La propuesta de “Flow Calle” viene a aprovechar el auge que el ritmo urbano posee en las distintas plataformas de exhibición como producto comercial. A su vez, este fenómeno comercial encuentra la mejor justificación dentro de los ofrecimientos que la industria cinematográfica local puede ofrecer.
Con una elaboración de historia de Yutzil Martínez, quien viene del área de la televisión en escritura de telenovelas como “La Doña” (2020) y Byron Ortega, “Flow Calle” pretende plantear una historia urbana de búsqueda de sueños aderezada del ritmo musical del rap y reguetón para contar la historia de Yizelle (interpretada por la cantante colombiana Farina) una joven del barrio Los Minas, de Santo Domingo quien decide cumplir el sueño de ser la mayor exponente del género urbano.
Esta premisa es la que permite ir hilvanando una historia que se mueve entre el drama y la música, complementando ciertas situaciones a cargo de los distintos personajes que ayudan al motivo de Yizelle, como sus amigas y amigos del barrio, su hermano, su novio y aquellos que representan los obstáculos y tentaciones que ella tiene que sortear en el difícil mundo de la industria musical.
El cuadro para esta protagonista está dado como un motivo singular que no es nada nuevo en las pretensiones del cine local pues esta se suma a los impulsos que también han realizado “A Ritmo de fe” (2013), “Pueto Pa´ Mi (2016), “Voces de la calle” (2016) y “Kanibaru” (2019), producciones que han tomado las riendas del tema y lo han colocado en el mismo trayecto de este filme.
Posiblemente, su factura técnica alcanza niveles adecuados, aunque el relato no llega más allá de una simple historia de niña buena que evita caer en las tentaciones del oficio y donde su puesta en escena refleja más el objetivo del impacto comercial calculado que pueda tener esta producción que de involucrarse en aspectos de identidad psicosocial presente en los barrios capitalinos.
No obstante, “Flow Calle” hay que verlo como un producto comercial que busca en el nicho de las audiencias más jóvenes una promesa cinematográfica y de entretenimiento, teniendo a la música como un pretexto de eso que consumen y es parte de su diario vivir.