La producción cinematográfica es una amalgama de creatividad, tecnología e innovación que se encuentra en manos de cinco casas productoras de capital nacional y de interés en convertir a República Dominicana como un destino fílmico en la región del Caribe y América Latina.

Cada semana se estrena una película en la pantalla grande, se venden cientos de combos de palomitas con refrescos y se aprovechan las ofertas para ir en grupos a disfrutar del llamado séptimo arte.

A medida que el 2023 llega a su fin, el Consejo Intersectorial para la Promoción de la Actividad Cinematográfica (Cipac) revela que 15 proyectos cinematográficos, respaldados por un presupuesto de RD$ 294 millones, han sido validados. 

De acuerdo con la dependencia de la Dirección General de Cine (DGCine), esos largometrajes generaron 267 empleos directos y dinamizaron la economía a través de la contratación de transporte por RD$ 16.1 millones, alimentos y bebidas por RD$ 14.9 millones. Además, el Estado recaudó RD$ 33.5 millones por Itbis y RD$ 11.3 millones por ISR derivados por esta actividad cultural y creativa.

Un impulso a la diversificación 

En el mundo del cine, donde cada pantalla iluminan las historias que han pasado por extensos rodajes, surge la pregunta: ¿Quiénes son los líderes del detrás de las cámaras? 

El cineasta Ángel Muñiz creó el primer estudio en República Dominicana llamado “Quitasueño”, ubicado en Haina. Cuenta con más de 40,000 metros cuadrados dedicados a la producción audiovisual y con más de 35 largometrajes como “Mosh” (2019), “La otra Penélope” (2019) y el icónico audiovisual del fenecido Luisito Martí, “Nueba Yol, por fin llegó Balbuena” (1995).

Uno de los impulsores de la Ley de Cine 108-10, Francis Disla, conocido como El Indio, emprendió con La Aldea Studio, que cuenta con más de 1,060 metros cuadrados ubicados en Santo Domingo Este.

El productor ejecutivo ha realizado seis audiovisuales en la casa productora como “En brazos de un asesino” (2019), “El fantasma de mi novia” (2018), “Asalto en Progreso” (2022) y “Danny 45” (2022).

El antiguo estudio “Indomina Group”, propiedad de la familia Vicini, cambió en 2014 a “Lantica Media” como una forma de reestructurar sus operaciones.

La multinacional Pinewood Studios, cuenta con Albert Martínez Martín como uno de los responsables de que República Dominicana sea un destino fílmico para las producciones cinematográficas internacionales. Está ubicado en Juan Dolio, San Pedro de Macorís. 

Cuenta con tres estudios y el tanque de agua más grande del Caribe. Además, ha filmado más de 60 producciones internacionales, como  “La ciudad perdida” (2022), “Casamiento a la fuerza” (2022), “XXX: el regreso de Xander Cage” (2017), “Narco-santos” (2022) y “Blue Miracle” (2021). Mientras, las nacionales como “Hotel Coppelia” y “Perejil”, del cineasta José María Cabral y “Mis 500 locos”, de Leticia Tonos.

“La Casita Producciones”, de Alan Nadal Piantini, fue fundada en 2016. La directora ejecutiva es Karla Groizard. Se destaca el documental “Bajo las olas” (2023), los filmes “Atravesando el Jordán” (2020), “En la oscuridad” (2020). “En tu piel” (2018), “Lo que siento por ti” y el reality show “Buscándole un novio a mamá” (2020).

Pero “Lone Coconut” es una casa de producción dedicada a la parte de postproducción y fue fundada por Ricky Gluski y Alejandro Pérez. Esta empresa se dedica a la creación de animaciones, aplicaciones móviles y efectos visuales. Ubicada en Juan Dolio, autovía del Este. Entre sus largometrajes se destacan “Isla rota” (2019), “María Montez” (2014), “Blanco” (2014) y “Cuentas por cobrar” (2016).

Además, el Cipac está en proceso de certificar dos estudios, los cuales son “Foursam films” y “007 media”.