Título original: Furiosa: Mad Max Saga. Año: 2024. Género: Ciencia Ficción. País: Australia Dirección: George Miller. Guion: Nick Lathouris, George Miller. Elenco: Anya Taylor-Joy, Chris Hemsworth, Tom Burke, Angus Sampson. Duración: 2 horas 28 minutos
La quinta película de la serie “Mad Max” pretende ser mucho más que una precuela, su instinto narrativo se ubica en las apetencias de un director que ha sabido manejar, contra viento y marea, una serie que nunca pretendió ser lo que es hoy en materia de filme de acción y ciencia ficción.
El árido desierto de Australia era lo único que contaba Miller para recrear, allá en un 1979, el futuro posnuclear donde Max Rockatansky (Mel Gibson), un policía encargado de la vigilancia de la autopista, se enfrentaba a un líder violento de una peligrosa banda.
Después de revivirla en el 2015 con “Mad Max: Fury Road”, convertida en un concierto punk de acción y adrenalina, esta saga distópica sigue con la exploración del desmoronamiento de la sociedad a través de la repetida resonancia de los estímulos que ha espoleado las concepciones originales que Miller tenía en carpeta.
Remontada varios años atrás, la historia cuenta con la actriz Anya Taylor-Joy quien explica los orígenes de Imperator Furiosa, el personaje que ya había interpretado Charlize Theron. Con la aparición de un nuevo villano el Señor de la Guerra Dementus (Chris Hemsworth), éste posee las intenciones de arrasar todo el Páramo para llegar a la Ciudadela presidida por El Inmortal Joe (Lachy Hulme).
Dos tiranos que luchan por el dominio de los pocos recursos, mientras que Furiosa sobrevive a muchas pruebas mientras reúne los medios para encontrar el camino de vuelta a casa.
El salvajismo intencionado de esta entrega trata de justificarse por los vestigios que han dejado las anteriores, mezclando algunos puntos fuertes de sus antecesoras, pero con una narración con falta de forma, aunque apegada a las señas clave de identidad de cada uno de los episodios.
Esta no se aparta mucho del universo en donde manifestaron todos sus instintos los actores Tom Hardy y Charlize Theron. Ambos manifestaron una relación bastante equilibrada en los términos de las aspiraciones de sus personajes para empujar el ADN de una historia que cambió mucho el concepto de los filmes de acción postapocalípticos.
La carga que lleva Anya Taylor-Joy no es más que el peso que debe llevar, es la responsabilidad de un personaje que respira dentro de la serie y que tiene sus motivaciones muy claras.
En esta ocasión el diseño de producción y la dirección fotográfica a cargo de Simon Duggan ha tratado de revalorizar los términos de la propia estructura visual sobrecargándola de una indumentaria distinta en la paleta de colores y en los efectos que utiliza para explotar aún más el formato que ofrece la pantalla grande.
La pulsación de las secuencias de acción se desarrolla bajo un espacio de tiempo y lugar que remite su fuerza hacia el entretenimiento más absoluto en procura de satisfacer el influjo de una audiencia preparada para asumir toda la propuesta.
Si expreso que esta es mejor que “Fury Road”, no seré justo. Esta cumple su cometido como la anterior así lo hizo. Lo que vale tomar en cuenta es la capacidad de un director de todavía puede llevar la carga de hacer una épica con todo y sus reglas, disfrutando el término entretenimiento y llevándolo hasta su mejor expresión.