Incitadores es una película de Doug Liman que veo para pasar el rato y de la que, dicho sea de paso, encuentro que se recupera algunas de las fórmulas del cine de atracos que se había extraviado en el cine de Hollywood desde hace algunos años. Y, desafortunadamente, para mí no supone nada fuera de lo ordinario.

Como comedia de atracos tiene un arranque prometedor que es impulsado por un amplio elenco encabezado por el dúo de Matt Damon y Casey Affleck, pero a menudo su narrativa tropieza en lugares comunes que carecen de gancho para ofrecer algo sustancioso fuera de las trampas de la ironía.

Su trama se ambienta en Boston y sigue a dos ladrones que, en la noche de las elecciones, huyen de la justicia luego de participar en un asalto fallido en las oficinas de un alcalde corrupto que busca reelegirse con una red clientelar que suministra sobornos en efectivo. El primero es Rory, un veterano de guerra divorciado, honesto, que, en medio de la desesperación y de las sesiones con su psiquiatra, acepta robar al burócrata para obtener el dinero necesario para recuperar la custodia de su hijo. El otro es Cobby, un exconvicto alcohólico y bastante astuto que se une al robo organizado por un mafioso local porque ve como algo sencillo robar el dinero antes de que lo recoja el camión blindado.

En general, el asunto de estos dos ladrones me resulta ligeramente interesante porque sus motivaciones se construyen sobre la imposibilidad de ejecutar un robo exitoso, que nunca llega a materializarse por un extraño sentido de ironía que los obliga a escapar de los policías.

El problema fundamental, no obstante, es que los personajes carecen de profundidad psicológica más allá de las descripciones que rellenan para estirar las escenas, y, además, permanecen situados en un epicentro de situaciones artificiosas que no poseen ningún elemento de sorpresa entre las persecuciones, las explosiones, los tiroteos, y las discusiones a puerta cerrada que involucran a una larga lista de estereotipos genéricos (el gánster, el soldado, el ladrón, el detective, la psiquiatra, el político, etc.), llevados de un lado a otro por una trama que parece improvisada.

De igual modo, encuentro que el ritmo se distribuye torpemente entre las escenas de exposición y las secuencias de acción que se presentan en los instantes más predecibles con la finalidad, supongo, de instalar un comentario breve sobre los dilemas morales del ciudadano honesto y los vicios del poder político de los republicanos.

La dinámica entre Damon y Affleck me parece creíble cuando interpretan a un par de derrotistas afectados por la crisis económica del sistema. Damon está un poco olvidable como el veterano sincero que necesita con urgencia $32 mil dólares. Affleck, sin embargo, logra lucirse en unas cuantas escenas que se ajustan a su personalidad cuando interpreta a un individuo listo, engañoso, en apariencia descuidado, que escapa de los conflictos utilizando solo el ingenio disimulado y un humor lacónico de pocas palabras. Cuando él está en pantalla algo me dice que la narrativa hubiese funcionado mejor si todo se montara sobre la perspectiva de su personaje, incluso con los tropezones argumentales de último minuto que fácilmente hubieran sido resueltos en manos de alguien como Steven Soderbergh. Creo, sin lugar a dudas, que se trata de una las películas flojas del catálogo de Liman.

Ficha técnica
Título original: The Instigators

Año: 2024
Duración: 1 hr. 40 min.
País: Estados Unidos
Director: Doug Liman
Guion: Casey Affleck, Chuck MacLean
Música:
Fotografía: Henry Braham
Reparto: Matt Damon, Casey Affleck, Ving Rhames, Hong Chau, Michael Stuhlbarg, Paul Walter Hauser, Ron Perlman, Toby Jones
Calificación: 5/10