En Argentina, 1985, actualmente disponible en el catálogo de Amazon Prime Video, el director argentino Santiago Mitre recupera con lupa la memoria histórica del famoso Juicio a las Juntas Militares en contra de militares acusados de cometer crímenes de lesa humanidad, un acontecimiento ocurrido en su país apenas dos años después de terminar una de las dictaduras más sangrientas de la historia latinoamericana firmada por Jorge Rafael Videla. Su propuesta a veces cae en la inercia de las fórmulas establecidas del drama judicial y del maniqueísmo señalado, pero su tono me parece consistente cuando narra a ritmo entretenido las peripecias de unos abogados que buscan esclarecer la verdad detrás del abuso del poder militar que perjudica la democracia, de entre los que se destaca el siempre solvente Ricardo Darín.
En la trama, Darín interpreta a Julio Strassera, un fiscal al que se le ha asignado, junto a su compañero Luis Moreno Ocampo, la difícil tarea de llevar a un juicio civil a los máximos jefes militares que habían gobernado Argentina entre 1976 y 1982 con un amplio aparato de coacción estatal que incluía violaciones masivas a los derechos humanos.
El asunto se estructura a través de una narrativa que sigue el manual básico del drama judicial de carácter histórico, en el que el abogado reúne a un equipo de jóvenes con la finalidad de ejecutar una investigación que lleve a la justicia las evidencias necesarias y los testimonios de esos ciudadanos que sufrieron en carne propia la brutalidad, de un régimen instalado por los altos mandos militares que tenía como objetivo principal eliminar y desaparecer a miles de personas para satisfacer la megalomanía ideológica del dictador del bigote; mientras, por otro lado, protege a su familia de las amenazas constantes y se somete a un estado de paranoia permanente.
Hay, desde luego, ligeros tropezones en los que percibo que se mantiene atrapada en situaciones previsibles que se repiten infructuosamente en ciertos episodios legales que carecen de golpes de efecto (en la superficie toda la investigación sucede de forma fácil, sin muchas complicaciones), además de un metraje excesivo de casi dos horas y media que bien podía reducir su tiempo para sintetizar las vicisitudes sin perder el horizonte didáctico. Pero alcanza, a mi parecer, el punto de mayor solidez en las prolongadas secuencias del juicio, donde los distintos testigos relatan, a través del relato no iconógeno, las experiencias de ser víctimas detenidas bajo el amplio aparato de violencia ejercida por los autócratas de la milicia, que incluía, entre otras cosas, sesiones de tortura, violaciones y desapariciones.
Me mantengo atento a todo lo que me cuenta sobre los abusos del poder militar en la esfera política, aunque también destaco ciertas cualidades estéticas que me causan una impresión a partir de una dirección de arte que reproduce con autenticidad la época de la sociedad argentina de los años 80, la banda sonora que sube el volumen de intriga y un estilo visual que en ocasiones toma prestados elementos de documental en forma de material encontrado.
En general no es que sea algo fuera de serie como he escuchado, pero sí un film legal interesante sobre una parte oscura de la historia argentina.
Ficha técnica
Título original: Argentina, 1985
Año: 2022
Duración: 2 hr 21 min
País: Argentina
Director: Santiago Mitre
Guion: Santiago Mitre, Mariano Llinás
Música: Pedro Osuna
Fotografía: Javier Juliá
Reparto: Ricardo Darín, Peter Lanzani, Alejandra Flechner, Carlos Portaluppi,
Calificación: 7/10