La más reciente película del director italiano Luca Guadagnino es una insólita aleación de géneros. Es una fábula contada a ritmo de “Coming of Age” mezclada con “Road Movie”, como estructura primaria para un relato espeluznante y sangriento. La película no es para todos los paladares, es la historia de amor de dos jóvenes caníbales que tratan de conciliar su relación con el ansia irrefrenable de alimentarse, mientras se adentran en la América rural en busca del origen de su apetencia. Está basada en la novela homonima del 2015 de la autora Camille DeAngelis.
Guadagnino no siente predilección por algún género o línea narrativa específica. Dentro del eclecticismo que le caracteriza enfoca nuestra atención hacia personajes de una sensibilidad extraordinaria, que se mueven en las sombras y viven al límite. Los protagonistas de Bones And All pertenecen a minorías, viven en la marginalidad.
La película cuenta la historia de Maren (Taylor Russell), que desde pequeña padece de antropofagia y su padre Frank (André Holland) quien ha tenido que ocultar sus identidades y vivir a la fuga para proteger a Maren de las consecuencias de sus propias atrocidades. En uno de los sucesos, Frank, cansado de huir, decide abandonar a Maren a su suerte. Con un poco de dinero, su acta de nacimiento y un cassette en el que Frank le cuenta su historia de canibalismo, Maren emprende un viaje a través del país en busca de su madre biológica (Chloë Sevigny), para de algún modo, entender quién es y encontrar su lugar en el mundo.
A lo largo del camino, Maren descubre que no está sola, entre nosotros deambula toda una subcultura de seres que comparten su gusto por la carne humana y han desarrollado la habilidad para reconocerse mutuamente a través del olfato.
En una de sus paradas, Maren conoce a Lee (Timothée Chalamet), a quien identifica inmediatamente como otro comensal antropófago con quien desarrolla una profunda empatía, ambos son almas rotas llamadas a vivir vidas solitarias y de repente se tienen el uno al otro y deciden viajar juntos.
Tan interesante como el hecho de que ambos están unidos por la monstruosidad e intentan dar sentido a la espiral de locura que los ha rodeado toda la vida, es la química de los protagonistas en pantalla, quienes ofrecen actuaciones matizadas que revelan el universo interior de sus personajes, sus traumas, sus aflicciones e inseguridades.
Guadagnino despliega un desfile de personajes secundarios grotescos y pavorosos. Sully (Mark Rylance) el experimentado caníbal que intenta enseñarle sus mañas a Maren y acogerla bajo su tutela, Jake (Michael Stuhlbarg) y Brad (David Gordon Green) quienes afirman del incomparable éxtasis que produce devorar un cuerpo “hasta los huesos” y por supuesto Jannelle (Chloë Sevigny) la madre de Maren, encerrada en un manicomio de por vida por quien Maren descubre que su condición no es decisión propia sino genética.
Bones and All es una película hermosamente fotografiada, todos los cuadros están cuidadosamente compuestos y la música de Trent Reznor y Atticus Ross hace que la banda sonora empatice con las luchas internas de Maren y Lee. Pero no nos engañemos, Bones and All es una película sobre caníbales y algunas escenas hielan la sangre y producen repulsión. Si el espectador tiene un estómago los suficientemente fuerte para llegar al impactante clímax, se sentirá gratamente recompensado por el singular enfoque de una historia de amor caníbal.
Ficha técnica:
Título original: BONES AND ALL (Hasta Los Huesos)
Género: Misterio, Suspenso, Romance, Drama.
Año: 2022
Duración: 2 hr 10 min
País: Italia
Director: Luca Guadagnino.
Productores: Luca Guadagnino, Theresa Park, Marco Morabito, David Kajganich, Timothée Chalamet
Guión: David Kajganich
Música: Trent Reznor, Atticus Ross
Fotografía: Arseni Khachaturan
Edición: Marco Costa
Reparto: Taylor Russell, Timothée Chalamet, Mark Rylance, Andre
Holland, Chloë Sevigny, Michael Stuhlbarg, David Gordon
Green, Jessica Harper.
Distribución: United Artist Releasing