Título original: Back to Black. Año: 2024. Género: Drama. País: UK. Dirección: Sam Taylor-Johnson. Guion: Matt Greenhalgh. Biografía sobre: Amy Winehouse. Elenco: Marisa Abela, Ryan O’Doherty, Jack O’Connell, Lesley Manville. Duración: 2 horas 2 minutos

Con idas y vueltas “Back to Black” trata de capturar, a través del biopic, algunos de los estadios íntimos de una de las voces más importantes de toda una generación como lo fue Amy Winehouse.

Una vida que comenzó con algunas predilecciones por el canto dentro del seno familiar hasta convertirse en una superestrella mundial de la música, aunque su existencia se truncó en el 2011, a los 27 años, debido al consumo y abuso de alcohol y drogas.

“Back to Black” aquel álbum musical del 2006 del cual toma su título esta película biográfica, se puede decir que es un filme retocado por las mismas circunstancias que fluyeron dentro de la vida de Amy. Una obra construida desde las mismas contradicciones de la curiosa inspiración que le dio a la cantante el motivo para la escritura de todas sus canciones las que exploran temas turbulentos de su vida.

No obstante, el guion escrito por Matt Greenhalgh (Control, 2007) y dirigido por Samantha Louise Taylor-Johnson (Nowhere Boy, 2009), no responde a expectativas claras y definiciones sustanciales de qué es lo que se desea presentar en esta historia.

Pues por un lado está la relación amor-odio con su pareja Blake Fielder (quien se le rehúye de ser el propiciador de muchas de las malas decisiones de Amy) y la otra las vueltas con su relación con el alcohol y drogas, el cual no son revelaciones medulares dentro del filme, pues la prensa ya se encargó de darle mucha publicidad a este tema.

Esos primeros días en la escena musical de Londres no demuestran la afinidad de convertir el filme en un medio para definir cuestiones importantes de los anhelos de Amy como cantante desgastando toda la primera parte en ciertas dubitaciones inútiles que no logran afianzar su narrativa con el peso que se podía concebir.

Las canciones rebotan sobre el espacio y no definen los contornos esenciales de la visión de sus canciones que hablan precisamente de sus problemas personales para que el público pueda apreciar, desde este plano fílmico, su naturaleza y espíritu.

Posiblemente, la sabia interpretación de Marisa Abela, quien encarna a Amy Winehouse, sea el punto más positivo de la película, pues ella gestiona dotarla de cierto concepto de autenticidad haciéndose valer de precisiones gestuales y en su expresión musical demostrando una fuerza indiscutible en la pantalla.

No obstante, la simplificación de la trayectoria de la cantante, la poca profundidad del personaje en los aspectos de su reivindicación de su rol en el activismo, dejan una debilidad importante en la historia relegándola a una simple anécdota de la figura de una cantante.