Cuando vimos el trailer de esta película, nos pareció una idea atractiva para ser desarrollada como una divertida comedia de horror, aun asi, no nos forjamos expectativas muy elevadas. Lo que se muestra es una tonta comedia de enredos con un sólido elenco coral, en la que el personaje central es un oso negro que ha ingerido una gran cantidad de cocaína y tiene encuentros fortuitos con estos personajes. Grande fue la decepción al percatarnos que el filme no funciona a ningún nivel.
Lo que pudo haber sido una trepidante comedia de acción poco a poco deriva en un mosaico de situaciones anodinas, bizarras y para nada graciosas, dando como resultado un desperdicio de tiempo, recursos y talentos.
Cocaine Bear esta levemente inspirada en los hechos que acontecieron en 1985 cuando unos narcotraficantes dejaron caer un cargamento de cocaína en un bosque de Tennessee por el sobrepeso que representaba, varios meses después los investigadores descubrieron el cuerpo de un oso negro que había muerto por una sobredosis al ingerir 75 lbs de la droga perdida.
La historia sigue una multitud de personajes entre los que se encuentran una madre que busca a su hija desobediente adentrada sin permiso en el bosque con un amigo de la escuela, una guardabosques enamoradiza, un activista de vida silvestre, una pareja de turistas suecos, un par de rufianes y su jefe que van en busca del cargamento perdido, un policía que anda pisándole los talones a los maleantes, tres adolescentes revoltosos y unos paramédicos que llegan en su ambulancia. Todos, por diferentes circunstancias tienen encuentros fortuitos con los instintos exacerbados del oso intoxicado.
La actriz y comediante Elizabeth Banks posee ya bastante experiencia dirigiendo cine de evasión y aun así no logra cohesionar un guión torpe, inconexo y plagado de baches sin explicación, por ejemplo, dónde fue a parar el avión sin pilotos, como apareció la niña en la cueva del oso totalmente ilesa, cómo llegó el policía al techo del gazebo. Las incongruencias siguen y siguen y están presentes en todo el filme.
La multitud de situaciones impide un desarrollo rítmico consistente. Los subtramas se alternan pasando de secuencias de acción sangrientas a escenas pausadas sin seguir un hilo conductor lógico. La edición no exhibe nada relevante, salvo algunas escenas bien montadas como la de la ambulancia o la cabaña de los guardabosques. Todos los demás aspectos técnicos del filme quedan supeditados a la matanza alegre y sin sentido, como si este fuera su objetivo principal.
Lo más triste del caso es que un elenco de actores reputados (Kerry Russel, Alden Ehrenreich, O’Shea Jackson Jr., Ray Liotta, Jesse Tyler Ferguson, Margo Martindale) se hayan prestado para esta farsa caricaturesca sin inspiración ni gracia alguna.
En resumidas cuentas, Cocaine Bear es la hipérbole de un hecho real demasiado enfocada en la figura de un oso que lo único que hace es engullir cocaína y matar gente, tanto, que pasa por alto la necesidad de decir algo inteligente o por lo menos brindar una moraleja aleccionadora. En su lugar, se desvanece de la memoria colectiva antes que los créditos desaparezcan.
Ficha técnica
Título original: Cocaine Bear
Género: Suspenso, Terror, Comedia
Año: 2023
Duración: 1 hr 35 min
País: Estados Unidos
Director: Elizabeth Banks.
Productores: Phil Lord, Christopher Miller, Aditya Sood, Elizabeth Banks,
Max Handelman, Brian Duffield
Guión: Jimmy Warden
Música: Mark Mothersbaugh
Fotografía: John Guleserian
Edición: Joel Negrón
Reparto: Kerry Russel, O’Shea Jackson Jr., Christian Convery, Alden
Ehrenreich, Brooklinn Prince, Isiah Whitlock Jr., Ray Liotta,
Margo Martindale
Distribución: Universal Pictures.