguez, Juan Fernández, Cesar Évora y Sergio Carlo como los protagonistas.

Amaury Nolasco interpretó a Amado García Guerrero, uno de los ajusticiadores de Rafael Leonidas Trujillo en El teniente Amado, del 2013. Mientras, el mexicano Manolo Cardona encarnó la vida de Porfirio Rubirosa, el playboy que vivió de cerca la dictadura de Trujillo. Rubirosa fue estrenada en 2018.

Los documentales y sus inicios en el cine dominicano

Un documental se caracteriza por plasmar en el cine hechos y acontecimientos históricos, desde guerras hasta la vida de un personaje.

En República Dominicana, los documentales datan la década de 1930 cuando el tirano pone un “alto” a las manifestaciones artísticas, siempre que sea beneficioso para sus propósitos, establece el estudio Antología de largometrajes dominicanos 1963-2019, elaborado por la DGCine.

Antes de la Ley de Cine 108-10 se estrenaron 19 audiovisuales con temática basada en hechos reales. Por ejemplo, Salvador Arquímedes filmó Los destrozos del ciclón San Zenón en 1930, y Manuel Báez realizó Ganadería: riqueza nacional, en 1958.

Max Pou dirigió Lengua azul y Fondo negro, ambos estrenados en 1976, sin embargo, su homólogo Jimmy Sierra narró el Gobierno de Joaquín Balaguer en 1974. Otras producciones como El valle de San Juan, en 1983; A golpe de heroísmo, en 1985, se destacaron.