‘’La palabra felicidad perdería su sentido si no se equilibra con tristeza.’’  – Carl Jung.

Intensa-Mente es un filme magistral, de comedia/ fantasía, estrenado en el verano del año 2015, dirigido por Pete Docter y Ronnie del Carmen, y protagonizado por Kaitlyn Dias, Amy Poehler, Phyllis Smith, Mindy Kaling, Bill Hader y Lewis Black. Un reparto extraordinario. Producido por Pixar Animation Studios. Son 94 minutos llenos de grandes impresiones. Pixar se alza con un Óscar con esta maravilla de la animación.

En esta película  todas las emociones tienen valía y son necesarias. Estas emociones se originan en el cerebro de Riley al acercarse a la etapa de la adolescencia. Esta cinta se interna en un tema muy intrincado como es el de las emociones de los individuos. Desde la mirada de los filósofos estoicos son nuestras apreciaciones las que nos conmueven, no los sucesos. Lo que nos acontece no es lo que nos dirige a producir emociones desfavorables: es cómo miramos la esencia de todo. En este filme se discierne que la preferible ruta estará en entenderlas y expresarlas de la manera más adecuada según las circunstancias. Intensa-Mente en su argumento nos presenta una panorámica acerca de las transformaciones en el período de preadolescencia y la exteriorización de sus impresiones para su autoconservación.

La protagonista de esta producción fílmica es Riley, una niña de once años que se muda de Minnesota a San Francisco, California, por un cambio de trabajo de su padre, pero este cambio acarrea una revuelta de emociones en el entendimiento de Riley.

En su cerebro sucede casi todo el accionar de esta cinta sustancialmente abstracta, donde cinco emociones diferentes,  Alegría, Tristeza, Temor, Enfado (actor de altos vuelos) y Desagrado, dirigen la cotidianidad de la pequeña. La animada Alegría es la que lleva el liderazgo en la cabeza de Riley, controla con deleite la estructura de reminiscencias que hacen práctico el existir emocional de la niña.

Escena de la película.

Aquí el séptimo arte instaura descriptivamente la ejecución psicológica de nuestro cerebro. En la mente de Riley impera una auténtica pureza, que los animadores de Pixar convierten en un desorden festivo y en un grupo de ‘’mundos’’.

Las emociones tienen dos funciones muy importantes: La adaptativa nos conduce al accionar de nuestro cuerpo y nos prepara de la mejor manera a cada circunstancia que nos ocurra a conducirnos apropiadamente a los cambios que vayan surgiendo.

La función social hace referencia al aumento de la comprensión, conductas y posturas adecuadas para relacionarnos de forma positiva y satisfactoria con los demás.

Ellas nos ayudan a manifestar los sentimientos ante determinados hechos y hacer partícipes de ello a los demás.

Cada ser humano tiene poder de darle relevancia a la emoción que regirá su centro de control. Hay diversas clases de seres humanos: felices, melancólicos, coléricos, y temerosos. Todos somos universos diferentes donde conviven múltiples diferencias, y miles de cosas pasan en el interior para asegurar su funcionamiento.

Este film nos convida a apreciar y ser flexibles con los comportamientos y personalidades de los otros. La adaptación a lo novedoso cuando suceden cosas extrañas nos enseña que todo puede pasar en los momentos más inesperados y, no obstante, puede resultar positivo conforme a la disposición con que se acepte.

La humanidad tiene un papel fundamental en su ambiente; hay que estimar todo lo que hace por diminuto que sea. El cosmos funciona por los equipos. Todos los trabajos son importantes y todos son respetables. Pixar toca las fibras más hondas del espectador con esta genial producción. Pete Docter abrió nuevas expectativas para la animación cinematográfica; le dio un giro al arquetipo de personajes como animales, extraterrestres, juguetes, etc. Los seres fantásticos son cambiados por el mundo que habita en el cerebro de Riley, ese mundo de emociones que ocupa su mente: Alegría, Tristeza, Enfado, Temor y Desagrado. Alegría es una figura genial con forma esférica (una gran protagonista). Tristeza, fabulosa y divertida. Temor, nervioso pero muy cómico con autocontrol ante las adversidades. Enfado, la figura más cómica al igual que Desagrado, encanta que sea benevolente.

Esta película es  de alta animación por computadora (3D); es una ruta al interior del ser humano acabado con magistral inventiva. Se disfruta grandemente; se experimentan tantos cambios de emoción; pasamos rápidamente de la risa al llanto.

Cuanta profundidad y combinaciones óptimas de los dos mundos en el que habitamos y la mente de Riley con un entramado único y original con deslumbrantes colores. El ingenio fluye a plenitud en toda su sensibilidad. Es fácil crear universos con muñecos y monstruos, ya que no necesitamos tanta dialéctica para ello. Pero para realizar una sociedad en una mente humana es enormemente intrincado, y sobre todo de esa forma tan graciosa en lo que consiguieron ejecutarla.

El telespectador se haya con nociones como evocación de la memoria secundaria donde al mismo tiempo se guardan en el sistema límbico, el hipocampo y el centro de la personalidad (la corteza prefrontal), aquí los recuerdos se afianzan durante el tiempo del sueño, el pensamiento conceptual fluye y es aprovechado por los personajes que pueblan a los mundos vinculados y esenciales de Riley. Sus recuerdos son como una cascada que empieza a brotar con ímpetu a través de un río seco de repente. Cada emoción tiene su valía y su emotividad.

¿Cómo se interrelacionan los sueños con las emociones de nuestra existencia de desvelo? ¿Cuáles son las emociones de una preadolescente cuando precipitadamente comienzan a bajar?

Cuando Riley está afligida toman un tono distinto sus recuerdos de deleite, cuando sus vivencias se alteran en idealizaciones y hay guardianes para su discernimiento. Otro de los instantes de claridad es cuando ella duerme.

Hay variados prototipos de temperamento. Hay que aprender a adecuarse al cambio. La tristeza necesariamente no tiene que ser dañina. La memoria tiene una incalculable utilidad: toda la humanidad realiza un cometido en el mundo. La forma en que marchan nuestros pensamientos es un enigma. Aprendamos a aceptar cada una de nuestras emociones. Dacher Keltner, quien fue el especialista en psicología de las emociones, parte de que las emociones fluctúan de acuerdo a esos instantes, donde la mente está llena de miedo, y en minutos pasa al enojo. Está película describe este concepto sobre el panel de control que es ciertamente verdadero. En el centro de control, Alegría y Tristeza salen del cuartel y atraviesan toda la mente para así poder estar de nuevo en el lugar donde comenzaron.

Los creadores de Pixar hicieron estudios exhaustivos, investigaciones que hacen antes de cada trama y esta no se quedó atrás. Se adentraron en la mente, analizando emociones y recuerdos de los humanos y cómo estos avanzan durante la adolescencia. Ellos laboraron con psiquiatras, neurólogos, psicólogos y científicos. Todo para comprender, de la manera más adecuada, la funcionalidad del cerebro. Los científicos tuvieron diversas percepciones sobre las emociones que se destacan. Cada sentimiento tiene una experiencia que debe organizarse y relacionarse con los demás.

El filósofo Platón decía que los hábitos manifestados a causa de ellas no alcanzaban efectos auténticos, y la adecuada forma de emplearlos era contenerlas. Intensa-Mente quiebra con este postulado y nos descifra que el mejor camino será entenderlas e interpretarlas, conforme las condiciones que se presenten. En el argumento de este rodaje se logra una visión acerca de las variaciones de la fase impúber y las revelaciones de sus sensibilidades para su autodefensa.

El bienestar como una porción en la que incide el entusiasmo. El asco que determina preferencias en la alimentación y en las conexiones colectivas. El temor manifestando la defensa en ser nosotros mismos. Y la furia en contestación a condiciones indebidas. La tristeza que también puede sonreír, llorando a pesar de que es muy fino el eje que lo distancia de la felicidad. Riley no entendía estas emociones estudiadas en esta cinta, y que, con el transcurrir de los momentos, de las adecuaciones recientes en otra ciudad, procesos de acomodamiento y nuevos sucesos, empiezan a tolerar y asimilar las mismas.

Cuando somos infantes todos tenemos emociones primarias que no analizamos. Solo únicamente procedemos de manera inconsciente ante ellas. Riley empieza a tener choques con ella misma. Se enfrenta a situaciones desconocidas: vivienda nueva, amigos, colegio, escenarios diversos, examinados desde la psique, desprendiendo esta incógnita expuesta a continuación:

¿Cuál es la disparidad entre emoción y sentimiento? El armazón que conduce las emociones y el comportamiento (Sistema límbico), sus respuestas endocrinas y afianzadas en la química cerebral son las que se ocupan de contribuir a las reacciones, a partir de las situaciones provocadas como lo puede ser: Una fiesta, una evocación de la niñez, una frustración dolorosa, entre otros sucesos. Continuamente el cerebro guarda contenidos de todo lo novedoso que vivimos como diferentes maneras de actuar ante ellas, como puede ser la fobia a la oscuridad, el deleite de un postre preferido, o el enojo ante la pérdida de un juguete nuevo.

El sentimiento, por otra parte, suele aparecerse de manera voluntaria y espontánea, contribuye a que meditemos, a que tomemos buenas decisiones. En el sentimiento se toma en consideración una apreciación de las emociones y de las vivencias, de su manera peculiar cómo la intuimos o manifestamos. Las emociones son una contestación sistemática rápida del individuo ante cualquier impulso. Hay que tener vigente que las emociones son auténticas o ingénitas, y por esto, a veces, no sabemos cómo expresarlas.

Los sentimientos son más organizados, desde el punto de vista del conocimiento, y nuestras vivencias, podemos decirlas, distinguirlas o cambiarlas. Las islas del pensamiento de Riley, ¿qué simbolizan? Simbolizan esas reminiscencias (recuerdos) de sus vivencias y de los matices únicos de ella. Estas islas son sus momentos valiosos y fijados en su memoria como razonamientos elementales que definen su identidad. Estas islas aparecen en las diversas áreas de su vida.

La Isla de la Familia es la isla del afecto y de la diversión con sus padres. Su centro cuenta con una gran escultura de Riley abrazada a sus padres, representando momentos compartidos con ellos. Esta isla colapsa pedazo a pedazo. Es determinante para la coherencia de su yo interno. Porque los padres son arquetipos para sus procederes y determinaciones personales. La Isla de las Bobadas es un archivo de todo lo divertido o tonto que habita en ella. La Isla de Hockey sucumbe cuando ella pierde en sus pruebas de Hockey y renuncia. La nieve la cubre totalmente.

Estas islas siempre están en función de nuestros intereses, en proceso de cambio, según la marcha de nuestras conveniencias. Fueron establecidas de acuerdo a sus anteriores recuerdos, vivencias, entusiasmo e intereses. Los primeros recuerdos reales y perjudiciales hacen consciencia del yo. Nuestras mentes hacen islas de la personalidad, debido a lo antes mencionado y también cómo confirman, refuerzan o apagan nuestras ideas respecto de quienes somos y cómo somos.

Intensa-Mente teatraliza algo demasiado sobrecogedor: el bloqueo de la psiquis, el desplome del equilibrio anímico de la infancia. En esta travesía, a lo interno del caos del cerebro, nosotros, los telespectadores, somos los asombrados con Alegría y Tristeza, las protagonistas principales de este gran viaje, donde los afectos subsisten en medio de tanta confusión.

Docter logra, en medio de la agitación, una venturosa escapatoria entre el desorden y ansiedad. Es un drama de trances y una narración maravillosa de cooperación y reordenamiento profundo. Intenta-Mente ‘’Melancolía azucarada’’ o ‘’Felicidad triste’’. Como dice Mario Benedetti: ‘’Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza.’’

Pete Docter dice que aún espera que el guion perfecto le caiga del cielo, pero yo pienso que Intensa-Mente fue el perfecto para él y para nosotros.